Las salidas de tono de Guardiola desde el banquillo: de Cristiano a la de Redmond

Pep Guardiola ha vuelto a las andadas. El técnico del Manchester City se ha convertido en noticia después de su reacción tras la victoria de su equipo frente al Southampton. Al término del choque, que los 'skyblues' se llevaron en el último minuto, el entrenador 'citizen' se fue a por Nathan Redmond: una vez junto a él, no dudó en agarrarle por el cuello, empujarle y gritarle mientras gesticulaba ostensiblemente, a lo que el jugador le respondía con la mano en la boca para que no se le entendiera lo que le decía. Sin duda, una de las imágenes curiosas del partido.

Preguntado posteriormente en zona mixta por esta situación, Guardiola aseguró que lo que realmente ocurrió es dialogaba con el centrocampista para alabar lo buen jugador que es, pero que no entendía el planteamiento defensivo de su equipo: "Le dije que era un gran jugador. Redmond es buenísimo en el uno contra uno. Pero el Southampton no quería jugar, solo se dedicaron a perder tiempo". De hecho, el enfado del entrenador 'citizen' podría tener precisamente que ver con el hecho de que los 'saints' se dedicaran a perder tiempo en el tramo final de partido.

Pero esta no es la primera - ni seguramente la última- polémica de Guardiola desde que se convirtió en entrenador. Uno de los primeros encontronazos públicos que tuvo ocurrió durante el primer clásico de la temporada 2010-11. Corría el minuto 30 y el Barça dominaba por 2 a 0 en el marcador: el Barça cortaba una contra y echaba el balón fuera de banda, yendo a parar al entrenador. Cristiano Ronaldo acudió raudo para sacar lo antes posible y, cuando iba a coger el balón, Guardiola lo lanzó hacia otro lado. El astro luso terminó empujando al técnico, lo que provocó una tangana sobre el césped.

Sin embargo, este capítulo no se quedó cerrado y, unos años después, Guardiola demostró que no olvida. En la gala del Balón de Oro, Cristiano le vio sentado entre el público, y le ofreció la mano... pero no sólo no la aceptó, sino que hizo como si no le hubiera visto. Algunos meses después, tendría una nueva salida de tono con José Mourinho en rueda de prensa: "En esta sala él es el puto jefe, el puto amo y no quiero competir en ningún instante. Sólo le recuerdo que hemos estado junto cuatro años. Me conoce y le conozco. Si se quiere quedar con los amigos de Florentino Pérez y la central lechera pero yo he trabajado cuatro años con él".

En el Barça, ya dio muestras de algunas opiniones políticas que ha mostrado más allá del fútbol. Después de llegar tarde a jugar un partido contra Osasuna, echó en cara a los medios el tratamiento mediático del retraso de su equipo: "Nosotros estamos en un país llamado Cataluña y pintamos poco. Si quieren engañar a la gente allá con sus problemas". Pero con sus jugadores también tuvo algún enganchón que otro. El más conocido, cuando Alexis Sánchez se lesionó tras jugar los noventa minutos con Chile: "La concha de mi madre para mí, Alex. ¡90 minutos! ¡Usa la cabeza!", echándole en cara que jugara con su selección.

En el Bayern, Guardiola tuvo varias polémicas. Una de las más serias tuvo que ver con el histórico médico del conjunto bávaro, Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt. El técnico consideró al galeno como responsable directo de la derrota de su equipo ante el Oporto en la Champions de 2014-15, crítica que se sumó a otras que habían tenido lugar previamente por varias lesiones de sus jugadores, lo que provocó la salida del médico del club. Otra imagen para el recuerdo en Alemania sería su ya mítica discusión con Bibiana Steinhaus, que incluso le llegó a espetar un "No me toques" por sus malas artes desde la banda.