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Ballesteros no paró de molestar y picar a todo el Real Madrid pero sin cometer una sola falta
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SU BUEN PARTIDO QUEDÓ EMPAÑADO POR SU AFÁN DE PROVOCAR A CRISTIANO

Ballesteros no paró de molestar y picar a todo el Real Madrid pero sin cometer una sola falta

Ballesteros es de esos jugadores que no pasan inadvertidos. Cristiano Ronaldo, tampoco. Ayer se reencontraron en el césped y sus roces fueron constantes a lo largo

Foto: Ballesteros no paró de molestar y picar a todo el Real Madrid pero sin cometer una sola falta
Ballesteros no paró de molestar y picar a todo el Real Madrid pero sin cometer una sola falta

Ballesteros es de esos jugadores que no pasan inadvertidos. Cristiano Ronaldo, tampoco. Ayer se reencontraron en el césped y sus roces fueron constantes a lo largo de lo noventa minutos de juego. El levantinista consiguió su gran objetivo: dejar al portugués a cero. Olvidado el incidente con Mourinho de la pasada eliminatoria copera, el central pisó el Bernabéu con la intención de que CR7 no mojara y perdiera los nervios. Lo primero lo consiguió, pero lo segundo se quedó en una simple aspiración. Ni las cinco paradas que le hizo Munúa lograron que Cristiano perdiera los papeles, que viera primero una amarilla y después otra. Central y delantero ya tuvieron sus más y sus menos en los diferentes enfrentamientos de esta temporada entre Levante y Real Madrid. Se la tenían jurada y ninguno de los dos se cortó lo más mínimo desde que José Antonio Teixeira pitara el inicio del partido.

El defensa del Levante hizo un gran partido. Cierto es que su equipo perdió, pero él estuvo más que digno y sin hacer una sola falta a lo largo de todo el partido. Días atrás declaró que le extrañaba su fama de duro cuando había partidos en los que tan sólo hacía una falta. Pues bien, en la noche del sábado se superó y se fue a la ducha sin haber hecho falta alguna. Eso sí, no paró de hablar, de dar la coña al árbitro y a los rivales. Tuvo para todos. El que se acercaba por su zona de influencia se encontraba con Ballesteros hablando y hablando sin parar. El primero que probó la medicina del zaguero granota fue Teixeira. ¡Qué paliza dio al colegiado! Durante, en el descanso, y al término del partido. Ahí estaba al lado el menor de los Teixeira.

Después siguieron Ronaldo, Kaka, Marcelo, Di María... Si bien al que más 'castigó' dialécticamente hablando fue a Ronaldo, la imagen más curiosa fue la que protagonizó con Kaká en el minuto 20. El brasileño -muy discreto- se tapaba la boca a la hora de hablar, dando la sensación de que el eternamente buen chico madridista se encontraba a un paso de mandar a paseo al defensa. Al parecer, el ex del Milan estalla tras una discusión con CR7, ya que el defensa acusaba al portugués de haberle pellizcado, circunstancia que llevó a Kaka a enfrentarse de palabra con el central. En el minuto hace de mediador en un enfrentamiento de Xavi Torres, plantando cara a medio Real Madrid. Tres minutos más tarde se tropieza con Marcelo, con posteriores miradas inquisidoras de uno y otro.

Con Cristiano tuvo 'detalles' especiales

Entre tanto, charlas, gestos y mímica con Ronaldo de protagonista. Mientras, el defensa también sumó para su equipo, como hizo en el minuto 25 cortando un avance de CR7. La escena se repite en el minuto 43 con Ronaldo otra vez de rival. Cruce perfecto. "El Levante ha venido al Bernabéu a poner el autobús", dijo el portugués nada más terminar el partido. Lo que no aclaró si ese autobús lo decía por Ballesteros. Tiene pinta que sí y que además conducía Munúa, portero que se salió con paradas de todo tipo. "Lo mejor de todo es que ahora mismo estamos a solo dos puntos del Barceloan", dijo el ex del Manchester United

Lo más significativo de esa historia de odio que representaron uno y otro, llegó en el minuto 70. Ronaldo se dispone a lanzar la enésima falta de la noche. Como las anteriores, el balón no encuentra portería y el defensa ni corto ni perezoso, decide acudir a echar el aliento en el cogote a CR7, como recriminándole su mal lanzamiento del golpe franco. Nuevo encontronazo, más desprecios y más palabras altisonantes por las dos partes. Al final del partido muchos ojos de los presentes en el Bernabéu, estaban pendientes de lo que pudiera pasar en el vestuario entre ellos y con Mourinho. Al final, nada, ya que el defensa retrasó mucho su entrada al vestuario, primero por hablar con el árbitro y después por saludar a los aficionados llegados desde Valencia.

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Ballesteros es de esos jugadores que no pasan inadvertidos. Cristiano Ronaldo, tampoco. Ayer se reencontraron en el césped y sus roces fueron constantes a lo largo de lo noventa minutos de juego. El levantinista consiguió su gran objetivo: dejar al portugués a cero. Olvidado el incidente con Mourinho de la pasada eliminatoria copera, el central pisó el Bernabéu con la intención de que CR7 no mojara y perdiera los nervios. Lo primero lo consiguió, pero lo segundo se quedó en una simple aspiración. Ni las cinco paradas que le hizo Munúa lograron que Cristiano perdiera los papeles, que viera primero una amarilla y después otra. Central y delantero ya tuvieron sus más y sus menos en los diferentes enfrentamientos de esta temporada entre Levante y Real Madrid. Se la tenían jurada y ninguno de los dos se cortó lo más mínimo desde que José Antonio Teixeira pitara el inicio del partido.

Severiano Ballesteros Cristiano Ronaldo Levante UD