Ibrahimovic, una joya demasiado cara para el Barça

Quién jugará de delantero centro en el segundo proyecto de Pep Guardiola al frente del Barcelona es la mayor incertidumbre para los culés en este mercado de fichajes que acaba de comenzar. Con el núcleo del equipo engrasado casi a la perfección, sólo se espera que se retoquen algunos puestos, y el de ‘9’ no tiene dueño claro. Aunque el favorito es el sueco del Inter de Milán, Zlatan Ibrahimovic.

El actual inquilino, Samuel Eto’o tiene complicada la continuidad. Aunque ayer el presidente azulgrana, Joan Laporta, afirmó que le gustaría que el camerunés siguiese e incluso renovase su contrato que expira en junio de 2010 (ver declaraciones), Eto’o es de las opciones más evidentes que tiene el Barça para hacer caja este verano. Guardiola logró recuperarlo para la temporada que acaba de terminar pero prefiere a otros jugadores en ese puesto.

El diario italiano La Gazzetta dello Sport afirmaba ayer que a Pep le encanta el delantero interista para suplir al africano, algo que ya ha sido numerosas veces publicado. Pero el periódico rosa anunciaba además que el Inter se estaba planteando llegar a un acuerdo con los culés para que Ibrahimovic recalase en el Barça a cambio de 30 millones de euros más Eto’o,

Y es que el dirigente neroazzurro Massimo Moratti dejó claro que no aceptarían menos de 70 millones de euros por su delantero. Precisamente, Moratti renovó esta temporada a Ibrahimovic dándole un sueldo estratosférico, 12 millones de euros netos anuales, más o menos el doble que el resto de ‘cracks’ mundiales. Y este detalle es el que echa para atrás a todos sus pretendientes, que se reparten por toda Europa.

Laporta avisó también ayer que podía “haber sorpresas” al respecto. Pero la mayor de ellas sería que llegase a satisfacer las pretensiones del delantero sueco que, por otra parte, manifestó hace meses su interés por jugar en la Liga española. Por ello, Guardiola sabe que todas las posibilidades que tiene de contar con Ibrahimovic para la próxima temporada pasan por que el jugador rebaje su altísimo caché.