La decisión del Mónaco se lleva por delante a Ansu Fati y frena en seco el gran deseo del Barça

La vida deportiva de Ansu Fati ha vuelto a dar un vuelco. Hace tan solamente un mes, el delantero hispanoguineano brillaba en el Mónaco y disfrutaba del fútbol como no hacía desde hace mucho tiempo. Después de un año muy complicado en el FC Barcelona, donde Hansi Flick le pidió salir en diversas ocasiones, Ansu Fati hizo las maletas dirección Mónaco y se convirtió en pieza indispensable en los esquemas del técnico Adi Hütter.

La cesión con opción de compra de 11 millones de euros ganaba enteros y el Barça sonreía, aliviado, por poder quitarse una de las mayores fichas de la plantilla. A pesar de no jugar ni un solo partido de pretemporada y debutar en el quinto partido oficial de los monegascos, Ansu Fati logró ser el máximo goleador del conjunto del Principado. Y no solo eso, Ansu también era el máximo anotador de la competición francesa junto a Joaquín Panichelli, ex del Deportivo Alavés, con seis goles en cinco choques.

Sin embargo, el cambio de técnico en el equipo del Principado ha dinamitado la dinámica positiva que protagonizaba Ansu Fati. El modelo de juego y la confianza de Adi Hütter fueron trascendentales para que Ansu Fati se marchara cedido del Barça al Mónaco. La respuesta del goleador fue rápida y se transformó en uno de los jugadores más decisivos para el preparador alemán. Por fin Ansu Fati estaba en el escenario ideal para desarrollar su fútbol y reencontrarse consigo mismo.

El gran enfado de Ansu Fati

El problema es que no lo ve del mismo modo el recién llegado Sébastien Pocognoli. El entrenador belga le brindó las primeras tres titularidades consecutivas en los cinco partidos que lleva dirigidos en el Principado, pero lo envió al banquillo en los últimos dos choques, donde también modificó el esqueleto táctico del equipo. Ansu Fati no ha vuelto a marcar un gol ni tampoco a asistir a sus compañeros y la relación con el nuevo entrenador no es la misma.

El delantero hispanoguineano fue sustituido en el minuto 70 por Takumi Minamino en el primer partido con Pocognoli al mando y se marchó enfadado y frustrado. Ansu Fati, ahora más mediapunta que segundo delantero, no saludó a su entrenador en un gesto que captaron las cámaras y que fue objeto de pregunta en rueda de prensa.

Un halago envenenado

"Hablé con Ansu después del partido y reaccionó bien. Es normal que un jugador se sienta decepcionado cuando es sustituido, pero este tipo de cosas también sirven para conocerlo mejor", señaló Pocognoli. "Hay que trabajar el control emocional. No me preocupa una reacción en caliente si al día siguiente llega con la actitud correcta… y eso hizo", añadió el técnico.

"Lo único que se es que, cuando está sano, tiene la capacidad para cambiar los partidos. Quiero verlo en 30 encuentros consecutivos para sacar conclusiones", comentó Pocognoli. El técnico belga, con o sin intención, señaló la falta de regularidad y los múltiples problemas con las lesiones que ha sufrido Ansu Fati desde su aparición estelar en la élite.

Ansu Fati no podrá intentar alterar la dinámica negativa entre semana y deberá esperar al sábado, contra el Lens. El delantero no viajó a Noruega para enfrentarse al Bodø/Glimt en la Champions League debido a una indisposición y causó baja para el siguiente compromiso oficial del conjunto monegasco.