Ancelotti serena al Madrid a la espera del 'terremoto Bale' y la firma de Cristiano

El Real Madrid cerró en Sant Louis con victoria sobre el Inter (0-3) una pretemporada que ha supuesto un soplo de aire fresco. La salida atropellada de José Mourinho el pasado mes de junio, en un último mes que sacudió a toda la entidad, dio paso a la llegada de Carlo Ancelotti. El técnico italiano ha logrado serenar a la plantilla, ha devuelto el juego a los jugadores y ha traído normalidad al club. Con él, también ha cambiado la política del club. A la espera de la llegada de Bale, culmen del nuevo proyecto de Florentino Pérez, también ha cambiado la política del club. Regresó Carvajal, símbolo de la cantera por ser el hombre que puso la primera piedra de la Ciudad Real Madrid tras su paso por el Bayern Leverkusen. Tras él, el club blanco miró de nuevo a la sub-21 y fichó a golpe de talonario a Isco e Illarramendi. Casi 70 millones entre los dos jóvenes españoles. A estos fichajes, se une la apuesta del club, esta vez de verdad, por la cantera al incorporar a las tres perlas de la cantera a la primera plantilla: Nacho, Jesé y Morata formarán parte del grupo que estará a las órdenes de Ancelotti.

Con la sombra de José Mourinho sobrevolando la entidad, con heridas aún por cerrar, ha vuelto a hablarse de fútbol en Concha Espina. Ya no existe el debate de si hay clanes en el vestuario o si el entrenador se habla con las vacas sagradas. El debate vuelve girar alrededor del juego. Con Cristiano como estrella rutilante,a la espera de que firme el compromiso de renovación pactado,a su alrededor se han situado una terna de coristas llamada a ampliar las posibilidades del juego. Con jugadores como Isco, Illarra o un renacido Luka Modric se hace obligatorio que el estilo de los de Ancelotti sea dominar a través del juego y no con pegada. En un equipo que durante años ha vivido del contragolpe, sustentado en el poder de sus extremos, y con Özil como único faro, el contragolpe aparece ahora como un recurso y no como el plan ofensivo principal. Se atisba así un Madrid más ambicioso a la hora de afrontar los partidos, capazde adaptarse con más garantías alas distintas situaciones.

A la espera del primer once que debutará en Liga ante el Betis en el Bernabéu (domingo 18, 21:00 h. Canal+), guarda aún ciertas dudas el cuerpo técnico del Madrid, que con la presencia de Zidane gana más púrpura de la destilada por Rui Faría y compañía. Tendrá que decidir entre Diego López o Iker Casillas. El buen hacer del gallego siembra ciertas dudas en la portería, aunque la jerarquía y la estrella de Iker pesan demasiado. Con Varane ausente la duda radica en el lateral derecho, toda vez que se presume a Pepe como pareja de Ramos. Las buenas sensaciones de Dani Carvajal complican el puesto a Álvaro Arbeloa, que en la última Confederaciones dejó algunas dudas. Su larga trayectoria y su experiencia parecen otorgarle cierta ventaja al menos en los primeros encuentros de Liga. Más dudas siembra la composición en el mediocampo, donde no está claro el sistema a elegir. Con Xabi Alonso aún en proceso de recuperación e Illarra en proceso de asimilar la dimensión de su nuevo club, Khedira y Modric serán los encargados de llevar el juego del partido. Ha ganado presencia el croata, más participativo en el juego y con más jerarquía para sus compañeros, que le tienen como referencia a la hora de ordenar el juego.

Por delante de los dos pivotes parece que serán Isco, Özil y Cristiano los que formarán la línea de tres por detrás de Benzema. Isco, flamante campeón de Europa sub-21 con España, ha sido una de las sensaciones del verano en el club. Di María, gris durante el último año, ha recuperado vuelo en estos bolos de verano y tampoco sería descartable que fuera de la partida el próximo domingo en el Bernabéu. En el banquillo volverá a estar Kaká, que aguardará su enésima oportunidad en la casa blanca con el Mundial en el horizonte. Por detrás, aparecen nombres nuevos como Casemiro, alternativa de garantías para el mediocampo y las estrellas de la cantera, Morata y Jesé. Tras años convulsos, vuelven los focos al césped. Sin estridencias, con un perfil alejado de la histriónica figura que suponía la presencia de Mourinho, Ancelotti busca que el fútbol vuelva a los futbolistas, principio y fin de todo equipo. A la espera de resultados, el Madrid vuelve a ilusionar desde el juego y no desde los focos.