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El deportista a seguir | La brújula "que podría jugar en el Barça" escondido en un búnker de Kiev
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EL ATLETA DEL MOMENTO

El deportista a seguir | La brújula "que podría jugar en el Barça" escondido en un búnker de Kiev

Un espacio en el que destacaremos a ese deportista con menos nombre, pero que lo tiene todo para ocupar grandes titulares y que queda eclipsado por las estrellas de (casi) siempre

Foto: El ucraniano Georgiy Sudakov. (EFE/Javier Lizón)
El ucraniano Georgiy Sudakov. (EFE/Javier Lizón)

"Crecí durante una guerra y no se lo deseo a nadie. Debemos parar este sinsentido en el que muere gente inocente. Queremos vivir en paz". Con esta declaración, Luka Modric pedía cordura a los mandatarios europeos. No en vano, cuando el centrocampista del Real Madrid contaba solo con seis años, estalló la guerra en su país. Con su padre alistado en el ejército croata, el joven vería cómo mataban a su abuelo cerca de su casa en Obrovac. Para evitar más problemas, su madre se trasladó con su familia a Zadar, donde el pequeño Luka empezó a interesarse de verdad por el balón. Una infancia dura en la que solo sonreía cuando estaba cerca de un balón.

Aquel menudo niño se pasaba todo el día con el esférico en sus pies, golpeando las paredes y sorteando todos los obstáculos que le iban saliendo a su paso. A pesar de la pobreza extrema que soportaba su familia, siempre dieron a Luka todas las facilidades para conseguir su objetivo y tratar de pelear por su sueño. La guerra rompió su niñez: destrozó su familia, su ciudad y su inocencia, con el balón como única tabla de salvación. Sería con 10 años cuando comenzó el sueño: después de jugar durante varios días un torneo en Italia, al pequeño Modric le iba a surgir la oportunidad de empezar a jugar en serio. Y un entrenador se convertiría en su gran valedor.

Tomislav Basic, jefe de la cantera del Zadar, decidió fichar al joven jugador, en el que veía una gran proyección, por lo que se volcó para ayudarle: "Eran muy pobres, no tenían dinero para materiales, así que decidí hacerle unas espinilleras de madera que aún conservo, porque sabía que iba a ser un gran jugador", relató hace un par de años. El resto de la carrera de Modric no hay que explicarla para saber que se trata de una de las grandes leyendas del fútbol mundial. Ahora, otra absurda guerra, ha vuelto a romper la ilusión de millones de personas, entre ellas, de los deportistas, donde se encuentra uno de los jóvenes ucranianos de mayor proyección.

El conflicto ucraniano ha provocado que toda actividad deportiva haya quedado en el más absoluto segundo plano, lo que ha provocado que jugadores como Georgiy Sudakov hayan tenido que dejar de lado al balón. Y es que este joven ucraniano de solo 19 años está considerado como uno de los centrocampistas ofensivos más prometedores del fútbol ucraniano: después de dos temporadas en el primer equipo del Shakthar Donetsk y de poder presumir de ser uno de los jugadores más jóvenes de la pasada Eurocopa, la pelota se ha quedado a un lado. Ahora, su principal preocupación es poder sobrevivir escondido con su familia en un búnker.

A punto de ser padre y con buena parte de los equipos europeos de primer nivel fijándose en su fútbol, la guerra lo ha cambiado todo. Ahora, el balón parece un triste recuerdo de lo que un día fue su sueño, demasiado lejano para alguien feliz celebrando un gol. Salvando las distancias, su estilo de juego es similar al de Modric: destaca jugando como mediocentro llegador, aunque puede ejercer de organizador o, incluso, jugar como interior. De gran visión de juego, buen desplazamiento de balón y facilidad para superar líneas, una de sus grandes virtudes es el gol: de hecho, este curso sumaba cinco goles y una asistencia en los diez partidos con su equipo.

"Sudakov es el mayor talento que entrené en mi vida, 19 años, internacional por Ucrania, recién renovado contrato hasta el 2026 con el Shakhtar... Un ser humano fantástico esperando ser padre de una niña junto a su esposa Lisa. Sueños por cumplir, arrebatados por un búnker por una guerra sin sentido. Mi corazón está roto…", explica Fernando Valente, exentrenador del filial del Shakthar. "Sudakov es un chaval con un potencial enorme, podría jugar en el Barcelona o el Manchester City. Fue el talento más grande que entrené", explica el técnico a 'Agencia Lusa'. Un jugador con un potencial tremendo que, ahora, trata de evitar la muerte.

Sudakov es uno de esos jugadores que es capaz de cambiar un partido en solo un gesto técnico. Con gran inteligencia para combinar y moverse en cualquier posición del frente de ataque, es un de esos centrocampistas que sabe entender lo que necesita la jugada para dar continuidad a su equipo. A pesar de su insultante juventud, es capaz de llevar el peso ofensivo sin miedo y sus capacidades técnicas le convierten en un jugador diferente. Tanto, que empezaba a llamar la atención como uno de esos jugadores prometedores capaces de jugar a mayor nivel... pero la llegada del conflicto bélico ha frenado los sueños de disfrutar con el balón.

"Crecí durante una guerra y no se lo deseo a nadie. Debemos parar este sinsentido en el que muere gente inocente. Queremos vivir en paz". Con esta declaración, Luka Modric pedía cordura a los mandatarios europeos. No en vano, cuando el centrocampista del Real Madrid contaba solo con seis años, estalló la guerra en su país. Con su padre alistado en el ejército croata, el joven vería cómo mataban a su abuelo cerca de su casa en Obrovac. Para evitar más problemas, su madre se trasladó con su familia a Zadar, donde el pequeño Luka empezó a interesarse de verdad por el balón. Una infancia dura en la que solo sonreía cuando estaba cerca de un balón.

Luka Modric Conflicto de Ucrania
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