Guardiola sueña con llevarse a De Gea

Se ha convertido en la gran sensación de la Liga. Lo ha hecho con sus paradas, con su tranquilidad y, sobre todo, por la sensación que transmite cada vez que se pone la camiseta del Atlético. Poco importa que tan sólo tenga 19 años.

Parece que lleva toda la vida haciendo paradas increíbles ante 50.000 espectadores. Nada le impresiona, ni siquiera el haber tomado el relevo de Fernando Torres como ídolo de la afición del Atlético de Madrid. Hablamos de David de Gea, el niño impasible, el que llama, y con fuerza, a las puertas de la selección.

En los últimos días se han desatado los rumores sobre su posible destino al término de la temporada. La presencia de Sir Alex Ferguson en la grada de Mestalla el pasado miércoles ha servido para colocarle en multitud de equipos. Algunos medios de comunicación han llegado hablar de 14 millones de euros al día siguiente de verle sentado en el palco del estadio valenciansta, como si el eterno técnico del Manchester United viajara con la maleta repleta de billetes. Imaginación al poder.

El Atlético de Madrid no ha recibido oferta alguna desde que se inició la temporada. Durante el verano la historia fue otra muy distinta, ya que tal y como adelantó Alejandro Mori en Onda Cero, los dirigentes del Barcelona llamaron a los rojiblancos para saber el precio de salida del portero. Los dirigentes del Atlético se llegaron a pensar la posible operación.

La presencia de Joel, Roberto (todavía no había sido traspasado al Benfica) y de Sergio Asenjo en la plantilla abría la posibilidad de hacer caja con el joven portero. Al final, decidieron dar marcha atrás y remitir al Barcelona a los 20 millones de euros que figuran en la cláusula de rescisión del contrato de De Gea y el Atlético y que termina el 30 de junio de 2013.

Un año antes, era el hoy figura del Atlético el que no entraba en los planes del primer equipo rojiblanco y estuvo a un paso de marcharse traspasado al Wigan. Apostó fuerte, se quedó y aprovechó la oportunidad que le llegó por la presencia de Asenjo en el Mundial Sub-20 y la posterior lesión de Roberto. Después disputó el puesto con el ex del Valladolid hasta que la rodilla del titular dijo basta. A partir de ese momento, nadie ha movido a De Gea de la portería atlética.

Dos meses después de la negativa, Guardiola no ha bajado los brazos y sigue pensando en el portero como el complemento ideal y el relevo en unos años de Víctor Valdés. El técnico, según ha podido saber El Confidencial, ha dado órdenes de no dejar escapar la oportunidad de asegurar la portería azulgrana durante la próxima década y media. Y es que el técnico quiere a De Gea y el portero tampoco ve mal la posibilidad de terminar jugando en el Barcelona, siempre y cuando haya acuerdo entre los dos clubes.

En el verano de 2009, Guardiola quiso fichar a Sergio Asenjo, el portero que parecía llamado a ocupar el puesto de Casillas en la selección, pero el ex del Valladolid se inclinó por la propuesta rojiblanca, dejando al laureado técnico compuesto y sin portero, bueno sí con Pinto de segundo de Valdés, pero sin tener garantizado el futuro, circunstancia que en teoría aseguraba Asenjo.

Un verano más tarde la historia se repite con el Atlético de Madrid. En este caso con De Gea. Y Guardiola no piensa bajar los brazos ni ver cómo el club rojiblanco no cede en sus pretensiones. No pierde detalle y el interés del Manchester United no le gusta para nada. Le inquieta y mucho, pero sabe que la ventaja es, por el momento, suya.

De Gea ya sabe lo que es ganar títulos con el Atlético (Europa League y Supercopa de Europa) y con la selección, ya que fue campeón de Europa Sub 17 en 2007 y tres meses más tarde subcampeón del mundo. El portero del Atlético empezó  a jugar al fútbol a los cuatro años, en la Escuela Casarrubuelos de Illescas, su pueblo, entrenado por Juan Luis Martín. De allí salió hasta que Diego, el que fuera gran portero del Atlético, le vio y le propuso que fuera a entrenarse una semana y hasta hoy. Era el año 2003. 

Aquel recordado penalti frente a Bélgica

El hoy pretendido por los grandes del fútbol europeo, saltó a la fama en una tanda de penaltis con la selección Sub 17 en las semifinales de la Eurocopa 2007, con Bélgica como rival de una interminable ronda de lanzamientos desde el punto fatídico. Tras un fallo español, los belgas igualaron en errores al lanzar alto un penalti. La igualdad era máxima hasta que en el octavo penalti español terminó en gol. Todo estaba en manos de De Gea, pero lo que nadie esperaba era que el lanzamiento belga se fuera a estrellar en la cara del portero rojiblanco. Alegría, gritos con De Gea con protagonista y con España en la final ante Inglaterra.

Entre tanta algarabía y abrazos de un grupo de 18 chavales de 16 ó 17 años, el portero, despistado él, pierde una lentilla, pero no se da cuenta en el momento, ya que la felicidad de estar en la final se lo impide. Por momentos cunde el desánimo porque sin lentilla no hay final por una cuestión de dioptrías. Como es natural, él se mantenía tranquilo, nada le alteraba, como le sucede ahora.

Al final, sus padres dieron con la solución, que no fue otra que la de viajar hasta Tournai, ciudad belga en la que se celebró la final. En la mañana del partido, las lentillas de De Gea, y sus padres por supuesto también aparecieron, por Bélgica. El portero pudo jugar y España ganó el título ante Inglaterra con gol de Bojan. Fue en ese torneo y con tan sólo 16 años cuando Aritz Gabilondo le puso el mote de 'Van der Gea', el que ya le acompañará toda su carrera deportiva.