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Un Chelsea sin Cesc no se quita la careta de perdedor y acelera su caída a los infiernos
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dura derrota ante el stoke city

Un Chelsea sin Cesc no se quita la careta de perdedor y acelera su caída a los infiernos

Nueva derrota del Chelsea que sigue su imparable caída a los infiernos. Por segunda jornada consecutiva, Mourinho dejó a Cesc Fábregas en el banquillo de los suplentes

Foto: Mourinho y Cesc, en una imagen de archivo (EFE)
Mourinho y Cesc, en una imagen de archivo (EFE)

Fue un jugador fundamental la pasada temporada, cuando el Chelsea arrasó en la Premier League de principio a fin. Mourinho convenció a Cesc Fábregas para que se vistiera de azul y convertirse en uno de los líderes de su nuevo proyecto. El objetivo se cumplió en el primer ejercicio, pero en este segundo todo es muy diferente en un equipo que navega a la deriva. El equipo londinense rendía visita al Stoke City y por segunda jornada consecutiva, el mediocampista español se quedó en el banquillo. En el campo, más de lo mismo, derrota de un Chelsea que acelera su caída a los infiernos.

El centrocampista catalán ingresó en el terreno de juego en el minuto 70 sustituyendo a Pedro Rodríguez, pero ya era demasiado tarde. El Chelsea había completado un primer tiempo más que decoroso, pero sin gol. En el segundo, el Stoke City dio un paso adelante y Arnautovic anotaba en el minuto 54, un gol que finalmente fue definitivo. El Chelsea, un día más, no tuvo la respuesta esperada y sumó una derrota más. Ocupa la posición 16 en la tabla, con tan sólo 11 puntos, a sólo tres de la zona de descenso. Pensar en alcanzar la zona de Champions League es una quimera a día de hoy.

Con esta derrota del Chelsea, Mourinho batió un récord negativo en un historial lleno de triunfos y títulos. Hasta la fecha jamás había perdido más de seis partidos durante una Premier League, pero la sufrida ante el Stoke City supone la séptima de su equipo. Es la tercera consecutiva tras caer ante West Ham y Liverpool, quedando patente que el equipo navega sin rumbo desde hace tiempo. Está por ver si Roman Abramovich continúa dejando el nuevo proyecto en manos de Mourinho o tira de chequera y trata de alcanzar un acuerdo con un entrenador con contrato en vigor hasta junio de 2019.

En guerra con los árbitros

Volviendo a Cesc, no ha sido una buena semana para él, que ya en el importante partido ante el Liverpool -se impuso 1-3 en Stamford Bridge- también se quedó junto a los suplentes de inicio. Hace unos días se publicaba que el mediocampista lideraba una rebelión en contra del entrenador, saliendo al paso de inmediato para dejar claro que 'al contrario de lo que dicen algunas noticias de algunos sitios web, soy extremadamente feliz en el Chelsea y tengo una excelente relación con el entrenador'. 'Quizá hay ciertos individuos desde el exterior intentando desestabilizar el club pero yo creo firmemente que nosotros vamos a remontar y a volver a estar bien de nuevo', añadió Cesc.

La hinchada del Chelsea, por el momento, no señala al entrenador portugués como responsable del pésimo momento que vive su equipo. Así, muchos seguidores se presentaron en el Britannia Stadium para presenciar el encuentro ante el Stoke City ataviados con caretas con el rostro de Mourinho. En un partido que el técnico vio desde el hotel de concentración al estar sancionado, este puñado de aficionados quiso mostrar de esta manera su incondicional apoyo a un Mou más que tocado. Con un parón por los diferentes partidos de las selecciones nacionales, habrá que ver qué movimientos hay en los próximos días.

El entrenador portugués padece el peor momento de su carrera. No controla el vestuario como le gustaría y sus encontronazos con los árbitros son constantes. Esta semana la FA publicó el informe que redactó el árbitro del parido que disputaron Chelsea y West Ham, partido tras el cual el técnico fue suspendido con un encuentro, además de ser multado 40.000 libras. “En el descanso, cuando entraba en el túnel del vestuarios con mis asistentes, el señor Mourinho, claramente agitado, comenzó a preguntar con agresividad sobre las decisiones del primer tiempo. Le dije que habláramos en mi vestuario y le respondí a sus preguntas”, comienza diciendo el colegiado, que le instó a abandonar una y otra vez a que abandonara la zona de vestuarios, algo a lo que se negó una y otra vez. Mou, dice el informe “se puso muy agresivo y gritó que 'los jodidos árbitros son débiles, Wenger tenía razón sobre usted, usted es jodidamente débil'...”.

Fue un jugador fundamental la pasada temporada, cuando el Chelsea arrasó en la Premier League de principio a fin. Mourinho convenció a Cesc Fábregas para que se vistiera de azul y convertirse en uno de los líderes de su nuevo proyecto. El objetivo se cumplió en el primer ejercicio, pero en este segundo todo es muy diferente en un equipo que navega a la deriva. El equipo londinense rendía visita al Stoke City y por segunda jornada consecutiva, el mediocampista español se quedó en el banquillo. En el campo, más de lo mismo, derrota de un Chelsea que acelera su caída a los infiernos.

José Mourinho Cesc Fábregas
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