La historia del DPMM, el club del príncipe de Brunei que ya ha jugado en tres países

Nacido en 1994, el Duli Pengiran Muda Mahkota Football Club, sólo tenía una misión: divertirse mientras jugaba al fútbol. Un grupo de amigos, un campo de césped -o de tierra, en el peor de los casos- y un balón que hiciera las delicias de unos futbolistas amateurs cuya única aspiración era ser felices con el fútbol como excusa. Ese grupo poco o nada podía imaginar que, 20 años después, iba a haber ganado varias ligas... y jugado en tres países diferentes.

Conocido como el DPMM FC, desde su nacimiento se convirtió en uno de los equipos más exitosos de Brunei. Pese a ser un equipo totalmente amateur, su éxito en el fútbol colegial le hizo crecer en popularidad, lo que le llevó a dar un paso adelante: en el año 2000, decidía convertirse en profesional de la mano de quien a día de hoy sigue siendo su presidente: Al-Muhtadee Billah, ni más ni menos que el príncipe heredero al trono de Brunei.

Desde sus primeros años de fútbol, pronto demostró que estaba llamado a convertirse en el equipo de referencia de su país. Tanto, que en cuestión de cuatro años ya había conseguido dos títulos de la Brunei Premier League, dos Supercopas y un título de Copa. El torneo de su país empezaba a quedársele pequeño, por lo que decidió ampliar sus fronteras: en 2004, pese a jugar todos los torneos locales, decidía jugar la Copa de Singapur.

La experiencia fue tan positiva que el DPMM FC 'cambiar' de país: la falta de nivel de Brunei le llevó a buscar otro campeonato liguero en el que jugar, siendo admitido en la Super Liga de Malasia. En su primera temporada, la 2006-07, acababa en tercera posición pero, dos años después, el sueño iba a verse truncado: Brunei le eliminaba de la Asociación de Fútbol Amateur de su país, lo que le impedía competir en el torneo malayo.

Sin posibilidad de jugar en Malasia y sin ganas de continuar en Brunei, la decisión fue clara: 'Si ya jugamos en la Copa de Singapur, ¿por qué no jugamos también su liga?'. Dicho y hecho, en 2009 se convirtieron, oficialmente, en equipo de la S. League, un año de alegrías y tristezas: esa misma temporada, el DPMM FC ganaba su primera Copa de Singapur; pocos meses después, era vetado para competir en cualquier torneo avalado por la FIFA.

¿El motivo? El castigo de la FIFA a la Asociación de Fútbol de Brunei, a la que pertenecía el club, por las injerencias gubernamentales en la competición liguera local. Dicha suspensión a la federación impidió a cualquier equipo bruneano competir en torneos FIFA, lo que provocó la expulsión del DPMM FC de la S. League cuando se llevaban disputadas 28 jornadas. Tras dos años y medio en blanco, en 2012 se le levantaba el veto al equipo de Brunei.

Otra liga en un país distinto

Ese mismo año, conseguía su segundo título de Copa en Singapur pero, desde entonces, sus tardes de gloria en el fútbol singapurense se iban a apagar. Hasta que, por fin, en 2015, conseguían el objetivo marcado ese día que decidieron jugar fuera de Brunei: ganar una liga lejos de sus fronteras. Quince años después de convertirse en club profesional y 11 después de salir de las fronteras de Brunei, el DPMM FC era campeón de la liga de Singapur.

Con el escocés Steve Kean como entrenador y el brasileño Rafael Ramazzotti como gran estrella -con 21 goles en 27 partidos disputados-, el conjunto de Brunei he hecho historia en el fútbol mundial: no sólo es uno de los primeros equipos que juega en tres países distintos, sino que puede presumir de haber conseguido el octavo título de su corta vida en varias naciones. El DPMM FC ya reina en Singapur: ¿podrá hacerlo en la Champions asiática?