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'Europe, Catalonia is a new State' mostró el Camp Nou a 400 millones de espectadores
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EL MINUTO 17 SIRVIÓ PARA REIVINDICAR LA INDEPENDENCIA CATALANA EN EL CLÁSICO

'Europe, Catalonia is a new State' mostró el Camp Nou a 400 millones de espectadores

'Europe, , Catalonia is a new State' rezaba una pancarta en uno de los fondos del Camp Nou minutos antes del inicio del choque. El famoso

Foto: 'Europe, Catalonia is a new State' mostró el Camp Nou a 400 millones de espectadores
'Europe, Catalonia is a new State' mostró el Camp Nou a 400 millones de espectadores

'Europe, , Catalonia is a new State' rezaba una pancarta en uno de los fondos del Camp Nou minutos antes del inicio del choque. El famoso y legendario 'Catalonia is not Sapin' ya es historia. El lema, perfectamente colocado tras la portería que ocupó Casillas en la primera mitad, fue exhibido al son que cantaba a coro un estadio repleto el grito de 'Independencia', ése que se pedía desde la clase política en los días previos al Clásico y que tuvo la respuesta esperada en el recinto azulgrana. 

No era más que el preludio de lo que media hora después iba a ser el punto álgido de las reivindicaciones independentistas de las últimas semanas. Minuto 17 y pocos segundos, concretamente 14. Todo estaba perfectamente orquestado. La mayoría de los 95.000 aficionados que llenaban el Camp Nou estallaron pidiendo el nacimiento del nuevo estado catalán al grito de 'independencia'. Al frente de todo, Artur Mas, president de la Generalitat. Los que no gritaban o eran turistas o del Real Madrid.

La 'estelada' tomó el estadio. Al margen de las 30.000 cartulinas que diferentes asociaciones independentistas repartieron por las cercanías del recinto azulgrana, la afición respondió poblando las gradas de la cuatribarrada estrellada. A las que ya estaban colgadas en los diferentes anfiteatros, el minuto 17 (también el de la segunda parte) sirvió para que las banderas se multiplicaran. Aparecieron 'esteladas' de todos los tamaños, pero una de 20 x 20 en el gol sur centró la atención. Tras ella, una pancarta humana, al más puro estilo norteamericano, daba nombre al movimiento: 'Independencia'. Arriba, en el cuarto anfiteatro, allá dónde un elefante siempre es pequeño, aparecieron tres banderas españolas, que acompañadas de dos del Real Madrid, pusieron la nota discordante a la fiesta, de la banderita, claro está.

El objetivo se había cumplido con creces. La respuesta de la afición fue positiva. El reto de mezclar política y deporte estaba más que cumplido. El Barcelona, con Sandro Rosell al frente, también había cumplido con su parte del guión al permitir la exhibición de los mensajes dentro del recinto azulgrana. Es lo que quería y quiere la mayoría, según lo visto, y el presidente del equipo catalán no ha puesto pegas pese a su renuncia política de antes de las elecciones. Los 400 millones de potenciales espectadores recibieron el mensaje del socio y del aficionado azulgrana. El pueblo catalán lo tiene que hablar en las urnas el próximo 25 de noviembre.

El día fue tranquilo. Los gritos se reservaron para el Camp Nou y para el momento de las comidas entre las dos directivas en el Liceu, en plena Rambla. Y es que Florentino Pérez y el resto de directivos fue recibido con una 'estelada' de 20 metros colgada por las Juventudes Nacionalistas Catalanas. Muchos turistas que se encontraban por allí y muchos otros que después se dejaron caer por el Camp Nou no entendían lo que pasaba y preguntaban una y otra vez: "What is this?" Muchos recogían las cartulinas que se repartían pensando que eran mensajes de aliento al Barcelona. ¿O es que acaso lo eran?

'Europe, , Catalonia is a new State' rezaba una pancarta en uno de los fondos del Camp Nou minutos antes del inicio del choque. El famoso y legendario 'Catalonia is not Sapin' ya es historia. El lema, perfectamente colocado tras la portería que ocupó Casillas en la primera mitad, fue exhibido al son que cantaba a coro un estadio repleto el grito de 'Independencia', ése que se pedía desde la clase política en los días previos al Clásico y que tuvo la respuesta esperada en el recinto azulgrana. 

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