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Desde Omán a Montenegro, el fútbol se vuelca para que el Eibar sea de Primera
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el equipo armero estará en la máxima categoría

Desde Omán a Montenegro, el fútbol se vuelca para que el Eibar sea de Primera

Humilde, saneado y de Primera. El cuadro eibarrés reune a tiempo los fondos necesarios para debutar en la máxima categoría por primera vez en 75 años

Foto: Los jugadores del Eibar celebrando junto a la afición el ascenso deportivo conseguido el pasado 25 de mayo.
Los jugadores del Eibar celebrando junto a la afición el ascenso deportivo conseguido el pasado 25 de mayo.

“En Primavera, el Eibar en Primera”. A finales de mayo, una ciudad entera gritaba eufórica. Su equipo de siempre había ascendido a Primera División por primera vez en su historia. Hubo que esperar a un julio que empieza a derretir aceras en las horas centrales del día para consolidar la gesta. El lunes, el Eibar cumplía con los requisitos legales y anunciaba que su ampliación de capital había reunido1.716.700 euros necesario para llegar a los2.146.000 euros ycertificar su inscripción en la Liga BBVA. Al final sobraron tres semanas para que el 6 de agosto expirara el plazo previsto por el Consejo Superior de Deportes (CSD) para presentar el dinero. Con las cuentas en la mano, ayer restaban exactamente 7.574 euros para alcanzar la mágica cifra. Una cantidad que este martes terminó de recolectar.Ahora sí: el equipo armero podrá celebrar su 75 cumpleaños en la máxima categoría del fútbol español.

El fútbol no merecía un relato así. Aunque fuera teniendo que cumplir una ley anacrónica y con unos objetivos más que discutibles, terminó haciéndose justicia. Su situación económica era (y es) mejor que la que reflejaban el capital social (422.253 euros) de su balance. El Eibar se transformó en sociedad anónima deportiva en 1992 cuando tuvo que suscribir un capital de 66 millones de las antiguas pesetas (al cambio, unos 400.000 euros), pero al descender a Segunda B y permanecer más de dos temporadas fuera del fútbol profesional, en su retorno a Segunda cuatro años después tenía que cumplir de nuevo la ley de sociedades anónimas.

Esta legislación establece que para poder competir en la Liga Adelante hay que poseer un capital social equivalente al 25% del presupuesto de los conjuntos de la categoría, independiente de la situación económica (de déficit cero en el caso del Eibar). “En su momento es cierto que nos lo tomamos como un castigo o algo injusto, más aún cuando vemos cómo se están haciendo las cosas en este país. A pesar de que no fue fácil, gracias a una gran gestión en todos los ámbitos hemos sabido hacer de las dificultades una virtud”.

El equipo azulgrana, que debe sus colores a las zamarras que le regaló la Federación guipuzcoana en 1940, año de su fundación, se ha convertido en una referencia. Todo, en unos tiempos donde los conceptos de deuda y concurso de acreedores se han instalado de forma sistémica en el panorama balompédico nacional. Las exigencias del guion administrativo no lo pusieron fácil. “Trabajo, humildad, orgullo, unión, el Eibar defiende como nadie los valores del pueblo al que representa. Si tú también crees en ellos ayúdanos a mantenerlos”. Con la idea de evitar que se certificara el descenso administrativo que asomaba a la vuelta de la esquina, el club guipuzcoano inició una campaña de marketing que terminó dando sus frutos. Bajo el lema ‘Defiende al Eibar’, se quiso destacar el ‘modelo Eibar’ como paradigma de equipo pobre pero honrado, que no debe dinero a nadie (sus números así lo corroboran) y que compite contra lo que se le ponga por delante pese a las limitaciones. Un lema que ha calado hondo en los corazones de todos los aficionados al fútbol.

La cosa no queda aquí. Desde el club se han visto con fuerzas para continuar con la ampliación. Según ha podido saber El Confidencial, con la meta cumplida, en la última Asamblea Extraordinaria se aprobó llegar hasta 1.980.000 euros hasta el próximo 24 de julio. “Nuestra idea principal era que el Eibar no fuera sólo de los eibarreses sino de todo aquel que tuviera un ‘sentimiento Eibar’ o que se sintiera identificado con el equipo pudiera ayudarnos”. Además de las limitaciones impuestas para regir la venta de acciones –un máximo de 100.000 euros por inversor y un mínimo de 50 euros por acción-, esta es otra forma de hacer partícipe a la gente de este molde de trabajo en comandita.

En el seno del club se muestran enormemente agradecidos por la buena acogida del proyecto. Una propuesta que, además de la solidaridad de una ciudad industrial solvente en lo económico y con la solidaridad y el compromiso como señas de identidad, ha trascendido los límites de nuestras fronteras. “La gente ha colaborado con lo que ha podido. Aproximadamente el 50% del capital se ha suscrito en España y el resto se ha repartido por todo el mundo. Además de la española, hasta la última contabilización nos encontramos con 48 nacionalidades distintas: desde Omán a Israel pasando Montenegro, nos ha sorprendido gratamente la ayuda que nos han brindado desde todos estos rincones que, en principio, nada tienen que ver con nosotros. Ha sido increíble”, explican a este diario desde el entorno del conjunto armero. Un sueño hecho realidad que hace unos meses era tachado de “imposible”.

El grupo, unido, jamás será vencido

"No tenemos estrellas ni jugadores con demasiado nombre, perosí tenemos un secreto: mucha hambre y darletoda la importancia del mundo a la unión del grupo. Nosotros siempre antepondremos el grupo al individuo, es una filosofía del club yes innegociable”. En una entrevista con El Confidencial el pasado mes de febrero, Gaizka Garitano confesaba la receta del éxito del Eibar. Un grito de guerra que encarna al dedillo la filosofía de un equipo que en apenas dos años ha pasado de jugar en Segunda ‘B’ a tener que velar sus armas ante Real Madrid, Barcelona, Atlético y demás equipos con exuberantes, que no saneados, presupuestos. Aunque de haber permanecido un año más en la categoría de plata del fútbol español se hubieran ahorrado estos meses de un ‘crowdfunding futbolero’, el esfuerzo mereció la pena.

Sin tiempo que perder y coincidiendo con la buena nueva el conjunto guipuzcoano se puso manos a la obra. En estos momentos únicamente cuentan con quince jugadores, doce de los cuales son supervivientes del grupo que logró el ascenso: Irureta, Irazusta, Bóveda, Lillo, Añibarro, Albentosa, Navas, recientemente cedido por la Real Sociedad, Kijera, Errasti, Dani García, Capa y Arruabarrena. A ellos se unieron las recientes incorporaciones de Javi Lara, Jaime Jiménez y Ángel Rodríguez. Por su parte, Aitor Arregui marchó prestado rumbo al Mallorca. Nada nuevo en un frente donde la rutina habla de cesiones y rediseños de plantilla prácticamente cada año. Fabricar nuevos talentos, como fue el caso de David Silva hace unos años, es la máxima para una directiva con los pies en la tierra. “No vamos a olvidar de dónde venimos ni quiénes somos”, cuentan orgullosos desde las oficinas del equipo.

Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, irán llegando nuevas caras a la plantilla armera, que ya piensa en el estreno en la máxima categoría. “Hasta el día 22 o 23 (de julio) la secretaría técnica y la deportiva van a trabajar a más no poder para reforzar la plantilla y tratar de configurar un equipo que pueda llegar a Primera en las mejores condiciones posibles”, aseguran desde el equipo. En su agenda estival figuran un total de siete amistosos hasta que el cuarto fin de semana eche andar el curso futbolístico 2014/2015.

Aunque durante su fugaz regreso a Segunda en las alineacionesjugaron 8 o 9 jugadores que ya lo hacían la pasada temporada en Segunda B, es innegable que el ascenso a Primera División supone un salto cualitativo y requiere dar un paso al frente. De entrada, el presupuesto de 4 millones (hace dos años apenas llegaba al millón) crecerá (sólo) hasta los 20 en base al desigual reparto de la tarta de los derechos televisivos. Los jugadores, que en Segunda cobraban el salario mínimo cifrado en 60.000 euros anuales, pasarán a percibir, como poco, 120.000, según el convenio que rige los emolumentos de los jugadores de la Liga BBVA. Esa cantidad, astronómica para la inmensa mayoría de los españoles, es lo que pagó el pasado curso ‘Hierros Servando’, una industria local creada en Eibar hace 60 años, por lucir su logo en la camisola azulgrana. Un apoyo incondicional que el equipo espera que crezca con la entrada en juego de nuevos patrocinadores.

La ilusión en la ciudad es palpable. En cada bar, en cada esquina, los eibarreses miran al futuro con optimismo. La tienda oficial del equipo, Deportes Askasibar, no da abasto. En la lista de reservas para hacerse con la nueva camiseta azulgrana se contaron hasta 500 solicitudes. Una fiebre que con la que se esperar superar con creces los 3.500 abonados que tuvo el club durante el año pasado. Aunque contando que en las gradas de Ipurúa cuenta con una capacidad de 5.250 localidades, al menos este año, el margen de maniobra será reducido.

Es aquí donde surge otro de los escollos a sortear en un futuro para la parroquia armera. Según la normativa, un campo de Primera División debe ofrecer al menos 15.000 asientos durante su segundo año en la categoría. Algo impensable para la modesta economía del conjunto eibarrés. Con un precedente cercano como el del Numancia, quien permaneció en Primera cuatro años con 9.000 localidades en el Nuevo Los Pajaritos, el presidente Aranzabal aseguraba en reportaje publicado por el diario El País que en los planes del equipo sólo figura una ampliación de 1.7000 sillas. "Es absurdo exigir asientos para que estén vacíos. No hay vecinos", explicaba el máximo dirigente de un equipo sito en una ciudad con poco más de 27.000 habitantes. Una historia llena de romanticismo que nació en el barro. Un relato que habla del otro fútbol, ese que huye despavorido de la opulencia y los focos. El valle del río Ego está de enhorabuena.

“En Primavera, el Eibar en Primera”. A finales de mayo, una ciudad entera gritaba eufórica. Su equipo de siempre había ascendido a Primera División por primera vez en su historia. Hubo que esperar a un julio que empieza a derretir aceras en las horas centrales del día para consolidar la gesta. El lunes, el Eibar cumplía con los requisitos legales y anunciaba que su ampliación de capital había reunido1.716.700 euros necesario para llegar a los2.146.000 euros ycertificar su inscripción en la Liga BBVA. Al final sobraron tres semanas para que el 6 de agosto expirara el plazo previsto por el Consejo Superior de Deportes (CSD) para presentar el dinero. Con las cuentas en la mano, ayer restaban exactamente 7.574 euros para alcanzar la mágica cifra. Una cantidad que este martes terminó de recolectar.Ahora sí: el equipo armero podrá celebrar su 75 cumpleaños en la máxima categoría del fútbol español.

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