Después de 13 años, Eto’o dice adiós a la Liga española

Después de 13 años inolvidables, Eto’o ha hecho la maleta para irse al Calcio, concretamente al Inter de Milan. Fueron una década y tres años en los que creció, maduró y triunfó. Al camerunés le ha llegado el momento de poner punto y final a una larga travesía por el fútbol español. Llegó al Real Madrid B. Y a partir de ahí, estuvo deambulando por el Leganés, regresó al conjunto blanco y debutó en Primera, se fue al Espanyol, volvió al Madrid, se enfundó la elástica del Mallorca, club de sus amores, y finalmente aterrizó en el Camp Nou, en donde se cansó de sumar trofeos y elogios personales.

 

Eto’o se va dejando claroscuros por el camino. Claros, porque se le recordará por su inigualable olfato goleador, ser máximo goleador de la Liga en 2006, por haber conquistado dos Copas del Rey, tres Ligas, dos Supercopas de España y dos Champions League, un currículum impecable y digno de mención honorífica. Oscuros, porque muchas veces le ganó la imprudencia, habló y dijo barbaridades que tuvieron repercusión en terrenos propios y ajenos. Eto’o tenía un don para aparecer en público cuando el Barça menos lo necesitaba y más lo perjudicaba.

Pero Samuel siempre fue Samuel, cuando algo no le parecía, lo decía a la cara y de frente, sin importarle que estuvieran uno o cien micrófonos para grabarlo. A Eto’o le gustaba llamar la atención, era un ‘devoracámaras’ total, hablaba fuera y dentro del campo, eso sí, más dentro que fuera, pero cuando lo hacía fuera, fuego salía de su boca. Atacó al Madrid en su momento, calificó a Rijkaard de “mala persona”. Enfadado por los rumores en torno a la mala relación con Ronaldinho en el vestuario del Barça, aseguró que con quien tenía más afinidad era con “el utilero”, y así fue dejando una y otra mítica frase para la posteridad.

A Eto’o le ha llegado el momento de hacer la maleta. En ella, guardará gratos recuerdos, goles históricos, como el último que metió en la final de la Champions ante el Manchester United cuando el conjunto inglés generaba más peligro. Guardará dos camisetas, la del Mallorca de sus amores y la del Barça, esa que tantos dolores de cabeza como alegrías le dio durante más de diez años. Eto’o también se lleva en la maleta un gran recuerdo del fútbol español, pero deja a un delantero sueco llamado Ibrahimovic en su representación, que por cierto, ha dejado la concentración del Inter para ir a Suecia y posteriormente a Barcelona.