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El Real Madrid despierta a tiempo de la siesta para subir a lo más alto de la tabla
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El Real Madrid despierta a tiempo de la siesta para subir a lo más alto de la tabla

El Real Madrid se deshizo del Elche con tres zarpazos de Illarramendi, Bale e Isco. Sin mucho brillo, el Elche apenas llegó a la portería defendida por Diego López

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Teniendo en cuenta la semana que le espera, no era buen día para echarse la siesta. El Real Madrid sucumbió a tan irresistible placer hasta que Illarramendi, al que pocos esperaban ver en su faceta goleadora, rompió el tedio. Y es que en la primera parte, el conjunto madridista durmió el choque a base de poseer el balón y crear ocasiones sin fortuna. Se echaba de menos la chispa, la intensidad y la conexión con los tres encargados de llevar la voz cantante en la delantera, Benzema, Jesé, más discreto que en otras ocasiones, y Bale que se desquitó con un gol imparable. Tanto en el galés como Isco necesitaban subir su moral y el andaluz también lo consiguió viendo puerta y escuchando su nombre coreado por un estadio en el que sigue estando en la nómina de favoritos. El Real Madrid se sitúa líder en solitario, un escenario inmejorable con la Champions y el Atlético a la vuelta de la esquina. En los prolegómenos, los jugadores del baloncesto ofrecieron la Copa del Rey lograda en Málaga al coliseo blanco.

Al madridismo le gustan los partidos en horario de siesta, no en vano alrededor de 75.000 aficionados blancos se reunieron en el Paseo de la Castellana para ver a los suyos. Y éstos no defraudaron. El Real Madrid saltó y dejó claras sus intenciones: quería el balón, dominar el partido, ser profeta en su tierra. El problema es que mientras los minutos avanzaban llegaban las ocasiones, pero los goles se resistían y pasada media hora, parecía que sobre el Bernabéu había caído el mismo embrujo que en el conocido cuento de 'La Bella Durmiente'. El partido se había dormido y pedía a gritos que alguien le devolviese la vida.

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El revulsivo llegó de unas botas inesperadas y después de una jugada que acabó en córner a pesar de que el Elche reclamó un fuera de juego de Benzema que Prieto Iglesias no señaló. Di María puso el balón en movimiento y esté fue a parar a la frontal del área, donde se encontró con Illarramendi que confía lo justo en su disparo, pero probó y le salió de maravilla. Gol, el segundo de su carrera, y soplo de vida para los protagonistas del Bernabéu y, sobre todo, para Bale que lo intentó una y otra vez asistiendo o probando él mismo.

Antes de la diana de Illarramendi, el Elche asumió su papel y decidió no asumir riesgos. En frente, un Real Madrid distinto por una simple razón: no estaba Cristiano en el once titular porque el TAD desestimó el recurso del Real Madrid un par de horas antes del choque. La ausencia del portugués no supuso un problema sino un cambio. El conjunto madridista exhibió un juego asociativo en el que todos participaban más. Ayudados por el poco ímpetu del Elche, el Real Madrid presionaba, las posesiones eran más largas y en la línea de tres cuartos había mucho más fútbol.

Las ocasiones existían, sí, pero no había intensidad. Fueron varios los que intentaron poner la chispa: Jesé cuando sólo habían pasado cinco minutos, Bale cuando se plantó solo ante Herrera y fue Botía el que apareció con rapidez y una eficacia impecable, incluso Arbeloa intentó, sin suerte, asistir a Benzema. El internacional español se coló en la alineación titular para sorpresa de los presentes que esperaban a Coentrao. Al Real Madrid le faltaba contundencia, el centro del campo no terminaba de fluir y se notaba la falta de un jugador como Modric capaz de encontrar a los delanteros. Sin el croata, su papel caía en las botas de Di María que no terminaba de encarar ni de buscar verticalidad.

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El Real Madrid regresó del descanso sabiendo que un sólo gol, metía al Elche de lleno en el partido. Bien es cierto que el conjunto alicantino apenas se había acercado a la portería de Diego López, pero no hay rival pequeño. Y así fue como el equipo visitante se animó, dio un paso al frente y el partido ganó en intensidad ayudado por un Real Madrid que tuvo que rehacerse ya que se rompió en dos. A Carlo Ancelotti no le gustaba lo que veía. A Xabi Alonso tampoco. Mientras el italiano pedía a Bale, Benzema y a un discreto Jesé que mordieran, el tolosarra advertía a sus compañeros para que recuperaran la sintonía. Y todo esto sin olvidar que Pepe se convirtió en protagonista por una fea entrada sobre Javi Márquez: el luso perdió el balón y cuando quiso solucionar el error, llegó tarde y con todo.

Los primeros pitos de las gradas del Bernabéu espabilaron al Real Madrid y subieron la temperatura del partido de la mano de Prieto Iglesias: obvió un par de faltas que caldearon los ánimos. Los jugadores blancos reclamaron roja por una falta a Jesé y pidieron un penalti por una mano que el colegiado no consideró así. En ese momento, el partido había entrado en una fase de trincheras en las que había más hombres en el suelo por las faltas que jugando el balón. Igual que en la primera parte, el choque necesitaba un cambio de rumbo que llegó con un zarpazo que nació a 35 metros de la portería de Herrera.

Allí fue donde Bale fabricó un gol que levantó de los asientos al público del Bernabéu: bajó la pelota y casi sin carrerilla, armó la pierna izquierda para mandarla al travesaño e ir dentro después. Un disparo seco y potente imposible de defender. Antes de que el feudo blanco ovacionase a Xabi Alonso, hizo lo propio con Isco coreando su nombre. ¿La razón? El andaluz firmó el tercero a los pocos minutos de saltar al campo: recibió el balón de Benzema, controló dentro del área y le pegó con el interior de su bota izquierda para poner el balón entre Herrera y su palo corto. Mal el portero del Elche. El Real Madrid siguió a lo suyo: llegaba a las inmediaciones de su rival con buen ritmo, como si los tres tanto a cinco del final le parecieran poco aunque fueron suficientes para resolver el choque a ratos monótono y a ratos intenso; tanto apuraron que Morata tuvo la última con el tiempo reglamentario cumplido. Toca pensar en Europa... y en el Atlético.

Ficha técnica:

3 - Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Varane, Arbeloa; Xabi Alonso (Casemiro, m.83), Illarramendi, Di María; Bale, Jesé (Isco, m.73) y Benzema (Morata, m.81).

0 - Elche: Manu Herrera; Cisma, Lombán, Botía, Edu Albacar; Carles Gil (Cristian Herrera, m.79), Rubén Pérez, Rivera (Aarón, m.73), Manu del Moral (Fidel, m.73), Javi Márquez; y Coro.

Goles: 1-0, m.34: Illarramendi. 2-0, m.62: Bale. 3-0, m.80: Isco.

Árbitro: Prieto Iglesias (Colegio Navarro). Amonestó a Pepe (50) por el Real Madrid; y a Rivera (40), Botía (63) y Javi Márquez (70) por el Elche.

Incidencias: encuentro correspondiente a la vigésima quinta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 75.000 espectadores. El Real Madrid de baloncesto dedicó la Copa del Rey a su afición. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Juan García Caballero, abuelo de Sergio Ramos.

Teniendo en cuenta la semana que le espera, no era buen día para echarse la siesta. El Real Madrid sucumbió a tan irresistible placer hasta que Illarramendi, al que pocos esperaban ver en su faceta goleadora, rompió el tedio. Y es que en la primera parte, el conjunto madridista durmió el choque a base de poseer el balón y crear ocasiones sin fortuna. Se echaba de menos la chispa, la intensidad y la conexión con los tres encargados de llevar la voz cantante en la delantera, Benzema, Jesé, más discreto que en otras ocasiones, y Bale que se desquitó con un gol imparable. Tanto en el galés como Isco necesitaban subir su moral y el andaluz también lo consiguió viendo puerta y escuchando su nombre coreado por un estadio en el que sigue estando en la nómina de favoritos. El Real Madrid se sitúa líder en solitario, un escenario inmejorable con la Champions y el Atlético a la vuelta de la esquina. En los prolegómenos, los jugadores del baloncesto ofrecieron la Copa del Rey lograda en Málaga al coliseo blanco.

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