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Un final insólito: Kepa se niega a ser sustituido en el Chelsea y termina derrotado
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Un final insólito: Kepa se niega a ser sustituido en el Chelsea y termina derrotado

El portero español se negó a ser sustituido en la prórroga a pesar de que tenía problemas musculares. Paró un penalti en la tanda, pero su equipo terminó igualmente perdiendo ante el City

Foto: Kepa se niega a salir sustituido. (Reuters)
Kepa se niega a salir sustituido. (Reuters)

La historia del fútbol siempre tiene espacio para dar un nuevo giro inesperado. La final de la Carabao Cup, que era un partido más, se convirtió en una rareza documental, algo casi histórico. El partido estaba ya en la prórroga cuando Kepa, el portero del Chelsea, pareció lesionarse. En varias jugadas consecutivas se echó al suelo con rictus de dolor y pidió asistencia médica. El equipo de Londres podía hacer una sustitución más, pues en el la última modificación de la normativa se acepta un cuarto cambio en la prórroga. Sarri mandó calentar a Caballero y estableció la sustitución, pero nunca llegó a realizarse. Kepa se negó a salir. Y su equipo terminó perdiendo la final contra el City de Guardiola.

Kepa, al ver que su técnico le quería cambiar, se negó en redondo. Le pidió que no, empezó a gesticular de una manera que no dejaba espacio a muchas dudas. El portero vasco no solo no quería ser sustituido, es que no aceptaba de ninguna de las maneras que eso sucediese. Y, reglamentariamente, tiene razón, la norma de la FIFA dice que si un jugador que está en el campo no quiere salir, se sigue jugando. Él iba a estar en la tanda, el joven portero lo tenía claro. Y Sarri, por más que intentaba sustituirle, no logró imponerse. Con Caballero vestido a su lado, ya preparado para meterse en el campo. Pero no, nada, Kepa se negó.

Foto: Mourinho, junto a su hijo, presenciando un partido después de ser despedido del Manchester United. (Efe)

El vasco podrá decir, eso sí, que demostró estar en forma suficiente para disputar la tanda. Porque si los tirones existieron y no eran solo cuento, no se notaron en el momento de la verdad. Paró uno, estuvo cerca de detener otro y en todos los casos se tiró sin parecer herido. Pero dio igual, porque a pesar de su salud, su equipo perdió, ya que sus compañeros fallaron dos y eso supuso que el City de Guardiola terminó siendo una vez más campeón. Él lleva ya 25 títulos. Y que el Chelsea de Sarri no tiene este pequeño balón de oxígeno.

placeholder Caballero no entendía nada. (Reuters)
Caballero no entendía nada. (Reuters)

Las imágenes son muy llamativas porque es difícil encontrar un lance en el que un entrenador quede tan en entredicho. Si hay dudas sobre el mando de Sarri en el Chelsea, quedaron despejadas en esta final, es un entrenador que no es capaz de conseguir que un portero se vaya del campo. Kepa, quizá, pensó que el cambio era solo por sus molestias y que eso no era motivo suficiente, pero en todo caso, aunque así fuese, un jugador no puede negarse así a la orden de un entrenador.

El paso de Sarri por el Chelsea no está siendo ni sencillo ni fructífero. Es probable que salga del equipo este mismo verano y lo que ocurrió en Wembley no hará más que reforzar esa idea. El club se gastó un dineral el pasado verano en un portero que, si todo es normal, estará por lo menos una década en la meta de Stamford Bridge. La convivencia con su entrenador a partir de ahora será, cuanto menos, difícil. Si es que hay algún modo de solventar una desobediencia así.

La historia del fútbol siempre tiene espacio para dar un nuevo giro inesperado. La final de la Carabao Cup, que era un partido más, se convirtió en una rareza documental, algo casi histórico. El partido estaba ya en la prórroga cuando Kepa, el portero del Chelsea, pareció lesionarse. En varias jugadas consecutivas se echó al suelo con rictus de dolor y pidió asistencia médica. El equipo de Londres podía hacer una sustitución más, pues en el la última modificación de la normativa se acepta un cuarto cambio en la prórroga. Sarri mandó calentar a Caballero y estableció la sustitución, pero nunca llegó a realizarse. Kepa se negó a salir. Y su equipo terminó perdiendo la final contra el City de Guardiola.