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El Barcelona tiene una semana para evitar que Dani Alves se convierta en un problema
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cuadrado sigue siendo la alternativa

El Barcelona tiene una semana para evitar que Dani Alves se convierta en un problema

El lateral se incorpora, como Messi y Neymar, el lunes que viene y Zubizarreta querría traspasarlo antes para que no sea un problema que se enquiste

Foto: Dani Alves podría salir del Barcelona esta misma semana.
Dani Alves podría salir del Barcelona esta misma semana.

Un Mundial muere definitivamente cuando todos los jugadores que en él han participado regresan a sus clubes para iniciar sus pretemporadas. Es entonces cuando los que han sido protagonistas empiezan a enfocar otros asuntos que ya no tienen nada que ver con lo que consiguieron o dejaron de conseguir en la Copa del Mundo. Cuando llegue Götze al Bayern ya se hablará poco de su gol a Argentina; pocos recordarán el flojo papel de Messi cuando se ponga la camiseta del Barcelona. Igual le pasará a Dani Alves: nadie recordará que acabase perdiendo la titularidad cuando ya esté vestido de azulgrana… si es que se vuelve a vestir de azulgrana.

Los culés tienen una semana para resolver el problema de Alves y evitar que la bola de nieve se convierta en un alud. El Barcelona por primera vez está empezando a hacer caso a la lista negra que planteó Pep Guardiola en su última temporada como entrenador culé. Pidió a Sandro Rosell que se desprendiera de Dani Alves, Cesc Fàbregas y Gerard Piqué y tal petición fue desoída por la directiva, que finalmente vendió a jugadores que eran secundarios para el juego del Barça, como Keita y Maxwell, aunque importantes para el entrenador. Ahora, dos años después, dos de los tres jugadores que quería Pep fuera del Camp Nou se podrían ir. Uno ya se ha ido (Cesc al Chelsea) y otro quieren que se vaya, Dani Alves.

Ya nadie en Can Barça confía en el lateral brasileño. De hecho, ni siquiera Felipe Scolari confió en él en los partidos más importantes del Mundial y cuando comenzaron las eliminatorias directas, escogió a Maicon para el puesto en vez de al culé. El rendimiento de Alves ha caído exponencialmente desde hace bastante tiempo y a sus 31 años no parece factible que vaya a recuperar el nivel de sus tres primeras campañas como azulgrana. Por eso y puesto que todavía está lejos de una edad en la que se piense en una retirada, el Barça considera éste el momento idóneo para traspasar al defensa y recibir algo de dinero por él.

Pero la marcha de Alves no tiene pinta de ser cosa sencilla. Para empezar, el jugador tiene toda la intención del mundo de seguir en el equipo y no va a facilitar su salida. El brasileño considera que todavía es capaz de ser titular en el Barcelona y no se ve marchándose aún a un equipo como el Paris Saint-Germain, con el que se le ha relacionado desde hace meses. Además, no tiene motivos en principio para dudar de su titularidad, puesto que Zubizarreta aún no ha cerrado ningún lateral derecho y Alves siempre ha estado por delante de Martín Montoya en cuando a la lucha por el puesto en el once. El canterano se ha mantenido en la primera plantilla estos años, pero no se ve en él a un lateral de primer nivel como para ser titular.

Aun así, su salida podría ser la solución para todas las partes. La idea de Zubizarreta es que no se cuente con él y se fiche a un nuevo lateral derecho, por lo que Alves pasaría a ser suplente y el brasileño no lo encajaría bien. Ese hombre que vendría a ocupar el lugar de Alves sería Juan Guillermo Cuadrado, jugador del gusto de Luis Enrique y de la directiva pero al que el precio pedido por la Fiorentina aleja. Precisamente el Barcelona querría invertir la práctica totalidad del dinero recibido por Alves en Cuadrado. De esta manera, el internacional colombiano ocuparía el rol del brasileño y Montoya continuaría como la alternativa.

Pero lo cierto es que Cuadrado no se destaca por ser un lateral con gran mentalidad defensiva. De hecho, se ha hecho un nombre en esto del fútbol siendo un extremo, profundo y eléctrico en la derecha con una grandísima capacidad para el desborde y llegar a la línea de fondo. Nunca como un lateral puro en una defensa de cuatro. En la Fiorentina, Vincenzo Montella lo ha utilizado como extremo con defensa a cuatro y como carrilero de largo recorrido cuando los viola jugaban con tres atrás. Dependiendo de la idea de juego que tenga Luis Enrique, Cuadrado encajaría o no en el Barcelona. Si su idea es utilizar al todavía jugador de la Fiore como lateral, su ya débil banda derecha con Alves no ganaría en fortaleza defensiva, más bien al contrario.

Pero con la contratación de Mathieu, el Barcelona podría pasar a jugar con cinco atrás. La extensión y buena utilización durante el Mundial de Brasil de la defensa a tres con laterales largos ha hecho perder el miedo a esta formación, tildada habitualmente de defensiva, pero que en tantas ocasiones ha sido utilizada como herramienta ofensiva. Incluso el propio Guardiola jugó muchas veces con dos carrileros y tres defensas, siendo el carrilero el propio Dani Alves en un lado y Pedro en el otro. En el centro, Puyol y Piqué eran una pareja que admitía el trío con Abidal, que guardaba la posición como tercer central.

En la actualidad, Lucho tiene todo para jugar con ese esquema que tan buen resultado dio, por ejemplo, a Holanda. Piqué en la derecha, Mascherano (o el central que llegue y pasar al Jefecito al centro del campo) como líbero en el centro de la zaga y en la izquierda el francés. Una banda para Cuadrado y otra para Jordi Alba, generando espacios en los costados y dejando más liberados a los creativos del centro del campo y quitar responsabilidades en las bandas a Neymar, Suárez y Messi.

Un Mundial muere definitivamente cuando todos los jugadores que en él han participado regresan a sus clubes para iniciar sus pretemporadas. Es entonces cuando los que han sido protagonistas empiezan a enfocar otros asuntos que ya no tienen nada que ver con lo que consiguieron o dejaron de conseguir en la Copa del Mundo. Cuando llegue Götze al Bayern ya se hablará poco de su gol a Argentina; pocos recordarán el flojo papel de Messi cuando se ponga la camiseta del Barcelona. Igual le pasará a Dani Alves: nadie recordará que acabase perdiendo la titularidad cuando ya esté vestido de azulgrana… si es que se vuelve a vestir de azulgrana.

Luis Enrique
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