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La maquinaria perfecta del Cholo sí aguanta el ritmo del Barça
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VENCE EN VALLADOLID CON gran AUTORIDAD

La maquinaria perfecta del Cholo sí aguanta el ritmo del Barça

Este Atlético va muy en serio. Habrá que ver lo que le dura la gasolina, pero este proyecto tiene muy buena pinta, y puede ser alternativa a los dos 'grandes'

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Este Atlético va muy en serio. Habrá que ver lo que le dura la gasolina, pero este proyecto tiene muy buena pinta, y perfectamente puede ser alternativa a los dos ‘grandes’. Todo dependerá lo que le despiste la Champions, algo que en este primer envite de la temporada no se ha notado para nada. El plantel de Diego Pablo Simeone es un equipo con todas las letras. Sabe a lo que tiene que jugar en cada momento, cuando imponer su autoridad, posee una gran seguridad defensiva y maneja muchas variantes en ataque que le hacen tremendamente peligroso. Todo esto se pudo comprobar en Pucela, donde el Valladolid nunca fue capaz de poner en jaque al colíder de la Liga, que se llevó tres puntos con una jerarquía digna de tener en cuenta.

A pesar del tremendo desgaste que el conjunto rojiblanco sufrió el pasado miércoles ante el Zenit de San Petersburgo, Simeone no hizo ningún tipo de revolución en su once titular en Zorrilla. Tan sólo movió dos piezas de su equipo base, Manquillo y Raúl García por Juanfran y Arda, para tratar de seguir el infernal ritmo impuesto por el FC Barcelona en lo alto de la clasificación de la Liga. Era consciente el Atlético de Madrid de la dificultad que entrañaba el partido ante el Valladolid. Un rival tremendamente motivado después de sumar cuatro puntos en los dos últimos compromisos ligueros y la habitual factura que suele pasar la máxima competición europea provocaron que el técnico argentino del conjunto colchonero tomara este encuentro con ciertas precauciones.

No fue el Atlético asfixiante de otras noches, eran conscientes de que un ritmo alto les podía sacar de punto (como a los ciclistas). De ahí que ambos conjuntos propusieran cosas distintas en el arranque. Mientras que el Valladolid buscaba meterle una quinta marcha al partido, el Atlético de Madrid esperaba atrás y le cedía la iniciativa a sabiendas de que iba a tener sus opciones a la contra. No era una cuestión de volverse locos, ésta es una temporada que va a requerir de grandes dosis de valeriana en el cuadro colchonero. Tres competiciones, y teniendo que lucharlas todas según marca el libreto del Cholo, van a requerirmomentos de tranquilidad y de administrar esfuerzos.

Así pues, entre la parsimonia del Atlético y el quiero y no puedo del Valladolid, la primera parte fue demasiado plana, un tostón hablando en plata. Tan sólo el último cuarto de hora levantó a los espectadores de sus asientos. Un par de disparos desde fuera del área de los pucelanos y las jugadas a balón parado de los colchoneros fue lo único que llevarse a la boca en unos primeros cuarenta y cinco minutos de mucho centrocampismo y de un juego excesivamente trabado, porque así lo quiso el Atlético. Habría que detenerse un instante en lo de las jugadas a balón parado del Atleti. Se ha encontrado un nuevo Pantic, se trata de Koke, y es que el canterano tiene un guante en su bota, lo cual está reportando a su equipo cantidades ingentes de opciones de gol. Un envenenado envío suyo acabó estrellándose en el larguero tras tocas en un jugador blanquivioleta. Y es que da igual quién remate el balón, el simple toque del internacional rojiblanco es pura dinamita.

El Atleti dio un paso adelante

Valladolid  - atlético de madridLa sensación que daba el partido es que se estaba desarrollando según el guión previsto por Simeone. Una primera parte de poco desgaste y sin apuros, suficiente para que el Atlético echara el resto en el segundo período. Así fue. Los rojiblancos adelantaron líneas y se lanzaron a por el partido, y eso a día de hoy supone que al Valladolid no le dépara neutralizar al que muchos califican en estos momentos como el equipo más en forma de Europa.

Sin un juego excesivamente fluido, los del Vicente Calderón se aferraban a ese guante mágico de Koke. Dos nuevas acciones a balón parado llevaron el miedo a las gradas de Zorrilla. Se intuía que algo podía pasar, y nada bueno para un Valladolid que no le tomó el pulso al partido tras el descanso. Fueron los prolegómenos al primer tanto del encuentro. Una vez más, el nuevo internacional con Del Bosque puso un balón milimetrado sobre el área de los hombres de Juan Ignacio Martínez para que Raúl García, con un toque sutil y de un virtuosismo propio del Circo del Sol, alojara el balón en el fondo de las mallas de la portería de Mariño, quien se estaba convirtiendo en el héroe local. Hay quien duda de la voluntariedad del navarro en el remate, pero la sensación es que Raúl la quiso poner ahí. ¡Chapeau!

Tras el tanto, el Cholo empezó a meter frescura en la medular. El objetivo de ponerse por delante ya estaba conseguido, ahora era cuestión de mandar y controlar el partido. Para eso entró Arda en lugar de Villa. Los colchoneros manejaban el partido a su antojo, pero sabían que el Valladolid iba a tener esos coletazos de rabia propios de un equipo local. Y los de JIM tuvieron el empate en una nueva acción a balón parado, un barullo en el área que nadie supo acertar a rematar. Ahí estuvo la clave. El Atlético ya había concedido en defensa lo poco a lo que nos tiene habituados, y los castellanos no lo aprovecharon, mal presagio.

Así, en la siguiente jugada, magistral pase en profundidad de Koke para Diego Costa, y el brasileño puso la puntilla. Del 1-1 se pasaba al 0-2. Jaque mate. El partido quedaba finiquitado. El colíder lo iba a seguir siendo tras superar una de las grandes reválidas del inicio de temporada. Un miércoles-domingo de máxima exigencia que apenas se notó en un equipo empeñado en ser lo que quiere su entrenador, una auténtica pesadilla para los rivales.

- Ficha técnica:

0 - Real Valladolid: Mariño; Rukavina, Rueda, Peña, Bergdich; Omar (Osorio, min. 56), Sastre, Rossi, Rama; Ebert (Alcatraz, min. 81) y Guerra (Manucho, min. 73).

2 - Atlético de Madrid: Courtois; Manquillo, Godín, Miranda, Filipe Luis; Raúl García (Cristian Rodríguez, min. 75), Mario Suárez, Gabi, Koke (Leo Baptistao, min. 83); Diego Costa y Villa (Arda Turan, min. 57).

Goles: 0-1, min. 56: Raúl García; 0-2, min. 71: Diego Costa.

Árbitro: Álvarez Izquierdo (comité catalán). Amonestó con amarilla a Sastre y Rossi, del Valladolid; y Mario Suárez y Gabi, por parte del Atlético.

Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de Liga disputado en el estadio José Zorrilla ante 16.900 espectadores. Unos 1.500 de ellos hinchas del conjunto rojiblanco. Temperatura agradable.

Este Atlético va muy en serio. Habrá que ver lo que le dura la gasolina, pero este proyecto tiene muy buena pinta, y perfectamente puede ser alternativa a los dos ‘grandes’. Todo dependerá lo que le despiste la Champions, algo que en este primer envite de la temporada no se ha notado para nada. El plantel de Diego Pablo Simeone es un equipo con todas las letras. Sabe a lo que tiene que jugar en cada momento, cuando imponer su autoridad, posee una gran seguridad defensiva y maneja muchas variantes en ataque que le hacen tremendamente peligroso. Todo esto se pudo comprobar en Pucela, donde el Valladolid nunca fue capaz de poner en jaque al colíder de la Liga, que se llevó tres puntos con una jerarquía digna de tener en cuenta.

Vicente Calderón Diego Costa
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