La venta de Costa, pistoletazo de salida a los movimientos en el Atlético

Mientras el Mundial y las selecciones centran toda la actualidad del fútbol, en los clubes trabajan para planificar la próxima temporada. El Atlético de Madrid no es excepción, por supuesto. El campeón de Liga y subcampeón de Europa ha tenido que asimilar primero una cantidad de posibles bajas muy por encima de las esperadas y deseadas y, segundo, comenzar a hacer cuentas para ver qué vender, por cuánto y qué capacidad de compra tendrán en el mercado veraniego para rehacer la plantilla.

Esa planificación no está siendo nada sencilla, y ya informamos que cierto pesimismo se había apoderado de las oficinas del Vicente Calderón. Pues bien, después de muchas horas de trabajo, la primera noticia confirmada al respecto es la venta de Diego Costa al Chelsea, hecha pública este martes 1 de julio. El día no es casual, es la fecha que da comienzo oficialmente al nuevo periodo presupuestario. El club rojiblanco, en su encrucijada económica, suele adecuar estas operaciones de la manera que mejor sienta a sus balances. De ahí, entre otras cuestiones, que se haya retrasado hasta ahora la concreción de un acuerdo que estaba tomado desde el mes de enero.

Los 38 millones acordados por el hispano-brasileño (no es el pago de cláusula de rescisión, recordemos, procedimiento que hubiera dejado el mismo dinero al Atlético pero que le habría costado varios millones más al Chelsea por los impuestos que conlleva) suponen que dé comienzo un efecto dominó donde el club del Manzanares espera andar fino para sacar la mejor tajada. Entre ambas entidades hay varios nombres por los que hablar, y si el ‘rico’ club londinense se sabe en posición de fuerza, el madrileño tiene la llave del negocio, de lo que espera beneficio.

Está obligado el conjunto colchonero a contratar varios futbolistas. Caminero se ha llevado varios chascos a la hora de proponer subidas de sueldo o renovaciones a varios jugadores que son deseados por la mayoría de clubes grandes europeos. Muchos de ellos han decidido que quieren salir este verano.

“El que no esté a gusto en el Atlético, que pague lo establecido en su cláusula de rescisión y se marche”. Lo dijo Enrique Cerezo hace unos días para avisar a jugadores como Filipe Luis, que en su momento ya comunicó al club su deseo de emprender una nueva aventura. También el Chelsea de Mourinho es su destino y ambos clubes negocian a diario para cerrar la operación de manera satisfactoria para ambos. Todo apunta a que, como con Costa, se alcanzará un acuerdo en breve sin que el club de Londres se tenga que presentar en la sede de la Liga de Fútbol Profesional con los millones. Tiago, que regresa al equipo ‘blue’, es el enlace de Mou para conseguir convencerlos.

Miranda ya pidió que también se acepte alguna de las ofertas que han llegado por él. Mario Suárez es un capricho de Rafa Benítez para su Nápoles. Villa ha decidido bajarse de la alta intensidad del fútbol europeo. Y Adrián tampoco sabe a ciencia cierta si seguirá de rojiblanco.

Las renovaciones de Juanfran o Koke, junto a las llegadas de Siqueira, Moyá y Correa son los primeros logros de la dirección deportiva atlética. Pero faltan los fichajes más relevantes a cinco días de empezar la pretemporada. Del Chelsea desean conseguir la cesión, que no el fichaje, de Lukaku, mientras también Negredo gana fuerza como nuevo ariete. Y la llegada de un mediocentro y un portero también trae de cabeza a Caminero y Andrea Berta. Porque aunque el sueño de contar con Courtois sigue mínimamente vivo hasta que se haga oficial su vuelta al Chelsea, a día de hoy se ve imposible por todas las partes que el belga siga en el Manzanares. Con julio, los movimientos empezarán a sucederse en las oficinas del Calderón. Y Simeone, mientras, vigila todo muy de cerca.