''Si lo fichas, violamos a tu hija'': las graves amenazas que dejaron sin equipo a Evans

Ched Evans ha visto cómo se apaga poco a poco su sueño de volver a ser futbolista. El internacional galés, que saliera recientemente de la cárcel después de una condena de tres años tras ser acusado de violación, se ha lanzado a la búsqueda de equipo para regresar a los terrenos de juego... pero se ha encontrado de frente con la realidad. El que fuera gran promesa del Manchester City y estrella del Sheffield United ha visto cómo varios clubes le han dicho 'no': la posible salida de patrocinadores y las amenazas a los directivos de dichas entidades han provocado que Evans no se reinserte.

"Si lo ficháis, violaremos a tu hija". Ésta es una de las durísimas pintadas que han aparecido en las casas de algunos directivos del Oldham Athletic, el último equipo interesado en hacerse con el fichaje de Evans. Pero no ha sido la única, por lo que estas duras amenazas han provocado que el conjunto de la League One -la equivalente a la Segunda B española- haya decidido detener de manera inmediata las negociaciones abiertas para incorporar al jugador a su disciplina. Una decisión que ha provocado que el exinternacional galés empiece casi a dar por hecho que no volverá a ser futbolista.

El Oldham Athletic era una de sus últimas oportunidades. Consciente de la presión popular, Evans tenía un plan para, al menos, tratar de convencer al club. Consciente de que el pensamiento de la afición podía echar atrás a las marcas que esponsorizan al equipo, el goleador tenía una estrategia: su suegro, un afamado empresario del mundo de la joyería, había prometido al Oldham Athletic cubrir hasta 2 millones de euros de hipotéticas pérdidas por la salida de patrocinadores. Pero con lo que no contaba era con las amenazas de la afición, ante lo que los 'Latics' han roto las negociaciones.

Tal y como informaba El Confidencial días atrás, Ched Evans estaba llamado a ser una de las grandes estrellas del fútbol británico. Pero una supuesta violación ocurrida en mayo de 2011, que el jugador continúa negando que se produjera, terminó con la joven promesa en la cárcel. Ahora, a sus 26 años, el delantero ha salido de prisión y estaba dispuesto a retomar su antigua vida... pero la "ley de la calle" lo ha impedido, al menos de momento. Todos sus intentos por fichar por distintos equipos han acabado en nada y, todos ellos, por la presión que se ha generado a las entidades para no contratarle.

Después de salir de prisión, Evans comenzó a negociar con su exequipo, el Sheffield United. Los 'Blades' le ofrecieron la oportunidad de entrenar en el clubcon la intención de incoporarle a la disciplina en el mercado de invierno. Pero más de 140.000 firmas en contra de su llegada, más la presión de los patrocinadores, acabaron con sus posibilidades. Por ello, su siguiente intento sería con el Hartlepool, pero la situación fue idéntica. Desesperado por no poder encontrar equipo en Inglaterra, decidió que había llegado el momento de dar el salto al extranjero... pero fue imposible.

Tras intentar fichar por el Hibernians de la Premier League de Malta, el ministro de Justicia británico, Chris Grayling, salía al paso de la polémica: "Evans, por su condición, no puede jugar fuera de Inglaterra". Otra puerta cerrada para el internacional galés. Por ello, Evans se había aferrado a la posibilidad de fichar por el Oldham Athletic, en especial por el apoyo económico de su suegro, pero las graves amenazas contra la directiva han provocado que el conjunto inglés haya decidido que no es la mejor opción. Ahora, Evans es consciente de que sus posibilidades de volver a jugar son mínimas.

"Tristemente, la táctica empleadapor el sector más radical de la sociedad, por la ley de la calle, tuvo su efecto sobre los patrocinadores. Mantengo, sin embargo, mi inocencia y quiero dejar claro que pido perdón por los efectos que esa noche tuvo en mucha gente, especialmente la mujer afectada", asegura el propio Evans a través de un comunicado. Con todo para convertirse en un jugador de primerísimo nivel, Evans ha visto cómo su carrera deportiva podría llegar a su fin: las graves amenazas de la afición y la presión de los patrocinadores han hecho el resto para que el delantero empiece a pensar en colgar las botas.