El retorno del Real Oviedo a Segunda se une a la rebelión de los modestos por Europa

Habían pasado doce años desde la última vez que el Real Oviedo jugó en el fútbol profesional. Se dice muy pronto que un club con el señorío histórico de los carbayones acumulase más de una década sin participar en el fútbol profesional. Tuvo que ganar a otro histórico que no sale de problemas como el Cádiz, pero al menos uno de los grandes de Segunda B logró salir del pozo. Es un regreso al pasado, a cuando en las categorías grandes de Europa mandaban los clásicos. Ha estado tan hundido el Oviedo que es imposible no relacionar su éxito con el de otros clubes pequeños europeos que han conseguido unos logros sensacionales.

El fútbol europeo se está transformando. No sabría decir si ese cambio que se está produciendo es hacia algo positivo o negativo, pero como la energía, se está transformando. Ya no siempre son protagonistas los mismos. Por lo general, el equipo que desciende de categoría se convierte automáticamente en el favorito para recuperarla al año siguiente. Pero lo visto esta temporada en las grandes ligas europeas demuestra que esa teoría ya no se está llevando a la práctica. Los clubes modestos se están rebelando, aprovechando que muchos de los históricos están hundidos en problemas económicos por su mala gestión. En todas las grandes ligas habrá al menos uno estreno.

El caso más curioso quizás lo estemos viviendo en Italia. Ha sido generalmente un país en el que han ocurrido pocos cambios en la conformación de la Serie A a lo largo de la historia, manteniéndose siempre un bloque más o menos constante. Sin embargo, la temporada 2015-2016 tendrá al menos dos clubes ya confirmados que jamás se han visto en otra como esta. El Carpi y el Frosinone ascendieron hace varias unas jornadas a la máxima categoría por primera vez en sus historias. Alcanzan la cima ambos después de poquísimas temporadas en total en la Serie B. Es decir, son novatos absolutamente. Eso cuando el que más títulos tiene en Italia, la Juventus, volvió a ampliar su cuenta con otro Scudetto. Los clásicos ganan, los nuevos aterrizan.

De hecho, el Carpi jugaba este año su segundo curso en la segunda categoría italiana, después de ascender por primera vez en 2013. Una temporada sensacional, donde no ha tenido rival le ha convertido en el campeón matemático de la Serie B, superando a históricos como el Bologna, Perugia, Livorno o Bari. Algo parecido se puede decir del Frosinone, que jugó por primera vez en la B en 2006, volvió a descender a la Serie C1 en 2011 y acumula dos ascensos consecutivos: de la C1 a la A en dos años. Sensacional progresión. Y en la fase de ascenso hay otro equipo como el Avellino que hace 27 años que no pisa la Serie A.

Pero no son las únicas sorpresas en Europa, en absoluto. En Inglaterra, una liga en la que prácticamente todos los nombres de los clubes suenan a los amantes del fútbol, el Bournemouth se ha colado en la Premier League, algo que no había hecho nunca. Lo hace como subcampeón de la Championship y como el único que perderá la virginidad en la máxima categoría. Dos clásicos, como el Watford, campeón, y el Norwich, que venció alMiddlesbrough en el playoff de ascenso, serán los que asciendan a la Premier, ganada este año por un nuevo rico, en realidad, como el Chelsea, pero que ya nos tiene acostumbrados a levantar copas de vez en cuando.

Y como los franceses nunca han querido ser menos en el continente, también tienen su novedad en la próxima Ligue 1. En Córcega durante décadas han mandado el Bastia y el Ajaccio, pero estos últimos descendieron el curso pasado y este año han estado muy cerca de caer a la Ligue National, lo que viene siendo la 2ªB francesa. Así que, en la ciudad de Ajaccio, a partir de ahora mandará el Gazélec. Históricamente siempre han sido el pequeño de la ciudad, tan pequeño que muy pocas veces han podido jugar el derbi contra elhermano mayor. Pero el equipo con el menor presupuesto de la Ligue 2 jugará contra los millones del Paris Saint-Germain la próxima temporada.

Acabamos con otro hito no menos significativo que se ha producido en Alemania. El Ingolstadt es un equipo de la ciudad homónima cercana a Múnich. Este equipo ha pasado por lo peor del fútbol, por dos refundaciones desde que se fundara en 1919. Pero en 2004, la última vez que se cambió de denominación, Audi empezó a apostar por el equipo, puso nombre al estadio y los ha apoyado hasta que esta temporada han conquistado de manera asombrosa la 2.Bundesliga y junto a otro humilde con una escueta experiencia en la máxima categoría como el Darmstadt estarán en la próxima Bundesliga.