Un triste y aburrido Real Madrid no logra motivarse ni con el fallo del Barcelona

Contraste. Por un lado el Zaragoza se acerca con un punto más a la salvación y por otro el Real Madrid ve como pasa una jornada más y ya son solo nueve los partidos que restan por terminar este suplicio de Liga para los madridistas. El gol de Rodri tuvo cumplida respuesta en Cristiano Ronaldo, que junto a las paradas de Diego López y Roberto, son lo único digno de un partido más de un campeonato sentenciado hace mucho tiempo.

 El Real Madrid decidió deambular por la Liga allá por el mes de septiembre. Jugadores y técnicos renunciaron al campeonato en cuanto el Barcelona se marchó con ocho puntos de ventaja. A partir de ese momento, derrota ante el Sevilla, los partidos domésticos han pasado a ser bien experimentos emocionales o incluso tácticos-deportivos. Seis meses y 25 partidos después, la situación es muy parecida porque los azulgranas se saben campeones y poco importa lo que hagan. La sensación es que la Liga la tiró el equipo blanco y nadie sabe el motivo por el que desconectaron con más de cien puntos por delante. En La Romareda tuvieron la ocasión de ponerse a once puntos, pero la ley del mínimo esfuerzo de la primera parte y un digno Zaragoza, lo impidieron. Lo dicho, la Liga terminó en septiembre porque el otro equipo que podía pelearla, el Atlético, nunca creyó en esa conquista. 

Muchos de esos partidos se han convertido en auténticos calvarios para los aficionados y a veces para algunos jugadores que no son habituales y que fuera de forma se dedican a correr para acumular méritos, véase Kaká. Ante el Zaragoza decidió tirar del plan B, es decir, del centro del campo suplente. En el banco las fuerzas vivas a la espera de ponerse el traje de supermán y solucionar el partido, algo que no sucedió en La Romareda. Un centro del campo formado por Modric y Essien, más Callejón y Kaka no es de recibo para el Real Madrid y la consecuencia se paga con un juego sin profundidad, sin ideas. La primera consecuencia de esta desidia y este sacar a los segundos espadas es iniciar el partido, a veces la primera mitad entera, cediendo la iniciativa y el juego al contrario. 

El Zaragoza se sabía el guión y salió a tope. A los dos minutos, Rodri ya tuvo la primera. Tres después el canterano del Sevilla y Barcelona aprovechó un robo de Apoño y una posterior indecisión de Pepe y Arbeloa, para lograr el primer gol en jugada del Zaragoza en 2013 y para que el Real Madrid recibiera gol por séptimo partido consecutivo. Objetivo cumplido del equipo de Jiménez, que por miedo o por cautela, no dio el paso de sentenciar el partido. Por momentos daba la sensación de conformidad con el gol logrado, lo de dio paso, junto al atolondramiento blanco, a una fase del partido en que ni uno ni otro querían jugar a nada. 

El panorama no cambió hasta que Rodri, otra vez, despertó a todo el mundo con un zurdazo que buscaba la escuadra de Roberto. El Real Madrid ni aparecía. Ni Modric ni Essien eran capaces de aguantar y de, lo que es peor, dar ritmo y sentido al juego blanco. De esta manera la única ocasión antes del gol llegó tras un saque de esquina en el que Roberto confundió la cabeza de Ramos con un saco, dejando al balón y al campeón del mundo 'muertos' dentro del área pequeña. Loovens salvó el gol que hubiera sido de Álvaro en propia puerta.  

El fútbol, por fortuna, no es algo matemático y por eso mismo el Real Madrid logró empatar sin saber muy bien ni el cómo ni el porqué. Balón al área, dudas de la defensa gracias a la molestia ejercida por Callejón, balón suelto que termina en Higuaín, que con un leve toque se la da a Ronaldo para que se invente un gol. Cero ocasiones, un gol. Efectividad máxima. Siete para el final de la primera mitad y a partir de ahí y hasta el descanso, lo mejor del partido con siete minutos intensos, con llegadas de los dos equipos. Ver para creer. Essien, Rodri, Abraham... más que en todo el partido.

La segunda parte se inició con vértigo. A los tres minutos triple ocasión blanca en las botas de CR7, Marcelo y Essien, pero Roberto, el palo y la falta de acierto del africano, lo impidieron. A partir de ese momento, aburrimiento hasta la hora de juego, momento en el que Mourinho decidió dar entrada a la primera línea. Özil, Di María y Khedira saltaron para arreglar el asunto y sumar tres puntos más, pero no dieron al juego la frescura de otros días.

Las ocasiones se las repartieron los dos equipos, destacando una de Marcelo que no se sabe muy bien qué buscaba tras tirar a puerta teniendo a tres compañeros solos (se lo recriminaron) dentro del área y un cabezazo de Postiga que salvó Diego López. Ocasiones fallidas que dejaron sin movimiento un justo marcador, cerrado antes del descanso.

Ficha técnica:

1 - Zaragoza: Roberto; Sapunaru, Loovens, Alvaro, Abraham; Edu Oriol (Wílchez, min.82), Movilla, Apoño (Romaric, min.53), Montañés; Rodri (Víctor, min.63) y Postiga.

1 - Real Madrid: Diego López; Arbeloa (Ozil, min.61), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Essien, Modric; Callejón (Di María, min.61), Kaká (Khedira, min.61), Cristiano Ronaldo; e Higuaín.

Goles: 1-0. min.6. Rodri; 1-1. min.38. Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Undiano Mallenco, del C. Navarro. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Alvaro, Rodri y Loovens y a los visitantes Sergio Ramos, Arbeloa y Modric.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 29 de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 30.000 espectadores.