El Manchester United se empeña en demostrar que es un equipo poco fiable

El Manchester United perdió ante el Bournemouth (2-1) y alargó su infausta semana tras su eliminación de Champions. Sus vecinos del City sudaron sangre y lágrimas para vencer al Swansea (2-1) en el último suspiro.

Acosado por las bajas -ocho por lesión y una por sanción-, Van Gaal alineó una defensa improvisada con Guillermo Varela en la derecha, Cameron Borthwick-Jackson en la izquierda y Paddy McNair y Daley Blind como pareja de centrales. Anthony Martial volvió a ser titular en la punta del ataque, flanqueado por Juan Mata, Jesse Lingard y Memphis Depay. Michael Carrick y Marouane Fellaini fueron titulares en el centro del campo en un once con tres novedades con respecto al que cayó el martes ante el Wolfsburgo (3-2) en Champions.

Enfrente, un Bournemouth crecido, que en la pasada jornada liguera dio una de las sorpresas de la campaña al imponerse al Chelsea en Stamford Bridge (0-1). El contraste entre ambos conjuntos es evidente: hace siete años los 'Cherries' competían en League Two, cuarta categoría del fútbol inglés, con una sanción de 17 puntos, mientras que los 'diablos rojos' eran los vigentes campeones de Europa. Así, el United, que encadena cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria (tres empates y dos derrotas), vuelve a tropezar en su intento de asomarse al liderato de la Premier y crecen las dudas en el seno del club en torno a la figura de Van Gaal.

Dos minutos tardaron en adelantarse los locales gracias a un gol olímpico de Junior Stanislas. Un saque de esquina desde la izquierda se coló directo en la meta defendida por David de Gea logrando uno de los tantos de la temporada en la Premier League. No reaccionaron los visitantes aunque a los 24 minutos Fellaini subió el empate al marcador con un tanto con mucha fortuna tras una serie de rechazos dentro del área de Arthur Boruc. Se hundió el United en la segunda mitad y se creció el Bournemouth, que acabó llevándose el partido gracias a un tanto de Joshua King.

El canterano del United, en las filas del Bournemouth desde el pasado mes de mayo, empujó al fondo de la red un balón suelto tras una desconcentración en la zaga en un saque de esquina subiendo el definitivo 2-1 al electrónico de Dean Court. Así las cosas, los 'Cherries' concluyen una semana de ensueño, con triunfos sobre Chelsea (0-1) y United, y salen de los puestos de descenso mientras que los 'diablos rojos' encadenan su tercer encuentro consecutivo sin ganar en Premier y son cuartos en la tabla, a tres puntos de sus vecinos del Manchester City, líderes de la clasificación.

En el Etihad Stadium, el equipo de Manuel Pellegrini se llevó 'in extremis' un partido que pudo escaparse en el minuto 90. Los 'citizen' cuajaron una buena primera mitad, con un gran David Silva que apareció en la sala de máquinas, marcó la diferencia y ayudó a Wilfred Bony a abrir el marcador ante sus 'ex'. La segunda mitad fue algo diferente. Continuó el dominio local, pero sin acierto para cerrar el encuentro y pudo pagarlo muy caro. En el minuto 90, conocido ya el añadido, Gomis, al que minutos antes le habían anulado un gol por falta a Joe Hart, no perdonó y con un fuerte disparo empató el partido. Fue en ese momento cuando volvió el acierto y Yayá Touré, en el 92, sentenció el partido con un gol de rebote. De esta forma, el City se sitúa líder junto al Leicester, a falta del resto de partidos de la jornada.

El Watford se llevó tres puntos importantes ante el Sunderland que le permiten encadenar ya una racha de tres victorias consecutivas y mirar de forma real a Europa. Los de Quique Sánchez Flores fueron superiores y se encomendaron a su goleador para sacar adelante el partido. Marcó Ighalo a pase Nyom su décimo gol en Premier y suma ya más de la mitad de los goles de su equipo en la competición. También miran Europa de cerca los jugadores del Crystal Palace. Los de Alan Pardew consiguieron la victoria en su estadio (1-0) ante el Southampton gracias al tanto de Cabaye. Con ese resultado a favor, supo ser más inteligente que su rival y consiguió dormir el para apenas sufrir en defensa ante el arreón del Southampton.

En mitad de tabla, el partido más aburrido de la jornada fue el que disputaron West Ham y Stoke City. El empate (0-0) fue un claro espejo del poco fútbol que se vio en el Boleyn Ground. Por su parte, Norwich y Everton empataron (1-1) en un encuentro que no benefició a ninguno de los dos equipos. El gol de Lukaku en el primer cuarto de hora ponía sus miras en Europa, pero el Norwich no le perdió la cara al encuentro y, comenzada la segunda mitad, Wesley Hoolahan conseguía el empate. Un empate que aleja al equipo de Liverpool de la Europa League y deja en el alambre a un Norwich que, a falta de algunos partidos, queda a un punto del descenso.