El Real Madrid sigue vivo tras la 'Guerra de Zaragoza'

El Real Madrid no se baja del tren de la Liga y gana en Zaragoza por 1-2. Ni la presión de la victoria del Barcelona ante el Xerez, ni el empate de Adrián con un jugador menos, frenaron al equipo de Pellegrini en su búsqueda de la conquista de una Liga que parecía imposible tras la derrota ante el equipo azulgrana en el Santiago Bernabéu.

 

El argumento del Real Madrid para seguir con vida no es otro que la ambición. Desde el primer minuto salieron a por los tres puntos y cuando más lejos parecía encontrarse la victoria, salieron a relucir las ganas y el espíritu ganador de un equipo que lleva trece victorias en los últimos catorce encuentros. De récord.

 

La jornada pintaba mejor para el Barcelona, pero el Real Madrid ha cumplido y sigue presionando al Barcelona. Además, el triunfo de La Romareda ha llegado con goles de Raúl, lesionado por cierto (tras el partido se confirmó que sufrió un esguince en el tobillo), y de un resucitado Kaká, que vuelve a aparecer cuando más lo necesita su equipo. El brasileño ha vuelto justo a tiempo, en el momento preciso. de momento ante el Zaragoza fue definitivo para la victoria del Real Madrid por un gol a dos.

 

El partido fue una guerra constante. Un equipo, el Real Madrid, salió a jugar desde el primer minuto. El otro, el Zaragoza, buscó el encontronazo, la pelea, la patada como arma para lograr algo positivo. La intensidad de la propuesta maña fue subiendo según pasaban los minutos y los madridistas se subieron al carro del juego sucio.

 

Mientras, Undiano Mallenco, el árbitro mundialista, se limitaba a mirar, a alejarse de los jugadores e intentar que nadie le señalara como culpable de nada. El colegiado fue dejando hacer hasta que el partido se le fue de las manos. En la primera parte perdonó la expulsión a Contini, que tras el descanso repitió la escena. Era carne de expulsión y así fue pero vio la roja con muchos minutos de retraso, lo que provocó que la dureza se convirtiera en violencia y el único culpable fue Undiano. Buen árbitro, mal día. Hasta Pellegrini ya había avisado a sus jugadores de la dureza que se avecinaba.

 

El Zaragoza, cómodo en la lucha

 

En ese combate constante en el que se convirtió el choque durante muchos minutos, el Zaragoza se sintió más cómodo. Sin llevar peligro a la portería de Casillas, los de Gay parecían controlar el juego o por lo menos el marcador. El empate, logrado en la única ocasión en la que el Zaragoza sorprendió a la defensa del Real Madrid, tenía pinta de ser definitivo de no ser por la ambición madridista. El equipo cree en el milagro y lo demostró en la celebración del triunfo. Los jugadores están con Pellegrini y quedó patente en La Romareda, compartiendo los abrazos y la alegría de la conquista de los tres puntos.

 

Los diez primeros minutos del partido sirvieron para demostrar que el Real Madrid necesitaba el triunfo. Cristiano Ronaldo, jugador que el día que se dé cuenta de que juega a un deporte de equipo podrá volver a luchar con Messi por ese trono honorífico de mejor del mundo, e Higuaín tuvieron claras ocasiones pero se les cegó la vista ante Roberto.

 

El Zaragoza se limitaba a esperar. Nada podía hacer, así que decidieron meter intensidad en el juego, ir a por todas, confundiendo la fuerza con el juego duro. Tras el descanso apareció Raúl para adelantar el Real Madrid y lo hizo lesionado. Iba a ser sustituido por Benzema, pero antes tuvo tiempo de agrandar su historial goleador. Después, Valdano, por fin, dijo que el Real Madrid irá de la mano del siete blanco con la decisión que tome. Más vale tarde que nunca. 

 

El tanto del capitán parecía que iba a ser el definitivo, pero el único despiste defensivo madridista, perfectamente aprovechado por Abel Aguilar y Adrián, sirvió para que el Barcelona se sintiera más campeón y para demostrar que este Real Madrid va a pelear hasta el último segundo. 

 

Pasaban los minutos y el gol no llegaba. Pellegrini miró al banquillo, habló con Kaká y ante la afirmativa respuesta del brasileño decidió tirar del que fuera Balón de Oro en 2007. Superados ya el miedo que sentía al golpear, Kaká pisó La Romareda con la obligación de ser decisivo, de confirmar su papel de estrella. Y lo hizo porque además del gol, en todo momento se ofreció y buscó la pelota hasta que consiguió poner por delante a su equipo y llevar el miedo al equipo maño, que ve como el fantasma del descenso vuelve a asomarse por Zaragoza.

 

Ficha técnica:

1 - R. Zaragoza: Roberto; Ponzio, Jarosik, Contini, Obradovic; Gabi, Edmilson; Eliseu, Abel Aguilar, Ander Herrera (Uche, min.75); y Suazo (Colunga, min.20) (Jorge López, min.87).

2 - R. Madrid: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Garay, Marcelo; Gago (Kaká, min.75), Xabi Alonso; Guti, Van der Vaart (Raúl, min.15) (Benzema, min.51), Cristiano Ronaldo; e Higuaín.

Goles: 0-1. min.51. Raúl; 1-1. min.61. Colunga; 1-2. min.82. Kaká.

Arbitro: Undiano Mallenco, del C. Navarro. Expulsó con roja directas al local Contini (min.52). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Gabi, Eliseu y Ponzio y a los visitantes Arbeloa, Xabi Alonso, Kaká y Marcelo.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 34 de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 32.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del recientemente fallecido presidente de honor del COI, Juan Antonio Samaranch.