El Barcelona quería 'engordar' a Neymar y ahora sólo pesa 57 kilos

"Neymar debe ganar peso para jugar en Europa”. Esta fue la primera consigna que dio Ricard Pruna, médico jefe del primer equipo del Barcelona, nada más completar la revisión previa a la presentación de Neymar da Silva. Los 64,5 kilos que marcó la báscula unidos los 174 cm. de talla del brasileño fueron suficiente indicador para que el doctor pensara en una plan para ‘engordar’ al jugador ante la exigencia física y los duros golpes que le esperaban en su aterrizaje en Europa. El fútbol brasileño es otra cosa y Neymar debe ganar en presencia física. Ese fue el dictamen.

El plan, sin embargo, se ha visto alterado desde que el futbolista fuera operado de las amígdalas, algo que por cierto no guarda relación alguna con el hecho de coger peso y sí con una infección crónica que le hacía perder el apetito. Las cosas, pese a todo, no mejoraron y desde que fuera intervenido el pasado 5 de julio, tras la Copa Confederaciones, Neymar ha perdido hasta 7 kilos y se le ha detectado una anemia. “Ha tenido una baja de hierro en la sangre significativa. El cansancio físico que está teniendo en las últimas semanas no es normal y eso es muy preocupante. Como él casi no tiene grasa para perder, pierde masa muscular”. Tan detallado historial es obra de su padre, que se muestra preocupado por la acusada pérdida de peso de su hijo.

El problema con el peso de Neymar, en cualquier caso, nada tiene que ver con lo ocurrido en el último mes y su aterrizaje en Barcelona –algunos ya comienzan a apuntar supuestos problemas de ansiedad-. Nada más lejos. El crack azulgrana ya estuvo en manos de los nutricionistas en su etapa en el Santos. En concreto con Sandra Merouço, quien consiguió que ganara hasta “seis kilos” y que refrenda la necesidad apuntada por Pruna de que aún debe ganar más: “Necesitaría por lo menos engordar tres más”. Todo, pese a que su “genética le hace ser muy delgado”, de ahí que le dieran “muchos suplementos para subir las calorías".

Neymar, mientras, sigue de gira con el Barcelona por Asia y dice sentirse cada día mejor. Él no tiene problema con su peso: “Estoy bien, no tengo problemas para entrenar. Llegaré bien a la Liga”, confesaba el futbolista, que está siguiendo un detallado plan alimenticio específico y toma suplementos vitamínicos para terminar con la anemia que padece y encauzar su recuperación de peso lo antes posible. De momento, está siete kilos por debajo que cuando llegó y eso que querían ‘engordarle’.