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Filipe Luis, el ‘madridista’ que quiso fichar por el Barça, pero que triunfa en el Atlético
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LENDORIO LE HIZO LA VIDA IMPOSIBLE EN EL DEPORTIVO

Filipe Luis, el ‘madridista’ que quiso fichar por el Barça, pero que triunfa en el Atlético

Filipe Luis ha sufrido como pocos jugadores los renglones torcidos del fútbol. Nada en su carrera ha llegado por el camino más recto. Su éxito está

Foto: Filipe Luis, el ‘madridista’ que quiso fichar por el Barça, pero que triunfa en el Atlético
Filipe Luis, el ‘madridista’ que quiso fichar por el Barça, pero que triunfa en el Atlético

Filipe Luis ha sufrido como pocos jugadores los renglones torcidos del fútbol. Nada en su carrera ha llegado por el camino más recto. Su éxito está cimentado en el fracaso, del que ha aprendido a levantarse en no pocas ocasiones. Ahora, en el Atlético de Madrid vive su sueño de niño abrigado por la confianza del ‘Cholo’ Simeone y el reconocimiento de los títulos. Un imprescindible en el equipo rojiblanco que, sin embargo, vio como le pasaba por delante y sin parar el tren del Real Madrid y, sobre todo, el del Barcelona.

Cedido por el Rentistas, equipo uruguayo al que pertenecía el 50 por ciento de su pase, Filipe Luis recaló en 2005 en el Real Madrid, donde le invitaron a ganarse un contrato en el filial. Su calidad en el lateral izquierdo se ganó pronto la confianza primero de López Caro y después de Miguel Ángel Portugal. Sin embargo, el Real Madrid prescindió del enorme talento de este brasileño por las elevadas pretensiones de Rentistas. Un duro revés para un futbolista del que hablaban maravillas los técnicos blancos. No sería el primer portazo de un grande que se llevaría Filipe por asuntos de dinero.

Cerradas las puertas del Bernabéu, Filipe Luis enjugó la frustración firmando por el Deportivo de la Coruña. Acostumbrado a negociar con clubes sudamericanos, Augusto César Lendoiro no tuvo demasiados problemas para hacerse con los servicios de este exquisito lateral izquierdo. Lo que no sabía Filipe es que con su rúbrica entregaba las llaves al presidente deportivistas de una cárcel de oro. Hecho el rodaje en la élite, el tiempo no tardó en descubrir el talento que atesoraba el brasileño, que en 2008 llegó a hacerse un lugar en el once que todos los años elige la UEFA con los mejores futbolistas del Continente.

La eclosión no pasó desapercibida para Guardiola, que exigió a la dirección deportiva del club el fichaje de Filipe Luis para el lateral izquierdo del Barcelona. Técnico, rápido e inteligente, el juego del futbolista del Depor tenía encandilado al entonces técnico del Barça, que soñaba con Filipe como el ‘Alves’de la banda izquierda. Los deseos, entonces, se toparon con la realidad. Y pese a la presión de Filipe por forzar su salida, Lendoiro se enrocó y desbarató el fichaje. Exigía 20 millones de euros –la cláusula- y el Barça no pasó de once y la inclusión de varios futbolistas. Un buen negocio para el Deportivo pero que Lendoiro se encargó de echar por tierra dando rienda suelta a su codicia. El presidente deportivista hizo la vida imposible al futbolista, señalándole como un traidor ante la afición. Fueron los momentos más duros del brasileño en España. O eso parecía.

La desgracia en forma de lesión

Fracasado su segundo intento de jugar en un grande, la mala suerte y la desgracia se precipitó sobre la carrera de Filipe Luis. Apenas unos meses después de que el Barça arrojara la toalla, estuvo muy cerca de decir adiós al fútbol. Una fractura de peroné y la luxación del tobillo derecho tuvieron la culpa. Tras un gol al Athletic en Riazor, el portero Gorka Iraizoz cayó a plomo sobre su pierna derecha para mandarle a la enfermería los siguientes cuatro meses. Por suerte, la recuperación fue perfecta aunque la temporada había pasado de largo y su futuro parecía incierto.

Hasta que apareció en el horizonte el Atlético de Madrid. Su tabla de salvación. El fichaje, por supuesto, no fue fácil y Lendoiro sólo cedió cuando tuvo 12 millones sobre la mesa. Esta vez las dudas de cómo estaría después de la lesión le llevaron a aceptar y no pedir los 20 millones que exigía al Barça. Un gesto egoísta, pero que alivio a Filipe que vio su salida como la gran oportunidad de su vida. Ahora sí.

Su trabajo en las filas del Atlético no ha podido ir mejor. Dos Supercopas de Europa (2010 y 2012) y una Europa League (2012), además del respeto y cariño de la grada del Calderón y la fe ciega del entrenador, que espera que este domingo sea una de las armas para presentar la candidatura atlética a la Liga en el Camp Nou. Un campo en el que siempre soñó jugar… de azulgrana: “Fue muy duro no fichar por el Barcelona. Era el futuro de mi vida”. Cuando Filipe aseguró esto no sabía que la vida le tenía escrito un futuro mejor en el Atlético de Madrid.   

Filipe Luis ha sufrido como pocos jugadores los renglones torcidos del fútbol. Nada en su carrera ha llegado por el camino más recto. Su éxito está cimentado en el fracaso, del que ha aprendido a levantarse en no pocas ocasiones. Ahora, en el Atlético de Madrid vive su sueño de niño abrigado por la confianza del ‘Cholo’ Simeone y el reconocimiento de los títulos. Un imprescindible en el equipo rojiblanco que, sin embargo, vio como le pasaba por delante y sin parar el tren del Real Madrid y, sobre todo, el del Barcelona.