El Atlético volverá a luchar por todo por mucha 'venda' que se ponga Simeone

La victoria, el sabor dulce del triunfo logrado, si algo tiene, es que vicia. Cada laurel pide inmediatamente otro, y otro, y otro. El sentimiento implacable tiene mayor efecto cuando los éxitos hacía mucho que no se producían, tanto que parecía una cosa pretérita, antigua, de otra época más gloriosa que la reciente. Hace años, muchos, que el Atlético de Madrid no vivía un ciclo victorioso como el actual. En el momento que se conquistó el primer título de la era reciente, se vio como la ruptura de una racha negativa, pero nunca como el inicio de un ciclo glorioso. Pero desde la Europa League de 2010, el Atleti sale a más de un título por año.

Es por esa precisa razón por la que el Atlético de Madrid va a querer seguir pisando el camino de baldosas amarillas hasta llegar a su Oz, la Champions League. El año pasado se completó una temporada pletórica con una Liga que no se ganaba desde hacía 18 años, de Simeone a Simeone. Pero la herida abierta de la final de Lisboa no se ha cerrado tres meses después y tanto el cuerpo técnico como los jugadores están decididos a hacer todo lo que esté en sus manos (o mejor dicho, en sus pies) para alcanzar la final de Berlín y esta vez sí, alzar la primera Orejona de su historia.

Por supuesto, el mensaje que se transmitirá al exterior será el mismo de los últimos dos años y medio. Ya lo dijo el Cholo justo después de empatar en el Bernabéu en la ida de la Supercopa de España: “Nuestros rivales son Sevilla, Valencia y Athletic”. Según lo que se oirá de boca de todos los implicados, desde el profe Ortega hasta el español chapurreado de Mandzukic, el Atlético luchará por la Champions… pero para clasificarse a ella, no para ganarla. El mensaje público transmitido desde el club es que siguen sin ser un grande que pueda optar a todo, sino que se tienen que conformar con estar entre los cuatro primeros, a ser posible terceros para evitar la ronda previa, pero éste como objetivo mayor.

Las palabras, al final, se las lleva el viento, porque pesan menos que la sensación de grandeza que transmite el equipo en el terreno de juego. El Atlético no juega como un equipo que aspire al simple logro menor de entrar en Europa año tras año. Ya no, al menos. Los futbolistas confían en sus posibilidades sin dudar ni un instante en ellas, sabiéndose superiores a cualquiera o, como mínimo, de igual a igual. Lo ha demostrado cada vez que se ha enfrentado a los dos titanes del fútbol español, a los que les cuesta horrores superar a los rojiblancos, si es que alguna vez consiguen ganarles. El ejemplo, la propia Supercopa: el Madrid venía de jugar muy bien en Cardiff por la Europea, y el Atleti eliminó cualquier atisbo de buen juego merengue.

Luis Enrique, para meter presión (y ya de paso, quitarse a sí mismo bastante agobio de encima) dijo que el favorito al título de Liga es el Atleti. Tiene sentido por varios motivos: el primero y el más evidente, es que el Atleti es el vigente campeón y, por lo tanto, tiene el derecho y casi la obligación de defender su entorchado. El segundo, porque a pesar de haber perdido a varios hombres clave, Simeone se ha gastado 100 millones en fichajes para no perder la esencia de lo obtenido hasta ahora. Y el tercero, que con esas adquisiciones, el club colchonero tiene una plantilla larga y variada para dispersar los minutos de juego para que todos sus miembros lleguen en perfectas condiciones hasta el final.

La idea, como decimos, es ir a por todas. La temporada que acabó en mayo fue la mejor del Atleti en el siglo XXI, consiguiendo la Liga, una plata en la Champions League y unas semifinales en la Copa del Rey. Repetir una trayectoria final similar es lo que quieren todos en el Calderón. Pero si hubiese que elegir algo en lo que concentrar los esfuerzos si comenzasen a flaquear las fuerzas, la elegida sería la Champions League. Es el único título que le falta al Atlético de Madrid de los cinco que ha ganado con Simeone (de hecho, no ha repetido ninguno). Vencer en el Olympiastadion de Berlín sería lo único que podría hacer olvidar aquel gol de Sergio Ramos en el minuto 93.

Todo empieza este mismo lunes. El Atlético, digan lo que digan las altas instancias rojiblancas, es el rival a batir por todos yel primero que quiere conseguir batir al campeón esel Rayo Vallecano. Para iniciar la temporada, el Cholo no va a poder contar con su jugador más en forma de todos, Raúl García, que arrastra una sanción por amarillas desde el partido en el que ganaron la Liga en el Camp Nou. Tampoco estará Arda Turan, todavía recuperándose de su lesión que le impidió jugar contra el Real Madrid. Y como siempre, como era de esperar, Simeone no va a hacer demasiadas rotaciones. Salvo Saúl Ñíguez, que será titular por Raúl, el resto será lo mismo que ganó la Supercopa, con la única duda

Los franjirojos empezarán a rodar una plantilla, una temporada más, muy diferente a la que acabó la anterior campaña. Paco Jémez dispondrá un once que podría variar hasta en cinco nombres, todos estos recién llegados este verano. La ambición vallecana esta temporada es muy alta. Tras empezar de forma horrible el año pasado, acabó salvándose holgadamente y espera que un mejor inicio los acerque a Europa. Pero el objetivo será la salvación, o será, como en el caso del Atleti, el mensaje que se lance.

Alineaciones probables:

Rayo Vallecano: Cristian Álvarez; Tito, Zé Castro, Ba, Nacho; Trashorras, Raúl Baena; Aquino, Bueno, Kakuta; y Jonathan Pereira.

Atlético de Madrid:Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Saúl, Gabi, Tiago, Koke; Griezmann y Mandzukic.

Árbitro: Clos Gómez (C. Aragonés).

Estadio: Vallecas.

Hora: 22.00 horas.