El 'indigno' final de Cristiano: solo le quieren donde le pueden pagar como si fuera el mejor

"Quiero acabar mi carrera en un nivel top", declaró Cristiano Ronaldo en 2015, cuando aún brillaba como jugador del Real Madrid, equipo del que salió por la puerta de atrás pese a ser el máximo goleador de su historia, con 451 tantos en 438 partidos. Sin embargo, tras su paso con mucha pena y ninguna gloria por la Juventus y, sobre todo, en su regreso al Manchester United, el portugués ha fichado por el Al-Nassr, club de Arabia Saudí que actualmente ocupa el puesto 156 del ranking FIFA. Vamos, que un club de "nivel top" precisamente no es. Por poner solo un par de ejemplos, el Al-Nassr tiene los mismos puntos FIFA que el Liga Deportiva Universitaria de Quito (1.569) y menos que el Leganés (1.612)

Cristiano ha firmado con el equipo que dirige Rudi García por dos temporadas y media, es decir, hasta superados los 40 años, para después seguir en el papel de embajador del proyecto de Arabia para organizar el Mundial de 2030, a falta de confirmación, junto a Egipto y Grecia. Una candidatura que, entre el dinero saudita, los votos que los egipcios garantizan por parte de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) y los que los griegos puedan rascar de la UEFA, se convertiría en la gran rival de la que encabezan España y su propio país, Portugal, más el postureo de sumar a Ucrania, además de la que presentarán Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.

"Quiero acabar mi carrera con dignidad", aseguró el de Madeira hace siete años. "En un buen club. No en Estados Unidos, Qatar o Dubai. No me parece bien y no me veo allí", añadió, aunque los 200 millones de euros que cobrará en Riad por temporada parecen haberle hecho cambiar de opinión. "Estoy emocionado por la nueva experiencia en una liga y un país diferentes. La visión que tiene Al-Nassr es muy inspiradora. Estoy muy emocionado por unirme a mis compañeros de equipo a lograr más éxito", dijo tras hacerse oficial su fichaje.

Tras su desairada salida del Manchester United, su llegada a Arabia se empezó a rumorear durante el Mundial, tal vez para ver si algún club importante se planteaba su incorporación, cosa que no sucedió. A falta de mercado, no tanto por sus exigencias económicas, sino por su evidente declive goleador, puede decirse que en cierto modo Cristiano cuelga las botas, aunque las siga utilizando. Un retiro dorado, pues no en vano, se ha convertido en el futbolista mejor pagado de la historia. El hecho de que él mismo asegurara que ganar dinero no era lo que le motivaba, deja claro que este es su consuelo por tener que irse a un club y a una liga menores.

La odiosa comparación con Messi

Si la dignidad es el amor que nos debemos a nosotros mismos, Cristiano no es sospechoso de no tenerla. De hecho, el portugués es un claro ejemplo de narcisismo, un trastorno mental por el que una persona tiene un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención y admiración, además de relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás que ha dejado claras con creces. Aunque, como señalan los expertos, detrás de esta máscara de seguridad extrema no solo suele haber una autoestima frágil, de ahí que CR7 sea tan vulnerable a la crítica, además de no aceptar la realidad.

Al portugués nadie puede discutirle su impresionante capacidad goleadora, sin duda la faceta más decisiva en el fútbol, pues si algo deja claro el Reglamento del fútbol es que para ganar un partido hay que marcar más goles que el rival. Aunque para ser considerado uno de los más grandes, como el recientemente fallecido Pelé, hace falta algo más. Sin irnos más lejos en el tiempo, lo que ha demostrado en el Mundial de Qatar el argentino Leo Messi, con quien tantas veces se le ha querido comparar, especialmente desde el madridismo hasta que dejó el Real Madrid...

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"La dignidad no tiene precio", aseguró su compatriota José Saramago, a quien probablemente Cristiano no habrá leído y, puestos a recomendarle una de sus obras, no le vendría mal leer 'Ensayo sobre la ceguera'. Es verdad que otros grandes jugadores acabaron sus carreras en países donde les exigen menos de lo que cobran, al menos futbolísticamente hablando, y teniendo claro que van a lo que van. Este es el 'indigno' final de Cristiano. Solo le quieren donde le pueden pagar como si fuera el mejor, aunque ni lo haya sido ni, por supuesto, lo vaya a ser, pues lo que haga en el Al-Nassr y la liga de Arabia Saudí será irrelevante.

"Es un contrato único porque soy un jugador único"

"Soy un jugador único. He batido todos los récords en Europa y quiero batirlos aquí también. Este contrato es único porque soy un jugador único, así que es normal", dijo Cristiano Ronaldo al ser preguntado sobre lo que pensaba de las críticas recibidas al unirse a su nuevo equipo con sede en Riad, la capital de Arabia Saudí.

Antes de pisar el césped del que será su nuevo hogar hasta 2025, el Mrsool Park, Cristiano respondió a algunas preguntas en una comparecencia junto al entrenador del Al Nassr, Rudi García, y el presidente de la junta directiva de Al Nassr, Mussali al Muammar.

"Me siento muy bien y orgulloso de esta decisión en mi vida (...) Mi trabajo en Europa ya está hecho, lo gané todo", dijo el jugador ganador de cinco balones de oro, que llevará el dorsal número 7 en el club.

"No me preocupa lo que dice la gente. Me siento muy feliz de estar aquí", dijo, y recordó que "esto no es el final" para él, ya que la Liga saudí es "muy competitiva" y la "gente no lo sabe". "He tenido ofertas de Brasil, Portugal, América, Australia. Pero le di mi palabra al Al Nassr", reveló durante la presentación, sin dar más detalles.