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El Málaga saca los colores a un Real Madrid que ya está a 16 puntos del Barcelona
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JUGADORES Y TÉCNICO MADRIDISTAS, CULPABLES POR IGUAL

El Málaga saca los colores a un Real Madrid que ya está a 16 puntos del Barcelona

El Real Madrid no toca fondo. Sigue con su caída libre. Mourinho y sus jugadores siguen sin encontrar el rumbo y ya están a dieciséis puntos

Foto: El Málaga saca los colores a un Real Madrid que ya está a 16 puntos del Barcelona
El Málaga saca los colores a un Real Madrid que ya está a 16 puntos del Barcelona

El Real Madrid no toca fondo. Sigue con su caída libre. Mourinho y sus jugadores siguen sin encontrar el rumbo y ya están a dieciséis puntos del Barcelona. El Málaga, tras aguantar la primera mitad, se dedicó a jugar al fútbol tras el descanso, pasando por encima de un equipo madridista perdido, sin rumbo, sin patrón de juego y con unos jugadores que distan mucho de ser los mismos que ganaron el pasado campeonato. El equipo de Pellegrini derrotó al de Mourinho por tres goles a dos gracias a los tantos de Isco y el doblete de Santa Cruz, que sirvieron para dejar en nada el de Sergio Sánchez en propia puerta y el de Benzema.

El técnico se pierde en batallas intestinas, pero el rendimiento de la plantilla deja mucho que desear. Si el técnico buscaba un culpable sentando a Casillas, el Málaga de Pellegrini ha demostrado que el portero no es el culpable. Y si hay que buscar unos responsables, hay que señalar a técnico y jugadores por igual. Uno y otros. 

La suplencia de Iker alteró el pulso a todos, incluidos jugadores y aficionados, que durante los primeros minutos del partido estaban más pendientes de lo que sucedía en el banquillo madridista que del juego en sí. Ver al capitán blanco entre los suplentes conmocionó a todos. Lógico. La última ocasión en la que sucedió algo así fue hace una década y ver a Iker con el chándal puesto y sentado al lado de Morata, Nacho y Callejón llama la atención. Mourinho tenía ganas de hacerlo y se atrevió ante el Málaga tras muchos meses de meditación.

Tras superar el impacto, el Real Madrid intentó mandar en el partido. A contraestilo, dominando la pelota, pero adoleciendo de falta de contundencia, algo que viene siendo habitual durante la temporada. El dominio no se transformaba en claras ocasiones de gol. La tuvo Ronaldo en el minuto 24, pero la izquierda del portugués falló ante un Caballero batido. Un minuto después fue Di María el que bajó un balón imposible, pero el segundo control le impidió rematar ante el portero malaguista. El Málaga, mientras, aguantaba y esperaba su ocasión a balón parado. Poco trabajo para tranquilidad de Adán, tanto que en toda la primera parte no tuvo que hacer parada alguna.

La locura de la segunda mitad

El tanteo y el intercambio de golpes del centro del campo (cada equipo reclamó un penalti antes del descanso) pasó a la historia nada más que Hernández Hernández pitó el inicio de la segunda mitad. El Málaga salió más enchufado, como dando la sensación de haber dejado madurar al verde equipo de Mourinho en el primer tiempo. A las tres minutos, los de Pellegrini decidieron hacer lo que no habían hecho en los primeros cuarenta y cinco minutos, es decir, triangular y pisar el área de Adán. Joaquín controló un balón dentro del área con el suficiente tiempo como para ver a Isco en zona peligrosa, que con un tremendo control orientado sentó a la defensa madridista para disparar ajustado al poste para desesperación de Adán, que vio como la primera que le llegaba terminaba besando la red. 

El Málaga se empezaba a creer que jugando al fútbol podía derrotar al Real Madrid, algo que no hizo en la primera mitad. Era el momento de Joaquín, Saviola, Isco y un marrullero Eliseu. Los de Mourinho ni veían la pelota, que siempre estaba en poder andaluz. Dos ocasiones del exmadridista y otra del ex del Valencia glosaron diez minutos de control local y de sufrimiento madridista. 

Mourinho tenía que reaccionar. Su equipo se venía abajo y decidió que primero entrara Callejón por Arbeloa y después Kaká por Di María. Poco argumento para dar la vuelta a la situación, pero el coraje de alguno de los madridistas posibilitaron que el Real Madrid forzara, metiera una marcha más y apareciera con peligro por el área de Caballero. Ronaldo la tuvo, pero no le debió parecer suficiente tener a tres compañeros solos dentro del área y forzó la jugada individual. Antes, De Michelis se la quitó a Benzema, que tampoco acertó un minuto después. 

La imagen era otra, había toque y desmarque, algo que en la primera mitad no apareció por ningún lado. En una de esas llegadas y como consecuencia de un barullo en el área, Sergio Sánchez metió dentro un centro de Benzema que buscaba el punto de penalti. Corría el minuto 64 y todo indicaba que el marcador podía dar la vuelta, algo que Özil estuvo a un paso de certificar.

El partido pintaba de verde, pero cuando el Real Madrid concede muchos a sus rivales jugando con Callejón y Essien en los laterales, ni atacan, ni, claro está, defienden. No es de recibo y lo termina pagando. Si lo dudan miren los goles. En el segundo del Málaga, minuto 72, Jesús Gámez tiene tiempo de levantar la cabeza, mirar y buscar al compañero mejor colocado, que en este caso fue Joaquín. Adán salvó el taconazo del andaluz, pero nada pudo hacer ante la aparición de Santa Cruz, que apareció ante la mirada de Khedira y la ausencia de Pepe.

Tres minutos después la escena se repite, cambiando de banda. Joaquín lanza una contra por su banda, que asiste a Santa Cruz, que tiene tiempo de girarse y batir a Adán por su palo. Otra vez la defensa se dedicó al sano ejercicio de observar al contrario sin apenas ofrecer resistencia. Ver para creer. 

Al menos, el Real Madrid reaccionó y maquilló el resultado con un gol de Benzema y alguna que otra parada de Caballero, pero el Málaga metía el miedo en el cuerpo en cuanto pasaba del centro del campo, especialmente con un majestuoso Joaquín, que en la ciudad andaluza ha encontrado su mejor hábitat posible. Ante el Real Madrid fue el mejor, haciendo disfrutar por igual a sus compañeros y a una afición entregada con la victoria ante el Real Madrid.

- Ficha técnica:

3.- Málaga CF: Caballero; Gámez, Demichelis, Sergio Sánchez, Monreal; Eliseu, Camacho, Portillo (Iturra, m. 69), Isco, Joaquín (Sebastián Fernández, m. 83) y Saviola (Santa Cruz, m. 64).

2.- Real Madrid: Adán; Arbeloa (Callejón, m. 58), Pepe, Sergio Ramos, Essien; Di María (Kaká, m. 63), Xavi Alonso (Modric, m. 77), Khedira, Cristiano Ronaldo; Ozil y Benzemá.

Goles: 1-0, M.48: Isco. 1-1, M. 65: Sergio Sánchez (pp). 2-1, M. 72: Santa Cruz. 3-1, M. 72: Santa Cruz. 3-2, M. 81: Benzemá.

Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). Mostró tarjeta amarilla a Gámez (m.79), del Málaga, y a los jugadores del Real Madrid Sergio Ramos (m. 29), Cristiano Ronaldo (m. 69), Pepe (m. 79) y Khedira (m. 90).

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante unos 30.000 espectadores. En los prolegómenos del encuentro el jugador del Málaga Francisco Alarcón, "Isco", recibió el trofeo ganador del Golden Boy. 

El Real Madrid no toca fondo. Sigue con su caída libre. Mourinho y sus jugadores siguen sin encontrar el rumbo y ya están a dieciséis puntos del Barcelona. El Málaga, tras aguantar la primera mitad, se dedicó a jugar al fútbol tras el descanso, pasando por encima de un equipo madridista perdido, sin rumbo, sin patrón de juego y con unos jugadores que distan mucho de ser los mismos que ganaron el pasado campeonato. El equipo de Pellegrini derrotó al de Mourinho por tres goles a dos gracias a los tantos de Isco y el doblete de Santa Cruz, que sirvieron para dejar en nada el de Sergio Sánchez en propia puerta y el de Benzema.