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El día que Rooney siguió los pasos de Keane cuando 'mató' la carrera del padre de Haaland
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POR QUERER LESIONAR A UN RIVAL

El día que Rooney siguió los pasos de Keane cuando 'mató' la carrera del padre de Haaland

El exdelantero del United ha reconocido en una reciente entrevista que salió a jugar con los tacos más largos de lo debido para lesionar a un rival, lo que le podría valer una sanción

Foto: Rooney, celebrando un gol con el United. (Reuters/Jason Cairnduff)
Rooney, celebrando un gol con el United. (Reuters/Jason Cairnduff)

Era el 29 de abril de 2006. El Manchester United visitaba Stamford Bridge en la 37ª jornada de la Premier en la que, si el Chelsea sumaba un solo punto, se convertía automáticamente en campeón. Un partido por todo lo alto, donde los dos primeros de la clasificación se jugaban buena parte del título. O, al menos, eso es lo que se creía hasta ahora. Y es que Wayne Rooney, gran estrella de los 'red devils', ha asegurado que sabían que no ganarían... y que buscaron otro tipo de 'triunfo'.

El que fuera mítico delantero del United ha confesado en una reciente entrevista con 'The Sunday Times' que, en aquel partido, su equipo sabía que no podría ganar porque era muy inferior a los 'blues', por lo que buscaron otras motivaciones para salir al campo. Según afirmó el propio Rooney, la suya fue salir al césped con la intención de lesionar a otro jugador, para poder llevarse una especie de trofeo del campo del eterno rival en forma de daño personal contra uno de sus rivales.

Foto: El Santiago Bernabéu, en obras de remodelación. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

¿Cómo? Decidió utilizar tacos más largos de los que solía usar con el objetivo de hacer más daño si impactaba contra el cuerpo de un rival. O, lo que es lo mismo, calculando cuál sería la longitud de las sujeciones al césped de su bota, solo tendría que ir más fuerte de lo normal para hacer más daño. "Sabíamos que íbamos a perder y ellos ganarían la liga. Eran mejor equipo. Los tacos eran legales, pero pensaba que si había una disputa, iría con todo y podría hacer daño. Y lo hice", confiesa.

Solo se llevaban un par de minutos sobre el césped cuando, en un balón dividido, el central John Terry llegó a despejar. Rooney se dejó llevar y le dejó la pierna al que era su compañero y capitán en la selección inglesa, en una dura entrada que el colegiado ni tan siquiera sancionó con tarjeta. "Le hice un agujero en el pie y unas semanas después le pedí que me devolviera mi taco de vuelta", aseguró el ahora entrenador del Derby County durante la entrevista.

Estas palabras le han valido a Rooney para que la FA haya anunciado que va a entrar de oficio a analizar lo sucedido y estudiar si procede castigar al técnico, un caso que no sería el primero de este estilo. Y es que el organismo ya hizo lo propio con Roy Keane hace unos años por algo similar: después de que confesara en su autobiografía que, en 2002, lesionó de manera deliberada al jugador del Manchester City Alf-Inge Haaland, el padre de Erling Braut Haaland.

La historia de Keane y Haaland comenzó en 1997. En pleno partido, Keane recibió un balón al espacio y Haaland se cruzó por delante de él, momento en el que el irlandés tuvo un mal apoyo y quedó tendido en el suelo. Al término de la jugada, Keane se retorcía de dolor en el suelo y Haaland le recriminó que estuviera fingiendo porque él no le había tocado. Pero el centrocampista 'devil' se había roto el cruzado de la rodilla en ese intento de recuperación.

Sería cinco años después cuando volverían a cruzarse en el campo y Keane se cobró su venganza. En el primer balón dividido que hubo entre ellos, le hizo una entrada criminal a la altura de la rodilla: roja directa para el del United, pero el del City no pudo volver a jugar al fútbol nunca más: "Había esperado mucho tiempo. Le golpeé jodidamente duro. El balón estaba allí, creo: 'Toma esta, bastardo. Y no vuelvas a mirarme burlándote de falsas lesiones'. Lo que va, vuelve", afirmaría en su libro.

Con estas palabras, confirmaba que su entrada sobre Alf-Inge Haaland había sido absolutamente deliberada y con la intención de lesionar al jugador, lo que le valió una sanción de cinco partidos -aún estaba en activo- y una multa de 200.000 euros. Ahora, Rooney se podría enfrentar a un castigo similar por reconocer que su intención fue la de lesionar a un rival, aunque en este caso por fortuna no llegó a producirse y se quedó en una entrada muy fea pero sin consecuencias físicas para Terry.

Era el 29 de abril de 2006. El Manchester United visitaba Stamford Bridge en la 37ª jornada de la Premier en la que, si el Chelsea sumaba un solo punto, se convertía automáticamente en campeón. Un partido por todo lo alto, donde los dos primeros de la clasificación se jugaban buena parte del título. O, al menos, eso es lo que se creía hasta ahora. Y es que Wayne Rooney, gran estrella de los 'red devils', ha asegurado que sabían que no ganarían... y que buscaron otro tipo de 'triunfo'.

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