Cara y cruz: mientras Isco brilla, Illarramendi se come la cabeza

Irrumpía Florentino Pérez en las elecciones del año 2000 a la presidencia del Real Madrid con la firme intención de construir el Madrid de su infancia. Ese que, de la mano de Santiago Bernabéu, reunió a los mejores jugadores del mundo con los grandes jugadores españoles. En aquella época, a Di Stéfano o Puskas se unieron españoles como Paco Gento o Amancio. Desde su llegada, no dudó Pérez en recordar que la “vocación de universalidad imparable del Real Madrid” pasaba por contar con “los mejores jugadores del mundo y los mejores jugadores españoles”. Todo con una importante aportación de canteranos de la entidad. Tras el ‘ciclón Mourinho’, en una de las épocas más viscerales de la reciente historia del club, ha vuelto al origen.

Para ello no ha dudado en pagar lo necesario. Tras abonar por el regreso de Dani Carvajal 6’5 millones, el presidente fichó a Isco por 30. Una operación aceleradaya que el jugador se había comprometido con Manuel Pellegrini para recalar en el Manchester City. Tras él, vino otro compañero del malagueño en la selección española sub-21. En unas negociaciones complicadas, Asier Illarramendi recalaba en el club blanco a cambio de 32 millonessegún anunció el conjunto blanco en un comunicado. Una cantidad todavía por dilucidarya que el presidente de la Real Sociedad cifró la operación en 39.

En ese cambio de aires que pretende Pérez en su tercer mandato al frente del Real Madrid asoman luces y sombras. La luz es Isco Alarcón. El brillante mediapuntaestá siendo la sensación en esta pretemporada. Se le ve cómodo, como si nada hubiera cambiado en su vida. Al fútbol se juega igual en cualquier sitio ha debido pensar. Desde la naturalidad que desprende su juego, el ‘23’ blanco está cumpliendo las expectativas que generó su fichaje. Estrella rutilante del ‘EuroMálaga’que a punto estuvo de alcanzar las semifinales de Champions ante el Borussia Dortmund, no ha sentido la presión.

Mientras Isco se doctora, Illarramendi se funde

Formado en la cantera del Valencia, ya demostró el malagueño en su presentación el gran aplomo pese a su corta edad (21 años). “No va a haber problemas para encontrar sitio dentro del campo. Me siento preparado para jugar en el club más grande que hay". Puestos los focos sobre él como gran novedad, a la espera de Gareth Bale, ha aceptado su rol de gran fichaje. En el encuentro frente a Los Ángeles Galaxy volvió a evidenciar que ya es una realidad. “Tiene una gran habilidad para buscar espacios entre líneas”, declaraba su entrenador, Carlo Ancelotti.

El otro gran fichaje, Illarramendi, no está corriendo la misma suerte. Enquistada la renovación de Xabi Alonso, en el club blanco se apresuraron a fichar al señalado como su sucesor. Desde la marcha del donostiarraa Liverpool, la Real Sociedad empezó a buscar a un nuevo jugador que evocara al irrepetible mediocentro. No despuntó desde el comienzo Illarramendi. El jugador, que convivía entre luces más brillantes como Elustuondo o Rubén Pardo, rompió el cascarón la pasada campaña con Montanier al frente. Clasificado para la Champions, 'Illarra' fue el faro sobre el que giró el juego realistaque notó su ausencia en los contados partidos en los que no estuvo sobre el césped.

El mediocentro, que calificó su llegada al equipo blanco “como una oportunidad irrechazable”, ha sufrido cierto mal de altura. Según avanzó LaSexta, el jugador estaría sufriendo unaansiedad que ha mermado su aspecto físico desde que comenzó la pretemporada a las órdenes de Carlo Ancelotti. El de Mutriku tan sólo ha podido disputar la segunda parte ante el Bournemouth y 34 minutos ante el Olympique de Lyon en Gerland. Desde entonces ha desaparecido de los ‘bolos’ disputados por su equipo. El jugador, que fue arropado en su presentación por un numeroso grupo de amigos, sufre molestias musculares que no han remitido desde que comenzará los entrenamientos en Valdebebas. Inquieta en la entidad blanca el poco recorrido que está teniendo el jugador desde su llegada. Con Xabi Alonso sin fecha fija para su reaparición, aguardan en Chamartín al joven guipuzcoano para que tome las riendas en ausencia del tolosarra.