Y al final, el Madrid pasó por encima del Granada

Jeison Murillo lo hizo prácticamente todo bien en Los Cármenes. Sin embargo, Joaquín Caparrós encajó su 13ª goleada contra el Real Madrid (0-4). Cuando uno es defensa y se enfrenta al equipo más en forma del mundo es muy posible que se realice una actuación que roce el sobresaliente y aun así, dar la sensación al exterior de haber jugado de auténtica pena. En cambio, el colombiano fue de largo el mejor del Granada, aunque es complicado destacar en un partido en el que tu equipo ha encajado tres goles. Y durante ese magnífico despliegue de Murillo, en diez segundos completó lo mejor y lo peor que puede hacer un defensa.

Acababa de empezar el partido. Se planteaba un encuentro desigual por el desnivel evidente entre ambos equipos, pero cualquier acción aislada podía cambiar el devenir. Esa acción aislada se produjo… pero a favor del que tenía más peso y más posibilidades de ganar. Jeison Murillo salió de maravilla al corte para frenar la primera cabalgada de Dani Carvajal (lesionado tiempo después). Murillo se fue al suelo y barrió el balón sin cometer lo que podría haber sido una falta muy peligrosa. Y como defensa experimentado, hizo algo que hacen todos: trató de engañar al árbitro. Esperó a que Carvajal contactase con él para irse al suelo. Eso se suele pitar, y es un grave error, puesto que no es contacto suficiente para ser infracción. El colegiado González González, para variar, rompió esa costumbre y no picó. Carvajal fue listo, robó el balón y dio arranque al gol de Cristiano Ronaldo.

A partir de ese instante, Murillo no volvió a cometer un fallo. Ello habla muy bien de él. Lo normal en muchas ocasiones es que el defensa que yerra, presa de los nervios por saber que ha fallado, sigue cometiendo errores. No fue el caso del colombiano. Pero eso no frenó a Cristiano Ronaldo, ni a Benzema, ni a James. El partido de los tres volvió a ser espléndido, rozando la perfección. Además de tratar de ser eficaces cuando tenían el balón, quisieron hacerlo bonito. En Los Cármenes vimos la versión menos directa del Real Madrid. Los que vistieron de negro (a pesar de no parecerse en absoluto al uniforme nazarí) tuvieron la posesión y mucha paciencia de cara a gol.

Cristiano Ronaldo lleva 17 tantos en Liga en 9 partidos que ha jugado. Y al contrario de lo que podría parecer, esosdatos tan sorprendentes no concuerdan con el compañerismo sobre el campo que está derrochando el portugués. Hasta hace no mucho podíamos ver a Cristiano pelearse con todos y consigo mismo para hacer cuantos más goles pudiese, pero ahora ya no piensa sólo en sí mismo, sino que si tiene la posibilidad de pasar o asistir a un compañero, incluso en posiciones de disparo, prefiere pasar la pelota y dar continuidad a la jugada para que las opciones de marcar sean mayores. Lo agradecen los demás que le acompañan en el césped y sobre todo lo agradecemos los espectadores.

Pero el que da las asistencias en el Madrid no es Cristiano Ronaldo, sino el que lleva ese 9 que no le hace ninguna justicia a su completísimo juego. Karim Benzema dio dos asistencias ante el Granada: una a Cristiano Ronaldo (ya le ha dado 25 pases de gol al portugués, dos menos de las que le dio Özil, su mejor socio hasta ahora), y otra para que James Rodríguez inventase un gol antológico, un disparo sin pensárselo y sin que nadie lo pudiese esperar. Voleó la pelota desde la esquina del área y la bola hizo un gesto típico de la folha seca, una parábola de arriba hacia abajo que sirvió como una vaselina para superar a un Roberto bastante bien colocado.

Caparrós no quería que el Real Madrid le pasara por encima… pero el Madrid, ahora mismo, le pasa por encima a cualquiera. Con el once que dispuso el técnico utrerano era complicado hacerle daño al Real Madrid, la verdad. Eddy e Iturra en el centro del campo garantizan estabilidad y fortaleza, pero ninguno es un especialista en la creación del juego. Arriba, Jhon Córdoba estaba demasiado solo y es un delantero que apenas puede aportar en una lucha directa con dos centrales como Pepe y Ramos. Fue en la segunda parte cuando Caparrós dio una vuelta de tuerca a su equipo y sacó a un pelotero como Javi Márquez y a un rematador como El Arabi. No le sirvió para nada, pero la imagen que dejó su equipo fue inmensamente mejor.

En esa segunda mitad, el Real Madrid siguió con un ritmo alto hasta que el árbitro pitó el final. Lo que ha conseguido Ancelotti con este equipo tiene mucho mérito, y no me refiero a haber conseguido adaptar un sistema diferente con dos jugadores nuevos y diversos a los que tenía, sino por no haber permitido que su plantilla dejase de tener mucha hambre después de ganar la Copa de Europa, el único objetivo que tenía el Madrid desde hace 12 años. Isco robaba balones a destajo (y se fue ovacionado por todo el estadio, hecho que ya se está convirtiendo en tradición), Cristiano y Benzema presionaban la salida de balón rojiblanca, Modric y Kroos no permitían que el rival tuviera la pelota. Y Casillas tuvo dos, y las paró. Es decir, el Madrid está de dulce.

Ficha técnica:

0 - Granada CF: Roberto; Nyom, Babin, Murillo, Juan Carlos; Foulquier, Iturra, Eddy (Javi Márquez, m.46), Sissoko; Jhon Córdoba (Rochina, m.65) y Success (El Arabi, m.50).

4 - Real Madrid: Casillas; Carvajal (Arbeloa, m.38), Pepe, Ramos, Marcelo; James, Kross, Modric (Khedira, m.75), Isco (Illarra, m.83); Cristiano y Benzema.

Goles: 0-1, m.2: Cristiano. 0-2, m.31: James. 0-3, m.54: Benzema. 0-4, m.86: James.

Árbitro: González González (Castellano-manchego). Amarilla al local Eddy, y a los visitantes Modric y Arbeloa.

Incidencias: Partido de la décima jornada de Liga disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante 19.000 espectadores.