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El deportista a seguir | El niño forjado a fuego lento por Gerrard al que ahora moldea Frank Lampard
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EL ATLETA DEL MOMENTO

El deportista a seguir | El niño forjado a fuego lento por Gerrard al que ahora moldea Frank Lampard

Un espacio en el que destacaremos a ese deportista con menos nombre, pero que lo tiene todo para ocupar grandes titulares y que queda eclipsado por las estrellas de (casi) siempre

Foto: Chukwuemeka, en un partido con el Chelsea. (Reuters/Jason Cairnduff)
Chukwuemeka, en un partido con el Chelsea. (Reuters/Jason Cairnduff)

Las ventanas de fichajes siempre deparan sorpresas. Cada vez que se abre la oportunidad de contratar jugadores, muchos movimientos impactan entre los aficionados, conscientes de que algunos son capaces de revolucionar el mercado e, incluso, la temporada. Pero cuando hablamos de contrataciones, siempre hay que tener en cuenta las dos patas sobre las que se hacen: la de los futbolistas contrastados, llamados a ser importantes inmediatamente, y la de los futuribles, esos jugadores jóvenes que no están todavía asentados, pero tienen gran proyección por los que los grandes se lanzan como locos.

Cada vez más, los principales equipos de Europa apuestan por el potencial joven con el objetivo de moldearlos y que, en un periodo corto de tiempo, los puedan convertir en jugadores indispensables del primer equipo. Los casos más evidentes de los últimos años lo representan jugadores como Vinícius, Rodrygo o Fede Valverde, tres futbolistas fichados nada más cumplir su mayoría de edad y que, años después, han sido piezas fundamentales en la última Champions conseguida por el Real Madrid. Ese es el objetivo principal y, por ello, los jóvenes se han convertido en piezas muy codiciadas.

Foto: Jonathan Varane está brillando con el Sporting. (Sporting de Gijón)

Eso es, precisamente, lo que ha ocurrido con Carney Chukwuemeka que, a pesar de tener solo 19 años, es una de las grandes promesas del fútbol europeo. Centrocampista rápido, con mucha potencia, descarado, difícil de parar en carrera y, sobre todo, gran elegancia con el balón conducido, logró convertirse la pasada temporada en una de las grandes sensaciones de la Premier, lo que provocó que el Chelsea no dudara en desembolsar 18 millones por un jugador que solo había dado sus primeros pasos en el fútbol. Y, ahora, la fortuna ha hecho que haya pasado por las manos de dos de los mejores centrocampistas ingleses de la historia.

Fue Steven Gerard quien le hizo debutar el pasado curso en el Aston Villa y, desde entonces, su crecimiento ha sido exponencial. Fue su pupilo más avanzado e, incluso, le recordaba en algunas facetas. Solo unos meses antes, se convirtió en el jugador más destacado de Inglaterra en el Europeo sub19, un torneo que ganaron los pross en buena parte gracias a Chukwuemeka: no solo marcó tres goles, uno de ellos, en la final ante Israel (1-3), sino que acabó en el mejor once inicial del torneo. Un curso después, su salto al primer equipo no se hizo esperar, en el que ha disputado 15 partidos para, un año después, fichar por el todopoderoso Chelsea.

Su explosión generó gran atractivo para los grandes y el Aston Villa se encontró con un problema. Chukwuemeka confesó que su intención era continuar en el club inglés, pero para ello pidió un sueldo astronómico: 120.000 euros limpios a la semana. Esta situación provocó que los villanos decidieran que la mejor solución era vender al jugador. El Chelsea, en plena reconstrucción, no dudó en hacerse con los servicios de uno de los potenciales grandes jóvenes de los próximos años pero, de momento, no está saliendo como se esperaba. Ahora, con la llegada de Frank Lampard al banquillo, todo puede cambiar para el centrocampista.

El Chelsea está viviendo una temporada convulsa, algo esperado cuando se marchan varios puntales de un equipo en la misma temporada. Jugadores como Antonio Rüdiger, Andreas Christensen, Marcos Alonso, Jorginho, Emerson, Timo Werner o Romelu Lukaku dejaron el equipo y, con tanto cambio, no es fácil empastar rápidamente para volver a ser competitivos. La ventaja para Chukwuemeka era que, en ese escenario, quizá era más sencillo encontrar un hueco en el once inicial, pero no ha conseguido establecerse. Ha disputado 224 minutos en once partidos diferentes y, de momento, no consigue romper en los blues.

Es cierto que solo ha jugado un puñado de partidos al más alto nivel, pero lo cierto es que Chukwuemeka tiene algo diferente: a pesar de la potencia que desprende, es capaz de ser muy técnico y habilidoso con el balón y, por si fuera poco, es un buen llegador. Lo tiene todo para convertirse en un jugador importante en cuestión de años, pero también es verdad que debe de ser humilde y trabajar desde abajo. Su ventaja es que, ahora, Lampard podrá trabajar con el diamante que encontró Gerrard, hasta pulirlo para convertirlo en un gran jugador de futuro. Mimbres tiene de sobra para convertirse en un gran futbolista.

Chukwuemeka ya ha deslumbrado gracias a sus increíbles capacidades. Técnicamente, es un jugador muy completo, con gran habilidad tanto con el balón en el pie, como en espacios abiertos, mientras que físicamente es un portento. Si es capaz de mantener su cabeza firme y las ideas claras, está llamado a ser uno de los grandes jugadores de los próximos años. Ahora, en el Chelsea, tiene una oportunidad única para convertirse en uno de los grandes futbolistas de los próximos años: quién sabe si en lo que queda de temporada, de la mano de Lampard, podrá reconducir su camino en la Premier.

Las ventanas de fichajes siempre deparan sorpresas. Cada vez que se abre la oportunidad de contratar jugadores, muchos movimientos impactan entre los aficionados, conscientes de que algunos son capaces de revolucionar el mercado e, incluso, la temporada. Pero cuando hablamos de contrataciones, siempre hay que tener en cuenta las dos patas sobre las que se hacen: la de los futbolistas contrastados, llamados a ser importantes inmediatamente, y la de los futuribles, esos jugadores jóvenes que no están todavía asentados, pero tienen gran proyección por los que los grandes se lanzan como locos.

Cada vez más, los principales equipos de Europa apuestan por el potencial joven con el objetivo de moldearlos y que, en un periodo corto de tiempo, los puedan convertir en jugadores indispensables del primer equipo. Los casos más evidentes de los últimos años lo representan jugadores como Vinícius, Rodrygo o Fede Valverde, tres futbolistas fichados nada más cumplir su mayoría de edad y que, años después, han sido piezas fundamentales en la última Champions conseguida por el Real Madrid. Ese es el objetivo principal y, por ello, los jóvenes se han convertido en piezas muy codiciadas.

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