El 'partido a partido' va camino de convertir a Simeone en el rojiblanco más grande

Puede que todavía no se haya creado una serie de publicaciones bibliográficas recogiendo las enseñanzas de Diego Pablo Simeone, pero no es descartable que su discurso acabe siendo parte del plan de estudios en los colegios de, al menos, Argentina y España, en la asignatura de filosofía. Todos los grandes amantes de la sabiduría, es decir, los filósofos, pasaron a la historia por varias citas como demostración de sus ideas. Aristóteles, por ejemplo, es conocido por decir que “el ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”, mientras que Immanuel Kant nos llegó a través de palabras como “el sabio puede cambiar de opinión, el necio, nunca. Simeone es historia del fútbol por el “partido a partido”.

No es una frase hecha que utiliza de forma pública para quitar presión mediática a sus jugadores, no lo dice por quedar como humilde delante de las cámaras y los micrófonos. Realmente Simeone habla del ‘partido a partido’ porque así siente el fútbol, así cree firmemente que tiene que afrontar cada duelo. El Atlético de Madrid sabe que ese ideal funciona a las mil maravillas.

Dos años y medio lleva el Cholo en el banquillo del Calderón, y desde entonces ha acumulado cuatro títulos y al menos uno cada temporada. Primero llegó la Europa League y la sucesiva Supercopa de Europa. El año pasado, además de introducir al equipo en la Champions, ganó la Copa del Rey al eterno rival. Y este año, Liga y final de la Copa de Europa.

Este domingo será el día que el Atlético tenga para celebrar la consecución del título de la regularidad. Simeone dio a la plantilla el día libre para que tengan la oportunidad de festejar como merece una consecución tal. Pero desde este mismo lunes, la mente de los jugadores deberá borrar todo resto de resaca post-alirón, olvidar lo que pasó en el Camp Nou. En menos de una semana, se juegan el título más importante del fútbol europeo y no hay más tiempo. Desde ya, el Atlético está pensando en la final de Lisboa.

No es ni siquiera descartable que en la misma noche de éxtasis rojiblanco por las calles de Madrid, el Cholo tuviera minutos ‘íntimos’ con jugadores clave del equipo para mentalizarlos de la importancia de empezar a pensar inmediatamente en el próximo objetivo. Todos saben cuál es su papel dentro del Atlético de Madrid. Desde Courtois hasta Giménez; desde el profe Ortega al ‘Mono’ Burgos. Pero el jolgorio del triunfo debe esperar, al menos, a después de jugarse la Orejona con el Real Madrid el próximo sábado, porque si algo ha demostrado el Atlético es que si está mentalizado, es casi imbatible.

Sabiendo de lo que es capaz Simeone, esa emoción por la victoria pasará a mejor vida en cuanto lo diga. El Atleti llegará a Da Luz en plenas condiciones psicológicas para luchar por una copa que el Bayern le robó hace 40 años. Son noventa minutos en los que puede pasar cualquier cosa, tópico que se puede aplicar tanto a finales como a derbis, que en este caso viene a ser lo mismo. Gane o pierda, resulta complicado pensar que haya algún otro entrenador que haya significado tanto para el club del Manzanares como Diego Pablo Simeone. Luis Aragonés aparte, claro está. Y si ya levanta la Champions, será algo que ni Zapatones consiguió.

Simeone se irá del Atlético de Madrid como un grande, pase lo que pase, y sea cuando sea. Seguirá la próxima temporada porque añadió un año más a su contrato con el club colchonero, pero probablemente sea la última que haga en el club de su vida. El Cholo quiere otros retos y hay muchísimos clubes que se los ofrecen y muy bien remunerados. El que más ha pujado y seguirá pujando por él es un exequipo suyo. El Inter de Milán quiere volver a ser grande de manera casi inmediata. El nuevo propietario indonesio, Erick Thohir, invertirá varios millones en reforzar al equipo para volver a la Champions League la siguiente temporada. Considera al actual entrenador nerazzurro, Walter Mazzarri, un técnico de transición hasta la llegada del argentino a San Siro. Será, o eso desean los interista, su trampolín para volver a optar a la Copa de Europa. Mientras tanto y durante más de un año, lo disfrutará el Atleti.