Tercer asalto para Manzano en un retorno con demasiado riesgo

Es el equipo en el que más partido ha dirigido (103 encuentros) y donde ganó la Copa del Rey, su único título como entrenador. Gregorio Manzano inicia una nueva andadura en el Mallorca, y ya ven tres, para tratar de recomponer un equipo en una situación peliaguda después de que Joaquín Caparrós fuera destituido. Decimonoveno en la tabla, con sólo 17 puntos, el técnico se enfrenta al reto de intentar salvar al equipo del descenso. Si lo consigue, tendrá premio y podrá permanecer en el club mallorquinista el próximo curso.

Manzano, que debuta hoy en el banquillo del Iberostar Estadio, tendrá un estreno complicado porque su nuevo equipo se mide a un rival directo por la salvación como Osasuna. Un partido con mucha tensión en el terreno de juego y en la grada, después del recibimiento hostil por parte de la afición que vivió el técnico en su primer entrenamiento con el equipo en la tarde del miércoles.

El principal motivo de esta reacción por parte de un sector de la afición se debe a la postura que adoptó Manzano durante el concurso de acreedores al que fue sometido el club en 2010 cuando estaba en manos de Mateo Alemany. El técnico presentó una  demanda por impago de más de un millón de euros que aún colea, porque cobrará el 50% de su contrato en los próximos cinco años. En aquella temporada, en su segunda incursión en el Mallorca, Manzano mantuvo al equipo 38 jornadas en los puestos europeos después de haberlo recogido cuatro años antes con 19 puntos a falta de 15 jornadas. Antes, en 2003, logró la Copa del Rey con un equipo capitaneado por Eto’o, Ibagaza y Miguel Ángel Nadal.

En su tercera aventura en el Mallorca, Manzano recoge una plantilla desmoralizada en la que tendrá que utilizar a fondos sus dotes de psicólogo y educador para levantar los ánimos de un grupo que se ve con los pies en Segunda División.