Ancelotti y la embarazosa situación de decir no a Italia

Con tristeza, Carlo Ancelotti veía desde su televisor en Vancouver la eliminación de 'su' Italia. Será la primera vez en su vida, como la gran mayoría de los transalpinos, que vea un Mundial de fútbol y no esté su país jugando. Antes de la hecatombe ante Suecia, el entrenador de 58 años sabía que esta posibilidad existía y que, entonces, podrían llamar a su puerta para recoger el testigo de Ventura en el banquillo. No es el momento para el técnico, que tiene otros planes en la cabeza, aunque…

En Italia se hablaba de Ancelotti incluso si la 'Nazionale' lograba uno de los 32 huecos para Rusia 2018. Con la caída, en menos de 24 horas, el periódico deportivo italiano de mayor importancia -la 'Gazzetta'- montaba un referéndum para que los aficionados se expresaran con libertad sobre quién es el técnico que debería estar al frente de la selección. En unas tres horas, casi un 70% -de los más de 90.000 lectores que votaron online- eligieron a Carletto Ancelotti.

Opinión

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Ancelotti, a quien le gusta estar informado, confirmaría este martes sus suposiciones de lo que se le puede venir encima. Es comprensible que la Federación italiana le pegue un toque en los próximos días para ofrecerle la opción del cargo, pero su respuesta momentánea sería negativa, según ha podido saber El Confidencial. También asume que deberá soportar cierta presión incluso de carácter social, como deja patente la encuesta, y está mentalizado para ello.

Ancelotti el pescador

En la actualidad, su vida gira en torno a Canadá, la pesca, ver osos grizzlies y disfrutar de la calma que le ofrece el país natal de su mujer, Mariann Barrena (de padres españoles y criada en la Piel de Toro). Después, si surge una oportunidad interesante, revisar ofertas de algún club. Club, no selección. El exentrenador de Parma, Juventus, Milan, Chelsea, PSG, Real Madrid y Bayern de Múnich tenía el plan de continuar con su etapa de entrenador en un equipo, del día a día que no ofrece un combinado nacional.

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A día de hoy, Ancelotti prefiere asumir el dolor de decir no a Italia. Ahora bien, ¿existe algún argumento capaz de hacerle torcer el gesto, subir la ceja, y replantearse su futuro? Quizás, la idea de tener su cuartel general en Canadá sea un punto de partida…

El papel de Ancelotti es incómodo y un 'marrón' si finalmente tiene que pronunciarse hacia algún lado (no ha habido ningún contacto oficial) porque si pronuncia el “no” públicamente deberá ir acompañado de argumentos para hacer ver a sus compatriotas que no es su momento y no significa ningún feo a la camiseta que vistió en 26 ocasiones (incluyendo la Euro de Alemania 88 y el Mundial de Italia 90); y si dice “sí” por la expectación y presión que generará su contratación. Aunque de esto último está un rato acostumbrado… y le suele ir bien.