Para que Messi se sienta seguro, Valdés se queda sin competencia

La decisión de prorrogar, por lo tanto, el contrato de Pinto está más encaminada a  satisfacer los deseos de Messi de seguir teniendo cerca a su gran amigo que en reforzar la calidad de la portería azulgrana, donde Víctor Valdés es intocable salvo en el Copa. La competición del ko parece reservada para Pinto. Así lo quiso Guardiola y así parece haberlo decidido también Tito Vilanova. Poco más como demuestran los 15 partidos de Liga que ha disputado Pinto en las seis temporadas que lleva en Barcelona. Lo mismo da. Pinto, más allá de su participación en el campo, es clave en el vestuario.

La pregunta que muchos se hacen en el entorno azulgrana es si de verdad se hace lo correcto al renovar a Pinto sólo por su amistad con Messi y el buen ambiente que genera en el vestuario. Para algunos esa armonía es fundamental y uno de los pilares de este laureado equipo, mientras que los más escépticos esgrimen un argumento deportivo de peso: Valdés no tiene competencia. Y no les falta razón.

Nadie discute el nivel del portero titular del Barcelona, pero la función de los porteros suplentes es mantener en alerta al primer portero para que no baje su nivel competitivo. En este sentido, Valdés siente poca presión ya que parece instaurado por decreto que él juega todo salvo los partidos de Copa. Nada que pueda incomodarle y hacerle temer por su puesto en algún momento. El orden jerárquico se mantiene a raja tabla y Pinto no parece ser el más indicado para cambiarlo por más que el club le haya renovado. En cualquier caso, las cosas no le han ido más ni a uno ni a otros. Valdés ha sido importante en los títulos de Liga y las dos Champions; Pinto, el portero titular de las dos últimas Copas del Rey. El equilibrio se mantiene. Y el Barcelona se aprovecha de ello.