Es noticia
La guerra de Ballesteros con el Real Madrid acabó con la Policía reteniendo al equipo
  1. Deportes
  2. Fútbol
LOS DIRIGENTES MADRIDISTAS NO DENUNCIARÁN A DAVID NAVARRO POR LA AGRESIÓN A CRISTIANO

La guerra de Ballesteros con el Real Madrid acabó con la Policía reteniendo al equipo

La historia viene de lejos. Algunos hablan de la eliminatoria de Copa que enfrentó a Levante, pero el inicio de los enfrentamientos entre Ballesteros y el

Foto: La guerra de Ballesteros con el Real Madrid acabó con la Policía reteniendo al equipo
La guerra de Ballesteros con el Real Madrid acabó con la Policía reteniendo al equipo

La historia viene de lejos. Algunos hablan de la eliminatoria de Copa que enfrentó a Levante, pero el inicio de los enfrentamientos entre Ballesteros y el Real Madrid viene de hace algo más de una década. El central y el club blanco no se llevan bien o por lo menos con algunos de sus jugadores y técnicos. Guti puede dar buena cuenta de esas diferencias de criterio que el central mantiene con todo aquel que se cruza y lleva un escudo madridista en el pecho. Le pasó defendiendo la camiseta del Villarreal, la del Rayo y en los dos últimos años la del Levante, pero en ninguna de esas ocasiones la policía había tenido que actuar. El domingo por la noche. David Navarro, el otro gran protagonista, no será denunciado por el club blanco ante el Comité de Competición por la agresión a Ronaldo, que por cierto tampoco actuará de oficio.

La del domingo parecía ser una más de esas batallas mantenidas por el central, pero terminó con la intervención de la policía nacional, que lo primero que tuvo que hacer fue calmar a dos miembros de seguridad de Real Madrid y Levante que decidieron imponer la ley a su manera, es decir, a puñetazos, tal y como refleja Muñiz en el acta del partido. Una vez calmados, la policía impidió durante treinta minutos que jugadores y técnicos del Real Madrid pudieran salir del vestuario y moverse por el estrecho pasillo que une los cuartos de uno y otro equipo. No querían que ninguno de ellos se cruzara con Ballesteros, que no fue el que encendió pero sí el que más contribuyó a que los incidentes adquirieran una dimensión pocas veces vistas en el Ciutat de Valencia. "No quiero ver a nadie en el pasillo, ni directivos ni a nadie", gritaba el jefe de la policía diez minutos después de que el árbitro pitara el final del choque. 

Ballesteros se transforma cuando enfrente está el Real Madrid, como bien puede ratificar el propio Mourinho. Y es que el técnico comprobó en el partido de vuelta de la citada eliminatoria de Copa como se las gasta el central. En el choque de ida, que terminó con un contundente 8-0 a favor del equipo blanco, los levantinistas entendieron que algunos jugadores madridistas se habían reído de ellos. El central esperó a la vuelta y pese a estar en la grada, decidió ajusticiar al entrenador en el descanso del choque. Ni corto ni perezoso fue a buscar a Mourinho para recordarle episodios vividos en el Bernabéu y su manera de entender la justicia.

El domingo el central no inició la pelea, Juanfran fue el primero en acercarse al vestuario del Real Madrid, pero en cuanto escuchó jaleó por allí que apareció, encerrándose con Pepe, Cristiano Ronaldo y el doctor Serratosa en el cuarto del control de dóping. Según la versión madridista, el central enganchó por el cuello al defensa portugués aunque sin llegar a impactar ninguno de los golpes. La actuación de jugadores como Adán y los miembros de seguridad de ambos equipos impidieron que el intento terminara en pelea.  

Ayer Ballesteros negó cualquier tipo de agresión y la versión que dio Sergio Ramos sobre su actitud. El defensa habló de una charla que mantuvo antes del partido con el andaluz y con Casillas. El objetivo, felicitarle por lo hecho en la Eurocopa, hecho por el que justificó que no entendiera lo dicho por el central. "Lo mejor es que se dedique al boxeo o a otro deporte y que se olvide del fútbol", señaló Ramos. El Confidencial se puso en contacto con dirigentes madridistas después de lo dicho por Ballesteros y niegan que no intentara agredir a Pepe. 

Pese a todo lo que se ha dicho y escrito en torno a sus equipos, la relación entre Florentino Pérez y Quico Catalán, presidentes de Real Madrid y Levante es excelente. El domingo hablaron para intentar zanjar el tema, algo que no lograron. El club blanco no denunciará a David Navarro por su agresión a Cristano Ronaldo. No lo ha hecho nunca y sus dirigentes no piensan romper la norma.

La historia viene de lejos. Algunos hablan de la eliminatoria de Copa que enfrentó a Levante, pero el inicio de los enfrentamientos entre Ballesteros y el Real Madrid viene de hace algo más de una década. El central y el club blanco no se llevan bien o por lo menos con algunos de sus jugadores y técnicos. Guti puede dar buena cuenta de esas diferencias de criterio que el central mantiene con todo aquel que se cruza y lleva un escudo madridista en el pecho. Le pasó defendiendo la camiseta del Villarreal, la del Rayo y en los dos últimos años la del Levante, pero en ninguna de esas ocasiones la policía había tenido que actuar. El domingo por la noche. David Navarro, el otro gran protagonista, no será denunciado por el club blanco ante el Comité de Competición por la agresión a Ronaldo, que por cierto tampoco actuará de oficio.

Sergio Ballesteros