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Luis Enrique deberá tirar de carácter para liderar la gran revolución en el Barcelona
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el asturiano será el sustituto de martino

Luis Enrique deberá tirar de carácter para liderar la gran revolución en el Barcelona

Su reunión 'secreta' con Zubizarreta confirmó que será el sustituto de Martino. Luis Enrique deberá sacar su carácter a relucir para enderezar al Barça

Foto: Luis Enrique dirigirá el próximo proyecto del Barcelona (EFE)
Luis Enrique dirigirá el próximo proyecto del Barcelona (EFE)

Todavía está a tiempo de salvar la temporada. El Barcelona, con números en la mano, tiene opciones de ganar el título de Liga. Si sucede, no obstante, la renovación planeada se desarrollará como está previsto. Luis Enrique será el motor de esa revolución -grande o pequeña- que se avecina en el primer equipo azulgrana. El club lo tiene claro desde hace tiempo y el asturiano será el encargado de hacer funcionar la nueva maquinaria azulgrana. La reunión 'secreta' que mantuvo con Zubizarreta lo dice todo.

El asturiano, culé hasta la médula aunque defendiera la camiseta blanca del Real Madrid durante años, ha convencido plenamente a Zubizarreta y Josep María Bartomeu. Su excelente temporada al frente del Celta y un marcado estilo futbolístico similar al que manda en el Barcelona, han sido argumentos suficientes como para que la apuesta fuera clara. Sobre todo después de que Ernesto Valverde decidiera seguir en el Athletic de Bilbao.Luis Enrique, si como parece se hace cargo del Barcelona, deberá emprender una profunda reestructuración en la plantilla azulgrana.

Tipo de carácter, siempre marca su territorio de manera milimétrica y quiere que en el Barça suceda lo mismo. Conoce la casa de sobra, con sus claros y sus sombras, y por ello quiere asumir una importante cuota de poder para tomar las riendas de la primera plantilla. Entrenador meticuloso y pendiente de cualquier detalle, sabe que en la que fue su casa hay aspectos que deben cambiar. El Tata Martino puede dar fe de ello, que desde el primer día observó situaciones que no le agradaron en absoluto.

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Prueba de que nos encontramos ante un entrenador de fuerte personalidad es lo que le sucedió en su etapa como técnico de la Roma. Quiso variar por completo la forma de trabajar del histórico club italiano y no tuvo problemas en sentar en el banquillo al mismísimo Francesco Totti. Mucho más que un ídolo para la afición romanista, su relación con el capitán vivió momentos de gran tensión, aunque al final intercambiaron declaraciones elogiosas y hasta de cariño. No es Luis Enrique, en una palabra, un entrenador que se doble ante un vestuario. Por muy poderoso que sea…

Sabe que el Tata Martino no ha conseguido manejar al grupo como en su día logró Pep Guardiola. Luis Enrique conoce interioridades y sabe qué aspectos deben cambiar para que el futuro proyecto crezca con la solidez necesaria. Y para ello espera tener la libertad necesaria y fundamental para implantar con fuerza su método de trabajo.

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En el Celta deja una huella imborrable. Su equipo siempre apostó por un estilo -ver a un jugador del Celta dar un patadón a un balón es casi imposible- y el equipo ha salvado la categoría con bastante holgura. Sus jugadores saben de su fuerte personalidad, pero reconocen el gran trabajo hecho por el asturiano. Nolito, ahora estrella del equipo pero que tardó en ganarse la titularidad, subraya que "el míster es un pedazo de entrenador que sabe sacar lo mejor de los jugadores. Siempre hemos confiado a muerte en él y nunca hemos perdido la fe”.

La confección de la plantilla es materia fundamental. Andoni Zubizarreta y Luis Enrique ya trabajan mano a mano en este asunto, básico porque se prevén muchos movimientos en forma de salidas y entradas. Ganar el título de Liga no variará los planes. La hoja de ruta marcada por la dirección deportiva no sufrirá modificaciones. Y Luis Enrique quiere tener voz y voto en este apartado.

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Con el fichaje de Ter Stegen, a falta de confirmación oficial -el Borussia Mönchengladbach le tributó una calurosa despedida el pasado fin de semana-, la llegada de otro guardameta parece cantada, toda vez que las horas de Pinto están contadas. En la zaga, los fichajes de un lateral derecho -Alves será vendido- y un central -Puyol ya anunció su adiós- están garantizados, y posiblemente haya alguna novedad más.

Jugadores como Song, Tello, Cuenca o Afellay abandonarán el club con total seguridad, al mismo tiempo que algún mediocampista pasará a reforzar la plantilla. Rafinha, cedido en el Celta, donde ha completado una gran campaña con Luis Enrique, tiene todas las papeletas para engrosar el plantel azulgrana. La llegada de un delantero dependerá en buena medida de la venta de algún elemento de la línea ofensiva, no descartándose la venta de Alexis Sánchez.

Todavía está a tiempo de salvar la temporada. El Barcelona, con números en la mano, tiene opciones de ganar el título de Liga. Si sucede, no obstante, la renovación planeada se desarrollará como está previsto. Luis Enrique será el motor de esa revolución -grande o pequeña- que se avecina en el primer equipo azulgrana. El club lo tiene claro desde hace tiempo y el asturiano será el encargado de hacer funcionar la nueva maquinaria azulgrana. La reunión 'secreta' que mantuvo con Zubizarreta lo dice todo.

Luis Enrique Celta de Vigo
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