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Dos minutos de acierto y orgullo evitan la explosión de la crisis del Barcelona
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EL ATHLETIC CAYÓ PESE A LOS FALLOS CULÉS

Dos minutos de acierto y orgullo evitan la explosión de la crisis del Barcelona

Las gradas del Camp Nou, con media entrada, fueron el mejor reflejo de que en el Barça hay problemas profundos. Pese a los goles de Pedro y Messi

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Las gradas del Camp Nou, con media entrada, pese a que la Liga todavía es posible y a que les visitaba un histórico en buen momento como el Athletic de Valverde, son el mejor reflejo de que en el Barça hay problemas profundos. Nada de lo que ocurra en el mes de competición que resta, salvo que se gane una Liga que parece un ‘milagro’ ahora, puede quitar de la cabeza de los barcelonistas que esto es el fin de un ciclo. Esa coyuntura ya se nota en las piernas y el juego de los futbolistas, salvo en dos minutos muy concretos y que les dieron para conseguir la victoria. Todo consecuencia de la inestabilidad deportiva e institucional de la entidad.

Al menos, la fe con la que los jugadores del Barcelona encararon el partido hizo aflorar las mejores intenciones de este grupo de futbolistas que ya sabe que le quedan pocos días de convivencia a todos juntos. El presidente Bartomeu admitió en la previa por primera vez que este verano toca limpia, tras un año donde ha dicho adiós a Copa y Champions en una semana, y sigue a empujones resistiéndose a despedirse de la Liga. Aunque lo normal es que la Supercopa de España sea el único buen recuerdo que se llevará Martino de su convulso año en Can Barça.

Ante el Athletic, los Iniesta, Messi, Xavi, Pedro y compañía eran conocedores del juicio que su afición les estaba haciendo. Volvieron a crear ocasiones con asiduidad, pero lejos de cambiar las malas sensaciones, estas se acrecentaron y se temió durante muchos minutos que la alarmante racha ofensiva seguiría, en un equipo que ya es una sombra de aquél al que se le caían los goles de los bolsillos según caminaba por la temporada. En los tres partidos anteriores, sólo había marcado un gol, en la final de Copa, y fue de la manera menos usual, de cabeza en un córner. Y ante el Athletic, después de fallar lo imposible para jugadores de este nivel, dos minutos cambiaron el marcador, pero no el regusto amargo que se vive en el entorno azulgrana.

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Faltó de nuevo acierto. Y mucho. Y el juego está condicionado por errores en todas las líneas. La ausencia de confianza se evidenció en la cantidad de ocasiones erradas ante Iraizoz. De todos los colores y con todos los protagonistas ofensivos, la jugada acababa en cualquier cosa menos en gol. El Athletic, que se está jugando la cuarta plaza que da derecho a la previa de Champions y que el Sevilla está dispuesto a pelearle hasta el final, intentaba hacer daño a su manera, con ese constante bombardeo de centros al área. Aduriz, en una de las acciones más bellas de la temporada, conectó una chilena que se marchó al palo de Pinto.

El portero culé, no tuvo tanto trabajo como Iraizoz pero sí estuvo mucho más activo que lo que se le prevé al portero del Barça en el Camp Nou. Y nada más comenzar la segunda mitad, Aduriz aprovechó la candidez de Bartra e hizo lo que los delanteros locales parecían incapaces una y otra vez: consiguió que su disparo entrara en la portería rival.

Cesc, silbado; Alexis ovacionado

El 0-1 motivó el desconcierto del barcelonismo. Algunos aficionados sacaron pañuelos que llevaban guardados más de un lustro, otros se echaban las manos en la cabeza ante la preocupante mala puntería de sus delanteros, también de Messi, ‘humanizado’ desde que la crisis se instaló hace diez días.

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Sin embargo, justo cuando Xavi abandonó el campo para dejar su lugar a un silbadísimo Cesc Fábregas, el Barça remontó con dos latigazos de acierto y orgullo. Una jugada personal de Dani Alves acabó en tiro en semifallo de Alexis, que fue de lo mejor de su equipo y se marchó ovacionado. El mal disparo del chileno fue finalmente remachado a bocajarro por Pedro para poner la igualada. Y nada más sacar de centro, una falta al borde del área le dio la oportunidad a Messi para hacer el 2-1 con un potente disparo al lado del portero. El argentino volvió a ser decisivo, pero lleva siete partidos sin marcar un gol de jugada.

Aunque los malos resultados anteriores ya habían dinamitado en menos de dos semanas las opciones del equipo culé en todos los frentes. La Liga sigue siendo posible matemáticamente (a falta de cuatro partidos está a cuatro puntos del líder Atlético, teniendo que jugar todavía contra él), pero se hace difícil darle opciones a este equipo que da, por momentos, las sensaciones contrarias, de desear que la temporada, convertida en extraña pesadilla, toque a su fin cuanto antes.

Al menos volvió a ganar. Pero tres puntos, y menos después de tanto error, no pueden sacar del día a día azulgrana la idea de que el proyecto que inició Guardiola se diluye y toca a su fin. El orgullo le dará para intentar acabar con dignidad las cuatro jornadas que quedan. Pero el Fútbol Club Barcelona tiene problemas demasiado profundos como para que la lucha por la Liga cope su actualidad.

- Ficha técnica:

2 - Barcelona: Pinto; Alves, Mascherano, Bartra, Adriano, Song, Xavi (Cesc, min.70), Iniesta, Alexis (Tello, m.86), Messi y Pedro.

1 - Athletic Club: Gorka; De Marcos, San José, Laporte, Balenziaga, Iturraspe (Beñat, min.83), Erik Moran (Mikel Rico, min.64), Ander Herrera, Susaeta (Toquero, min.85), Muniain y Aduriz.

Goles: 0-1, m.50: Aduriz. 1-1, m.72: Pedro. 2-1, m.75: Messi.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Iturraspe (min.7), Bartra (min.21), Ander Herrera (min.71), De Marcos (min-74) y Pedro (min.79).

Incidencias: Partido de la vigésimo cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el Camp Nou ante 57.090 espectadores.

Las gradas del Camp Nou, con media entrada, pese a que la Liga todavía es posible y a que les visitaba un histórico en buen momento como el Athletic de Valverde, son el mejor reflejo de que en el Barça hay problemas profundos. Nada de lo que ocurra en el mes de competición que resta, salvo que se gane una Liga que parece un ‘milagro’ ahora, puede quitar de la cabeza de los barcelonistas que esto es el fin de un ciclo. Esa coyuntura ya se nota en las piernas y el juego de los futbolistas, salvo en dos minutos muy concretos y que les dieron para conseguir la victoria. Todo consecuencia de la inestabilidad deportiva e institucional de la entidad.

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