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Messi y Valdés imponen su estilo y Pedro su 'hat-trick' para machacar al Rayo
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CESC REDONDEÓ LA GOLEADA

Messi y Valdés imponen su estilo y Pedro su 'hat-trick' para machacar al Rayo

El Rayo encajó otra goleada en una noche en la que Messi y Valdés dejaron claro que ellos marcan el paso en el Barcelona. Pedro y Fábregas lo corroboraron

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Ante la duda, goleada. Así se las gasta el Barcelona, que por tercera temporada consecutiva se marcha de Vallecas con una pila de goles. Cuatro, en concreto y todos a favor huelga decir. Ninguno en contra. El Rayo no logra pasar de ser un meritorio rival que amenaza con hacer grandes cosas y acabapartiéndose por la mitad. Así ha sido los tres últimos años. Un calco.

Una pena para la Liga, que empieza a sospechar que no hay quién pueda con elBarcelona. Perdón, con Messi. El argentino es quien manda por más que esta vez saliera sin celebrar un gol. Cosas extraña. Leo hace lo que quiere y cuando quiere para desesperación de todos. Si a su descomunal talento se añade el de Valdés no hay planteamientos que valgan. Ni estilo que debatir.

Da igual que el campo fuera pequeño, el césped irregular y el rival incómodo –en el primer tiempo- el Barça vivió de Messi y Valdés. Y de los goles de Pedro, por supuesto. El canario firmó el primer hat-trick de su carrera en una noche redonda en la que no hizo falta ni tan siquiera que Iniesta fuera titular. Cosa de las rotaciones.

Buen primer tiempo rayista

Mientras el Barça anda experimentando hacia dónde debe ir su estilo, el Rayo lo tiene claro: el suyo es el de Guardiola. Paradójico. Muchos entienden que es pretencioso y que le llevará a la ruina, pero Paco Jémez no se mueve ni un centímetro de ahí. Presión alta, intensidad, defensa en zona y adelantada… El manual con el que el Barcelona conquistó el mundo de la mano de Guardiola trasladado al humilde campo de Vallecas. Hermoso por lo idealista. Y hermoso también porque sobre el campo, al menos en los primeros 45 minutos, el Rayo fue mejor que el Barça.

Antes de que algún jugador del Barça se hubiese ajustado las botas, Perea ya había exigido a Valdés su primera parada salvadora de la noche. Un trallazo en el minuto 2 que anunciaba guerra. Y de la buena. El Rayo no iba a especular. Cosas del estilo. Como la siguiente jugada, claro. Porque este estilo tiene esto y exige atención máxima en defensa, más con Messi de por medio. El argentino estuvo muy cerca de embocar el balón en una gran jugada personal que sólo la punta de la bota de Arbilla mandó a córner cuando en la grada más de uno ya se llevaba las manos a la cabeza. Intensidad, desde luego, no le iba a faltar al partido.

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Los siguientes minutos fueron un bonito intercambio de golpes a un ritmo trepidante en el que el Rayo, sin cabe, anduvo más fino que el Barça. Sin terminar de rematar, eso sí, el equipo de Jémez se hizo con el mando del partido. Ellos querían el balón, los de Martino correr a la contra. El mundo al revés. La presión del Rayo era tan asfixiante que Montoya, todo nervios, estuvo cerca de batir a Valdés quitándose un balón de encima. La mirada del portero fue fulminante.

Fulminante también fue Messi. Nada nuevo. Cuando el Rayo acariciaba la idea de que podría llegar su oportunidad, apareció el argentino. Aprovechando un gran robo de balón de Song –titular en detrimento de Iniesta-, Messi se revolvió en un palmo para eliminador a dos jugadores del rayistas y poner el balón sobre la carrera limpia de Pedro, que mandó la pelota a la malla con un remate preciso y con rosca. Inapelable.

El Rayo, pese al golpe, tuvo posibilidad de engancharse al partido a renglón seguido. Pero topó con Valdés. El guardameta puede presumir de ser ahora mismo el mejor del mundo. No hay otro como él. Que se lo digan a Trashorras, que vio cómo la manopla de Víctor detenía un lanzamiento de penalti -el segundo esta semana- que hubiese revivido a su equipo. Una lástima, el partido merecía esa igualdad. Al menos antes de llegar al descanso.

Neymar, sensacional

Por si no había sido suficiente el palo de ver a Valdés evitar el empate, el Rayo encajó el 0-2 al minuto de haber empezado la segunda mitad. Un robo de balón de Xavi habilitó a Cesc para que desde la banda buscar a Pedro, que puso la pelota en la escuadra. Un tanto que redujo a los escombros todo el trabajo del Rayo y las expectativas por rehacerse. Lo que vino después fue un monólogo del Barça, en el que Messi y Neymar –el brasileño estuvo sensacional y remató un balón al palo- hicieron las delicias del público culé. Puede que hasta de alguno rayista, que aplaudió tímido más de una acción.

El asunto es que elBarcelona redondeó el marcador con una goleada firmada por Pedrohat-trick- y Fábregas. Demasiado sencillo todo después del sufrido primer tiempo que planteó el Rayo. Los de Jémez pueden que acusaran la intensidad del primer periodo, pero sobre todo decayeron de moral. Si después de todo lo hecho no habían encontrado una recompensa, quizá no valiera la pena seguir. Tan comprensible como reprochable. Seguro que Paco tiene mucho que decir.

Ficha técnica:

0 - Rayo Vallecano: Rubén; Tito (Nacho, m.46), Gálvez, Saúl Ñiguez, Arbilla; Trashorras, Baena; Perea (Embarba, m.48), Jonathan Viera (Larrivey, m.60), Mojica; y Bueno.

4 - Barcelona: Valdés; Montoya, Piqué, Mascherano, Adriano; Xavi (Jonathan Dos Santos, m.83), Song, Cesc; Pedro (Iniesta, m.74), Messi y Neymar (Tello, m.80).

Goles: 0-1: M.33 Pedro; 0-2: M.47 Pedro; 0-3: M.72 Pedro; 0-4: M.79 Cesc.

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Amonestó a Trashorras y Baena, del Rayo Vallecano; y a Adriano, del Barcelona.

Incidencias: Estadio de Vallecas (Madrid) ante 11.740 espectadores. En el descanso, el grupo de rock español Mago de Oz interpretó sobre el césped una de sus canciones más emblemáticas, 'Fiesta pagana', perteneciente al álbum Finisterra (2000).

Ante la duda, goleada. Así se las gasta el Barcelona, que por tercera temporada consecutiva se marcha de Vallecas con una pila de goles. Cuatro, en concreto y todos a favor huelga decir. Ninguno en contra. El Rayo no logra pasar de ser un meritorio rival que amenaza con hacer grandes cosas y acabapartiéndose por la mitad. Así ha sido los tres últimos años. Un calco.

Rayo Vallecano Leo Messi