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Una camisa blanca contra los demonios: el gran secreto para ganar una Copa de África
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EL AMULETO DE Renard, TÉCNICO DE COSTA DE MARFIL

Una camisa blanca contra los demonios: el gran secreto para ganar una Copa de África

El técnico de Costa de Marfil ha llevado a 'Los Elefantes' a lograr la Copa e África 23 años después y su amuleto es amado por todo un país: una simple camisa blanca

Foto: Los jugadores de Costa de Marfil aúpan a Hervé Renard tras conseguir el título de la Copa de África.
Los jugadores de Costa de Marfil aúpan a Hervé Renard tras conseguir el título de la Copa de África.

A veces, la diferencia entre ganar o perder la marca una delgada línea roja prácticamente imperceptible. Woody Allen lo supo plasmar a la perfección en una de las escenas iniciales de Match Point, en la que una pelota de tenis se estrella en la red y, durante varios segundos, se queda detenida en el aire. Una tanda de penaltis no deja de ser una suerte que se entrena, pero en la que la fortuna tiene mucho que decir. Costa de Marfil es consciente de su amor-odio con los once metros, pero ahora tiene un amuleto con el que tentar a la suerte: la camisa blanca de Hervé Renard.

Esa ligera diferencia entre ganar y perder la encarna Costa de Marfil.En las treinta ediciones que se han celebrado en la Copa de África, ha alcanzado la final en cuatro ocasiones. Curiosamente, en todas ellas no ha sido capaz de marcar un gol en juego... pero tampoco lo ha recibido. O, lo que es lo mismo, tras lograr cuatro empates a cero, ha tenido que decidir su suerte desde el punto de penalti. Pero 'Los Elefantes' sólo han sido capaces de levantar el título en dos ocasiones, la última 'gracias' a su técnico: Hervé Renard se ha convertido en el gran héroe de Costa de Marfil.

El francés es el único entrenador de la historia que ha sido capaz de ganar dos Copas de África con dos selecciones distintas. Tras lograr el milagro con Zambia en 2012, ha devuelto la ilusión a Costa de Marfil 23 años después. Y el gran secreto de su éxito no es otro que su camisa blanca, un amuleto que nunca cambia y que siempre lleva cuando juega un partido:"Esta camisa me ha dado suerte siempre, así que lo único que me preocupa realmente, antes de cada partido, es que esté limpia para poder usarla. Uno no debe correr riesgos innecesarios", ha señalado en alguna ocasión el francés.

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En los últimos años, Costa de Marfil puede presumir de ser una de las mejoresselecciones africanas, pero su excelente plantilla era incapaz de llevar a su selección al éxito: Didier Drogba, Yaya Touré, Salomon Kalou, Seydou Keita, Didier Zokora o Ndri Romaric son algunos de los hombres que han vestido la camiseta de 'Los Elefantes', pero sin lograr éxitos deportivos. Los múltiples tropiezos que sufría el equipo eran inexpicables para la afición, lo que llevó a una creencia muy arraigada en Costa de Marfil: su selección no era capaz de ganar títulos porque era víctima de la magia negra.

Con la llegada de Renard al banquillo costamarfileño, el 31 de julio de 2014, también lo hacía una de sus tradiciones cuando su equipo disputa un partido: utilizar la camisa blanca que siempre lleva como amuleto. Y, más allá de creencias y supersticiones, lo cierto es que el entrenador francés ha conseguido el gran objetivo, que no era otro más que lograr levantar el título para el que se le contrató. Su amuleto ha pasado a ser adorado por todo un país. Tanto que tras ganar el título, lo primero que hicieron sus jugadores fue quitarle la camisa para guardarla: un verdadero objeto de museo.

Renard comenzó en el fútbol profesional en 1983. El espigado defensa fue un jugador modesto durante las quince temporadas que estuvo en activo, jugando en el Cannes, el Stade de Vallauris y el Draguignan. Tras retirarse en 1998, pasó a ser entrenador en su último equipo, donde estuvo dos temporadas. Fue entonces cuando iba a conocer a otro histórico entrenador que ya es un mito en África, Claude le Roy, quien iba a ser básico en su carrera: así, sería su asistente en el Guizhou Renhe chino y en el Cambridge United inglés, para regeresar a su país en 2005 para entrenar al Cherbourg.

Y sería en 2007 cuando Le Roy le inculcaría su amor por África. Fichado como asistente de su compatriota en Ghana, iba a conseguir acabar tercero en la Copa de África de 2008 con las 'Estrellas Negras', lo que iba a marcarle para siempre, provocando que su gran objetivo pasara a ser ganar el título algún día. Así, en 2010 fichaba por Angola, con la que alcanzaba los cuartos de final y, tras un breve paso por el USM Alger, en 2012 llegaba su gran triunfo: a bordo de la modestísima Zambia, el técnico francés hacía historia al llevarla a ganar la Copa de África, precisamente ante Costa de Marfil.

Sería entonces cuando naciera su obsesión por su camisa blanca:"En Angola debutamos frente a Túnez y empatamos. Ese día llevé esta misma camisa blanca. Pero perdimos el siguiente partido, en el quellevaba una azul. Para el tercer partido volví al blanco y ganamos, así que ya no me la quité nunca más", reflexiona el técnico. Tras conseguir uno de las mayores éxitos de la historia de fútbol africano, el Sochaux francés le llamó para intentar salvar la categoría: pese a que el conjunto galo estuvo con vida hasta el último partido, finalmente no pudo evitar el descenso.

De vuelta a África, esta vez sería Costa de Marfil quien se haría con sus servicios. Consu camisa blanca,Hervé Renarddevolvió la fortuna a 'Los Elefantes', que 23 años después han sido capaces de volver a levantar un título. Pese a ser un desconocido en Europa, ya puede presumir de ser el único entrenador de la historia en ganar dos Copas de África con dos selecciones distintas.Todo un país se ha rendido a los designios del entrenador francés, el técnico que acabó con los demonios de su equipo gracias a su camisa blanca, esa que quieren convertir en tesoro nacional en Costa de Marfil.

A veces, la diferencia entre ganar o perder la marca una delgada línea roja prácticamente imperceptible. Woody Allen lo supo plasmar a la perfección en una de las escenas iniciales de Match Point, en la que una pelota de tenis se estrella en la red y, durante varios segundos, se queda detenida en el aire. Una tanda de penaltis no deja de ser una suerte que se entrena, pero en la que la fortuna tiene mucho que decir. Costa de Marfil es consciente de su amor-odio con los once metros, pero ahora tiene un amuleto con el que tentar a la suerte: la camisa blanca de Hervé Renard.

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