Diego Costa permite al trabajador Atlético ser espectador privilegiado del Clásico

Un solitario gol de Diego Costa a pase de David Villa ya en la segunda mitad puso la guinda a un partido gris pero muy peleado por el Atlético de Madrid. El Espanyol demostró de nuevo ser un equipo incómodo, llevando el encuentro de este sábado en el Calderón a un terreno duro, donde los pequeños detalles mandaron.

La solidez de los rojiblancos, sumado al vigésimo segundo tanto en Liga del hispano-brasileño, les mantienen en la segunda plaza una semana más. A sólo tres puntos del Real Madrid, que la semana que viene recibe al Barcelona en el Clásico del fútbol español.

Aguirre no ve dificultades a la hora de preparar sus partidos contra este Atlético, que ha dado un par de pasos importantes en cuanto a competitividad respecto al que él entreno durante tres años. Si su actual equipo fue el primero en ganar a los rojiblancos esta temporada trabando el encuentro al máximo e igualando la entrega y despliegue defensivo a los de los madrileños, en esta vuelta trató de hacer lo mismo desde el inicio.

Simeone introdujo rotaciones en su alineación inicial. Miranda y Mario Suárez no estaban disponibles, y sus respectivos lugares los ocuparon Alderwireld y un ya recuperado Tiago. Además, José Sosa tuvo su primera titularidad en Liga y Villa volvía a la punta del ataque en la que parece que va a seguir siendo la competición donde gozará de protagonismo. Y sin ser mala la imagen, cierto es que entre el agobiante e incansable trabajo del Espanyol y la falta de tino de los colchoneros, el partido pareció menos previsible que la gran mayoría de los jugados en el Calderón los últimos meses.

Villa tuvo de cabeza las dos primeras ocasiones de su equipo, y Sergio García obligó a Courtois a hacer la clásica parada decisiva del belga. El choque no fue violento, pero los dos equipos entraron con dureza al balón dividido. Y con esa predisposición, los ‘pericos’ mantuvieron a raya al segundo clasificado.

Gol de Diego Costa marca de la casa

El Cholo no lo veía claro cuando dio entrada a Koke nada más iniciarse el segundo tiempo por un Sosa que se mostró acertado en el balón parado pero igual de espeso que sus compañeros en la asociación ofensiva. Ese problema se resolvió en un chispazo, el que tuvo Villa recibiendo entre líneas y metiendo un gran pase al hueco en busca de la galopada desbocada de Diego Costa. El recién estrenado internacional español se midió en velocidad con Coloto, ganándole por potencia y fuerza para plantarse ante Casilla y, con la zurda por bajo, abrió el marcador en el minuto 55.

El partido pasó a una fase favorable a los atléticos, encontrando más huecos para contragolpear y sacando provecho de la movilidad en el centro del campo que dio Koke. Pero Simeone sabía del peligro de la situación y dio entrada a Diego por Arda Turan, manteniendo a los dos puntas en busca de la sentencia. Quedando veinte minutos, sobre todo a través de Sergio García y del recién incorporado Córdoba, el equipo catalán no se daba ni mucho menos por vencido.

Raúl García entró en el 80 por un laborioso Villa que lo intentó como siempre, siendo su asistencia en el gol y tres cabezazos a puerta lo más destacado. La idea era fortalecer una medular donde el Espanyol continuó incordiando hasta el final, con Stuani desbordando por la derecha. Entre la posesión que permitió Diego y el oficio de los locales, se mantuvo el resultado hasta el final. Tres puntos más para un equipo que sigue sin perder el paso al título de Liga.

Ficha técnica:

1 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Alderweireld, Godín, Filipe; Sosa (Koke m. 51), Tiago, Gabi, Arda (Diego Ribas m. 68); Villa (Raúl García m. 79) y Diego Costa.

0 - Espanyol: Kiko Casilla; Javi López, Colotto, Héctor Moreno, Fuentes; David López, Víctor Sánchez (Alex m. 84); Stuani, Pizzi (Torje m. 88), Simao (Córdoba m. 61); y Sergio García.

Gol: 1-0: m. 55, Diego Costa.

Árbitro: Pérez Montero (C. Andaluz). Enseñó tarjeta amarilla a Javi López, Víctor Sánchez, Córdoba, Sergio García y Godín.

Incidencias:Partido de la vigésimo octava jornada de liga, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 50.000 espectadores