El Barcelona necesita aparcar su futuro incierto para agarrarse a la Liga

En vísperas de la visita al Bernabéu, cita ya transcendental en Can Barça no sólo atendiendo a la clasificación sino como termómetro del ánimo del grupo, se presenta Osasuna en el Camp Nou para poner a prueba la recuperación del Barcelona, tras su despachar al City el miércoles en una noche donde exhibió músculo ante uno de los grandes de la Premier. No atinan a descifrar en Can Barça la mutabilidad del grupo, capaz de conquistar el Eithad Stadium como de rozar el esperpento en Zorrilla.

"Muchas veces no hay palabras mágicas que hagan que esto cambie en 3 o 4 días. Un entrenador debe encontrar los motivos en que todavía tenemos oportunidades de seguir peleando. Dejó de depender de nosotros pero encontramos los motivos en los próximos días”, declaró Martino en rueda de prensa. “Tenemos dos antecedentes diferentes. Acceder a Champions ante el City y una mala actuación hace una semana. Tenemos que cambiar la imagen de Vallaldolid", ahondó el técnico sobre la posible distensión del grupo.

Llega el Barcelona al clímax de la temporada con cierta parálisis. No es ya problema de Messi, Neymar o Martino sino que el problema atiende más al propio Barça, sin rumbo en lo institucional y sostenido únicamente por la plantilla en el césped. Pide a gritos el grupo una profunda renovación, obligada por las salidas en junio de Valdés y Puyol, aparcada desde la marcha de Guardiola por la jerarquía del grueso del grupo. No se sabe muy bien el futuro de Martino en el club, toda vez que se mostró enigmático acerca de las altas y bajas para la próxima temporada. “No participo porque no existe, no porque me dejen fuera. En el momento que se resuelva algo y yo no esté en esa decisión, tampoco estaría sentado aquí", relató el técnico sobre los rumores que empiezan a circular acerca de la confección de la plantilla del próximo curso.

Ya no juega el Barça para exhibirse sino que se exige desde la competitividad. Se impone ahora controlar la pelota para no correr riesgos más que para hacer daño, fiados a la pegada de Leo o la magia de Iniesta, versos que escapan por momentos a la melancolía reinante. En este escenario, se instala la sensación en el Barcelona de prestarse a seleccionar esfuerzos, sin la capacidad de mantener la tensión en un torneo regular como la Liga y más vivaz en los torneos cortos, obligado a batirse en el cuerpo a cuerpo. Quizá por ello logró la Supercopa ante el Atlético, solventó con suficiencia la semifinal de Copa ante la Real y la eliminatoria ante el City, descarrilando en Zorrilla y Anoeta. No es fácil explicar la dicotomía reinante en el cuadro azulgrana en la Liga y los torneos coperos.

Con Messi como hilo conductor del ciclo más glorioso de la historia del club, tras haber recogido el testigo de Ronaldinho, necesita el equipo de la versión entusiasmada del argentino. Ya lo decía Guardiola. “La clave es que Messi corra como el que más”. Con Neymar en el diván, saco de todos los golpes por las controvertidas cifras de su fichaje, precisa el Barcelona de la mejor versión del 10. “Hay queesperar que él no se aburra yse pueda seguir sintiendo cómodo.Si es así, no falla. Cuando juega mal es porque algo de su entorno falla”, ha llegado a afirmar el ahora técnico del Bayern. Si Messi juega, el Barça se activa.

En medio de la bipolaridad que reina en Barcelona quiere pescar Osasuna, que ya complicó la vida al Atlético en los dos partidos disputados y a Barcelona, Madrid en la ida. Sin Sisi, De las Cuevas y Marc Bertrán, la clasificación no permite dimitir de antemano en ningún encuentro. Ni siquiera en el Camp Nou, pese a la diferencia sideral entre ambos equipos.

Alineaciones probables:

Barcelona: Valdes; Montoya, Bartra, Mascherano, Alba; Busquets, Iniesta, Cesc; Pedro, Messi y Neymar.

At. Osasuna: Andrés Fernández; Oier Sanjurjo, Loties, Arribas, Damiá; Silva, Lolo; Cejudo, Torres, Armenteros; Oriol Riera.

Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (comité cántabro).

Estadio: Nou Camp.

Horario: 17.00 hora.