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El Atlético se desquita demostrando que tiene la 'gasolina' justa para seguir soñando
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VOLVIÓ A VERSE SU MEJOR VERSIÓN

El Atlético se desquita demostrando que tiene la 'gasolina' justa para seguir soñando

Deportivamente hablando, el derbi deja una gran noticia para el Cholo: sus futbolistas tienen ‘gasolina en el depósito’ en este tramo final de temporada

Foto: El Atlético de Madrid hizo un gran partido para no quedarse descolgado en la lucha por la Liga.
El Atlético de Madrid hizo un gran partido para no quedarse descolgado en la lucha por la Liga.

Al acecho. Ahí sigue el equipo de Simeone después de que su máximo rival pasara por el Manzanares. Un empate con emoción y goles, con detalles de calidad y pundonor, con una intensidad digna de un duelo donde estaba en juego ganar la mejor liga del mundo, donde mejor fútbol se ve.

El resultado permite al Atlético mantenerse a tres puntos del Real Madrid, que ostenta el liderato una semana más. El gol average está a favor de los rojiblancos, lo que deja un poquito más en alerta a los de Carlo Ancelotti a falta de 12 jornadas para el final. El Cholo se enorgullecía de ver a su equipo aún “vivo, aunque a algunos le moleste”, sin querer aclarar a quiénes se refería.

Más allá de esas guerras, de las palabras de Ancelotti por la “violencia” local o de la desafortunada imagen mostrada por el segundo entrenador rojiblanco Germán ‘Mono’ Burgos tras ser expulsado, deportivamente hablando el derbi deja una gran noticia para el Atlético: sus futbolistas tienen ‘gasolina en el depósito’. Mucho ha dado de sí el debate sobre hasta cuándo duraría la racha rojiblanca en Liga, si sería capaz de aguantar a Madrid y Barça en ese frenético ritmo que ronda los 100 puntos a final de año. Y aunque con la lengua fuera, ha quedado claro que los colchoneros aguantan el tipo.

El preparador físico Óscar Ortega, aclamado en el mundillo por su exitosa forma de trabajar, tuvo la semana pasada la posibilidad de hacer varios entrenamientos seguidos donde poner a punto a la plantilla atlética. Sin partido entre semana, las sesiones fueron enfocadas a retomar el pulso a la enorme intensidad, a esa supremacía física y de convicción que es la base de los éxitos de este equipo. Y el esfuerzo dio sus frutos ante el Real Madrid.

placeholder Simeone, con alguno de los hombres de su cuerpo técnico.

En un partido soberbio en cuanto al desgaste y el sacrificio colectivo, el Atlético pudo volver a saborear la sensación de sentirse más fuertes que un rival de tanto nivel como ese. Se sobrepuso a un gol inicial que recordó a los que Van Nistelrroy, Raúl o Ronaldo Nazario marcaron hace no tanto, durante los 14 años sin victorias rojiblancas en los derbis. Eso se rompió, precisamente gracias a la intensidad atlética, en la final de Copa de 2013 y se afianzó en la primera vuelta de esta Liga, pero la reciente eliminación copera ante los madridistas trajo las dudas sobre todo el proyecto, alimentadas por las derrotas contundentes en Almería y Pamplona.

En esos cuatro aciagos partidos del mes de febrero jugó Diego Ribas de titular. El brasileño ha pasado junto a David Villa a un segundo plano (en el derbi ni entraron al campo), toda vez que el Cholo no les ve capaces ahora mismo de alcanzar el nivel de trabajo que él desea, que no es otro que el que se volvió a ver en el Calderón este domingo.

Con once tipos (más el Cebolla Rodríguez, único cambio) que saben muy bien de qué va su míster, el técnico argentino consiguió que el equipo fuera netamente superior al Madrid en varias fases del choque, logrando la remontada e incluso pudiendo conseguir un 3-1 al inicio de la segunda parte que hubiera sido casi definitivo.

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El empate vino cuando se acabó el fuelle

La peor noticia vino con el 2-2, no sólo por el empate en sí, que se dio en una jugada nada clara tras fallo de Mario Suárez en el lateral del área, sino porque vino precedido por una fase donde las piernas de los jugadores locales ya habían empezado a perder los duelos individuales y el Atlético se había replegado en exceso.

Seguramente, en la primera mitad de la temporada el equipo del Manzanares hubiera aguantado con solvencia la ventaja. Filipe Luis no quiso reconocerlo al final del choque, y habló de que se habían juntado para defender mejor esa tramo final. Pero quedo muy patente que la gasolina del Fórmula 1 que ayer volvió a ser el Atlético se acabó a falta de cuarto de hora para el final, lo que les hizo ceder mucho terreno y propició que el Madrid se viniera más arriba.

Sea como sea, el físico de los once que ayer jugaron volvió estar a tope durante gran parte de un partido importante (y ya estamos en marzo). Al menos sirvió para mantener el sueño liguero de los atléticos vivo. Ese empate se consiguió con la intensidad que propicia la preparación del Profe Ortega y que es la base de la exigencia de Simeone.

En definitiva, el equipo colchonero no se descuelga. Mientras las piernas den de sí, será difícil verlo caer. Porque cuando los hombres del Cholo se ponen a trabajar, es un espectáculo futbolístico que los acaba igualando a los equipos más poderosos del continente. Casi nada.

Al acecho. Ahí sigue el equipo de Simeone después de que su máximo rival pasara por el Manzanares. Un empate con emoción y goles, con detalles de calidad y pundonor, con una intensidad digna de un duelo donde estaba en juego ganar la mejor liga del mundo, donde mejor fútbol se ve.

Diego Simeone Vicente Calderón
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