"Un abrazo de tus dos chicas": muere por una leucemia el portero belga Miguel van Damme

Tragedia en el fútbol belga. Miguel van Damme, guardameta de 28 años del Cercle Brugge, ha fallecido este martes como consecuencia de una leucemia contra la que llevaba luchando los últimos cinco años. La muerte del jugador fue confirmada por su mujer, Kyanna Dobbelaere, en redes sociales, a través de una emotiva carta de despedida con una imagen en la que aparecen ella y su hija pequeña agarradas a la mano del arquero.

Todo comenzó antes de la temporada 2016-17, cuando el meta tan solo tenía 24 años. En los chequeos médicos previos al comienzo del curso, los galenos de su club detectaron que algo no iba bien: tras realizarse una serie de pruebas, confirmaron que el problema que Van Damme sufría era leucemia. Desde ese momento, el arquero comenzó con un tratamiento con el objetivo de tratar de derrotar a la enfermedad.

Durante cinco años, Van Damme ha peleado contra la leucemia, que llegó a remitir hasta en dos ocasiones. Pero el golpe definitivo iba a llegar escasos meses atrás: cuando parecía que la enfermedad había sido derrotada y había desaparecido para siempre, los médicos le confirmaron que el cáncer había vuelto... y que, esta vez, era incurable. El destino quiso que esta trágica noticia llegara solo unos días antes de que la pareja supiera que iban a ser padres.

Desde entonces, la lucha de Van Damme ha sido encomiable, pero no ha sido capaz de acabar con la enfermedad. Así, de esta trágica manera, ha fallecido con solo 28 años. La Federación Belga mostró sus condolencias por lo ocurrido, y las reacciones de jugadores del país no se han hecho esperar. Uno de los primeros ha sido Thibaut Courtois: "Un ejemplo de combatividad, espero que estés bien ahí arriba", expresaba el meta del Real Madrid en sus redes sociales.

Pero, sin duda, el mensaje más emotivo fue el de su mujer. Kyanna Dobbelaere no dudó en mostrar su cariño y respeto por Van Damme, con una carta que llega al corazón, acompañada de una tierna imagen de las manos de ambos junto a la de Camille, su hija de ocho meses.

"Nuestro querido amor, papá, se fue jugar su último partido anoche, un partido que no se puede ganar. Nos dejaste muy lentamente, pero lo hiciste de nuevo a tu manera… muy fuerte. Luchaste como un león. Estamos muy agradecidos por lo que fuiste. Un ejemplo para muchos. Me has hecho darme cuenta de que no existe eso de darse por vencido, incluso si solo hubo un pequeño atisbo de esperanza, una y otra vez lo superaste. Descansa ahora, cariño, te lo has ganado con creces, ahora estás libre de todo dolor. Nos encantaría verte. Un abrazo de tus dos chicas. Hasta luego", reza la carta. Un día trista para el fútbol belga.