Simeone, ante el reto de lograr que sus hombres peleen por la Liga 90 minutos más

“Lucharemos por la Liga hasta el final”. Este pensamiento unánime se repetía en el Atlético de Madrid durante todo el campeonato. No cambiaba nunca dicha respuesta, ante la insistente pregunta de ‘cuándo se pinchará el globo rojiblanco’ que la gran mayoría de profesionales, analistas y aficionados se hacían constantemente. Los protagonistas que a diario trabajan en Majadahonda apostaban fuerte por ellos, reforzados por los resultados que se iban obteniendo. Seguridad y ambición retroalimentadas por ese ‘partido a partido’ que durante mucho tiempo a lo largo del curso podía cambiarse por ‘victoria a victoria’.

Como ya contamos el lunes, la entereza y la confianza en sus posibilidades habían permanecido intactas todo este tiempo… hasta que se perdió en Levante y se empató con el Málaga. Pese a llegar al desenlace liguero líder con tres puntos de ventaja (situación inimaginable el verano pasado), estos recientes precedentes han dejado que el miedo a ganar, o las dudas por un posible batacazo en el Camp Nou, se acaben acomodando en la caseta colchonera. Durante esta larga semana, la labor de Simeone debe ser convencer a los jugadores que todo pasa por pelear como hasta ahora. Quedan 90 minutos para cerrar con un broche de oro 37 jornadas para el recuerdo.

El técnico argentino avisaba a navegantes nada más conocer cómo quedaban las cosas para la última fecha. Tras el partido contra el Málaga, aseguró en rueda de prensa que quien mejor se abstrajera durante la semana de todo lo que está en juego, más preparado llegaría al decisivo duelo del sábado. Y lo sabe bien porque es consciente del pensamiento negativo que inevitablemente ha aparecido en la plantilla. Es imposible no acordarse en algún momento del día que de haber seguido con la línea que traían, hubieran llegado al Camp Nou simplemente a recibir el pasillo de campeones.

El empate da más confianza

Pero esa nostalgia no despista a un Cholo que sigue hablando de ganar, de depender de sus propias posibilidades. El mazazo de respeto que supone jugarse dos títulos de primerísimo nivel en siete días, para un grupo de futbolistas y un cuerpo técnico que se estrenan en estos decorados tan fastuosos, no es fácil de asimilar. Lo están notando con el paso de las horas los atléticos. Tratarán de crecerse llegado el momento, como han hecho hasta ahora en los retos de máxima intensidad y exigencia. Ahora bien, no es lo mismo llegar desde atrás y dar la sorpresa que pasar tres semanas con el título a la vista y viendo como son los demás los que se acercan por detrás.