El Tribunal Catalán debe resolver en breve la denuncia de fraude en el voto de censura hacia Joan Laporta

El Tribunal Catalán del Deporte (TCE) se reunirá la semana que viene para resolver la denuncia que un socio del FC Barcelona elevó a esta instancia por presunto fraude en el referéndum de la moción de censura contra la junta barcelonista que se votó a principios del julio pasado. El Tribunal se tiene que reunir la semana que viene y, después de concluir el periodo de alegaciones que disponía el socio Joan Ignasi Prat, resolverá el supuesto caso de fraude, que no fue considerado ya por la mesa del voto de censura ni por la Federación Catalana de Fútbol (FCF), instancias que en su día no investigaron la denuncia.

Joan Ingasi Prat ejerció de interventor de los promotores del voto de censura que se presentó contra la junta directiva de Joan Laporta, y después de la validación de las papeletas y de publicarse las cifras de participación, recomendó al abogado Oriol Giralt, uno de los impulsores de la medida contra la junta barcelonista, que no firmase el acta de la votación. Ambos elevaron su queja a la mesa del voto de censura, presidida por el abogado David Moner, presidente de la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña (UFEC), quien no atendió la denuncia, como tiempo después la FCF.

Ante esta negativa, el caso fue a parar al TCE, que deberá dispuesto a fallar en breve una cuestión que ha vivido en silencio desde hace cinco meses y que podría desatar un nuevo revuelo en la entidad azulgrana. Si el TCE no lo hace la semana que viene, resolverá el caso la primera de enero. En esta siguiente fase, si el Tribunal acuerda diligencias para probar si ha habido o no fraude, y al final existen indicios, el caso será desviado a la Fiscalía porque podría ser constitutivo de delito.

'Personas no socias del club barcelonista votaron el referéndum'

La denuncia presentada al TCE hace referencia a que personas no socias del club barcelonista votaron el referéndum de la moción de censura el 6 de julio, hecho que sólo podía haber sido posible si el censo estuviese alterado días antes de ser expuesto ante los socios para que pudiesen verificarlo. Por otra parte, algunos miembros del TCE han recibido diversas presiones durante estos meses para que el expediente sea archivado, de igual forma que sucedió en las dos anteriores instancias.

Este hecho podría motivar que algunos de los miembros del Tribunal sean recusados, por su proximidad tanto a la directiva del Barcelona como al presidente de la UFEC, entidades que son parte en la denuncia presentada. Efe ha podido hablar con uno de los impulsores del voto de censura, Oriol Giralt, quien simplemente ha señalado que desea "que se investigue", aunque ha rehusado referirse con más profundidad a lo que aconteció el día de la votación en el Camp Nou.

Por su parte, el presidente de la UFEC ha reconocido que no existió ningún problema y que de haber sucedido alguna irregularidad los impulsores del voto de censura "lo deberían haber hecho constar durante el proceso, y no después". No obstante, en su día Giralt se quejó enérgicamente porque según él no sólo elevó esta queja, sino que la mesa presidida por el propio Moner no quiso investigar las denuncias presentadas. En la noche del referéndum, Giralt no firmó las actas no tanto por las sospechas que le presentó uno de sus interventores, sino porque era demasiado tarde y fue requerido en la sala de prensa ante los medios para que ofreciese su punto de vista de cómo había transcurrido la jornada.

Aquel 6 de julio los socios barcelonistas estaban llamados a las urnas para votar en referéndum la continuidad o no de la junta del Barça. De un censo de 118.528 socios, votaron 39.389 (el 33'23%). La moción contra la junta de Laporta fue respaldada por una inmensa mayoría (23.870 votos, un 60'6%), mientras que la rechazó el 37'57% de los votos (14.871). A pesar de la contundencia de la votación, los estatutos del Barça permitieron a la junta azulgrana continuar el mandato porque la cifra para que la moción prosperase estaba establecida en el 66'6%. A pesar de esa victoria para Laporta, a los pocos días dimitieron ocho miembros de su junta.