Éver Banega cambia irresponsabilidad por galones en el nuevo Valencia

El 19 de octubre del pasado añoreaparecía Éver Banega tras ocho meses de baja. La rocambolesca lesión sufrida por el medio, en la que se fracturó tibia y peroné tras intentar frenar su coche al no echar el freno de mano, pareció purgar todos los demonios del díscolo jugador valencianista. Desde su reaparición ante el Athletic de Bilbao, partido que revolucionó con su entrada en el último cuarto de hora, ha mantenido una línea ascendente hasta el punto que en la presente campaña será uno de los capitanes del Valencia. Fichado por 18 millones de euros en el mercado de invierno de 2008, procedente de Boca Juniors, comienza su sexta temporada como uno de los líderes para la hinchada. Mientras el éxodo de numerosas estrellas obliga a la grada de Mestalla a realizar un nuevo acto de fe, Banega aparece como el faro sobre el que pivotará el futuro del ValenciadeDjukic, que debuta hoy en Liga ante el Málaga (23:00h., Canal+ Liga/Gol TV).

Nadie dudó nunca del talento deBanega, de su capacidad para domar el esférico y marcar el estilo de su equipo. Era sin embargo su indomable vida fuera del césped la que endemoniaba al diamante del Valencia. Sus escándalos en los primeros seis meses en Valencia obligaron al club a cederlo durante una campaña al Atlético de Madrid. A su regreso, Emery logró poco a poco reconducirlo. Expresaba sin embargo cierta intermitencia en su juego, destilando su talento a ráfagas. Su inconstancia, unida a ciertas salidas de tono, mantenía en el alambre su permanencia en el club. Sólo su calidad le ha salvado de la quema. En su sexta temporada, el medio ha logrado por fin encontrar la madurez necesaria.

Después de cinco veranos debatiendo en la zona noble de Mestalla sobre el futuro del argentino, es el primer curso en el que se tenía claro que debía liderar el proyecto. Convertido en un talento atribulado por su carácter rebelde, propenso a los escándalos y salidas de tono, la última temporada ha terminado por ser la de su consagración. Entre el enorme legado dejado por Ernesto Valverde en su efímero paso por la entidad reside el haber logrado explotar el enorme talento que con cuentagotas venía demostrando el centrocampista argentino. Dotado de una técnica exquisita, con una visión innata para marcar el tempo en tres cuartos de cancha, Valverde adelantó su posición hasta la mediapunta y así destapar el tarro de las esencias del argentino. Una decisión que ha mantenido Djukic y que le está reportando grandes réditos.Desde la mediapunta además ha logrado descorchar el gran disparo que posee, algo más complicado cuando se ha desenvuelto en el doble pivote. Su nombramiento como uno de los capitanes de la plantilla ha terminado por serenar a un jugador que sabe de su importancia para el grupo y ejerce como tal.

“Si Banega no se despista no tendrá techo”, declaraba Humberto Grondona, director técnico de la selección sub-19 de Argentina. Su regeneración ha llegado también hasta su país, donde la opinión pública le ve como un hombre clave para el próximo Mundial que se celebrará en Brasil en 2014. Capaz de hechizar con su juego a los que le rodean para hacerles mejores, Banega aspira a convertirse en el crack que ya apuntaba en Boca Juniors con tan sólo 19 años. Tras seis temporadas en Valencia, en Valencia lo apuestan todo al ‘10’. Mestalla se encomienda a ‘Éver’.