Vermaelen ya es jugador del Barcelona tras gastar unos 300 millones en delanteros

La necesidad que lleva arrastrando el Fútbol Club Barcelona de un central de primer nivel se entiende mejor cuando echamos un ojo atrás, más concretamente a 2009, año de la última contratación de un zaguero central. Y en realidad, podríamos hablar de un año antes también, puesto que el fichaje de ese curso fue Dmitro Chigrinskiy, un desastre económico para la directiva de, por entonces, Joan Laporta. El año del Triplete se hizo sin duda la mejor adquisición para esa zona del campo desde Rafa Márquez, y no fue otro que Gerard Piqué, cuyo precio apenas alcanzó los 5 millones de euros, y que todavía tiene muchos años por delante.

Tras el fichaje de Mathieu, el Barcelona hizo oficial la contratación deThomas Vermaelen,defensa belga que aterriza en el Camp Nou procedente del Arsenal. El futbolista se ha comprometido para las próximas cinco temporadas y ha declarado a los medios oficiales del club azulgrana que se trata de "un sueño de mucha gente poder jugar aquí. Estás junto a los mejores jugadores del mundoy por lo tanto es un gran honor jugar con ellos. Seré mejor si entreno cada día con esta plantilla". Además aseguró que no le puede la presión porque hajugado "en el Arsenal y no creo que aquí sea muy diferente. Hay que ganar cada partidoy entiendo que siempre habrá presión para rendir bien; es lo que intentaré hacer".

La zaga de Luis Enrique ya cuenta con los efectivos que necesitaba el entrenador asturiano.Entre la lista de refuerzos para el puesto inmediatamente posterior al de portero no contamos a Javier Mascherano por un motivo evidente: no es central y no se le contrató para desemplear tal cometido. La ausencia de efectivos para el puesto obligó primero a Guardiola y después a Vilanova y Martino a usar al argentino como algo que no es ni ha sido nunca, pero su garra y su capacidad de sacrificio hacen que casi nunca se note demasiado su falta de experiencia como central.

Esta temporada, por primera vez en un lustro, el Barça se ha tomado en serio (más o menos según opiniones) lo de añadir más jugadores que acompañen a Piqué y Bartra y liberen de esa incómoda posición a Mascherano. La retirada de Carles Puyol ha sido el detonante que despertó a Bartomeu. Aun sí la necesidad era apremiante y más evidente que nunca, el desembolso económico para el central no ha sido exagerado y los nombres que finalmente han aterrizado o aterrizarán en el Camp Nou no son los que la afición y ni siquiera la secretaría técnica esperaba en un primer instante. Jérémy Mathieu fue reconvertido a central hace pocas temporadas y Thomas Vermaelen lleva tiempo sin ser titular ni en el Arsenal ni en Bélgica.

Con el francés, se arribó a un acuerdo con el Valencia por unos 20 millones, mientras que Wenger ya tiene15 millones sobre la mesa y le podrían llegar otros cuatro si Vermaelencumple ciertos objetivos. Es decir, que Bartomeu y Zubizarreta han gastado hasta el momento 35 millones de euros para mejorar su defensa. Una cantidad elevada para muchos equipos del mundo, pero no para el Barcelona. La capacidad adquisitiva culé es elevada. Esto se extrae del enorme desembolso que ha realizado el club para reforzar su delantera en el mismo periodo que ha estado sin fichar un central.

El mismo año de la contratación de Chigrinskiy, Guardiola se trajo a Zlatan Ibrahimovic por un montante aproximado (e hipotético, puesto que incluía el traspaso de Eto’o al Inter) de 70 millones de euros. Sólo un año después y después de la mala relación del entrenador y el delantero sueco, el Barça fichó a David Villa por 40 millones de euros. Para añadir más pólvora al ataque, Alexis Sánchez llegó del Udinese a cambio de 26 millones de euros más 11 por variables. El verano pasado fue Neymar el fichaje para el ataque, y aunque no hay cifras oficiales sobre su coste, se habla de que llegaría a los 98 millones. Y ahora, para rematar una delantera increíble, Bartomeu consiguió a Luis Suárez por 81 ‘kilos’.

La suma dice que el Barcelona se ha gastado un total de 326 millones de euros en delanteros cuando en plantilla tenía al mejor del mundo. La necesidad de puntas era menos acuciante que la de un central que no sólo compitiera con Puyol y Piqué, sino que los pudiera reemplazar cuando estos dos titulares faltasen. Pero la potencia compradora del Barcelona sólo se ciñó a la delantera, al ataque, y no a la defensa. De esta manera, ha sido normal ver en partidos importantes jugar de centrales a futbolistas que no eran centrales. Le pasó a Adriano, al propio Mascherano, a Alex Song, Busquets, Fontàs y Abidal.

Mathieu y Vermaelen tendrán un papel muy complicado en el Barcelona, aunque la presión para ellos, por no ser fichajes de relumbrón, puede que sea menor y puedan jugar con cierta autonomía. Y esto porque el Barça no ha conseguido fichar en este tiempo a los centrales que realmente quería, los que ponían los colmillos largos a todos los entrenadores que han pasado por Can Barça. De un tiempo a esta parte se han relacionado con el club azulgrana a Thiago Silva, Marquinhos, David Luiz (curiosamente, los tres ahora en el PSG), Íñigo Martínez, Daniel Agger, Nemanja Vidic, Aymeric Laporte, Jan Vertonghen y Joao Miranda. Por ninguno se llegó a un acuerdo.