Sneijder podría ser la última figura de la Juventus, el grande hecho a bajo coste

Hasta el momento, no deja de ser un simple rumor que corre por Italia, aunque cada día que pasa suena con más fuerza. La Juventus estaría muy cerca de cerrar el fichaje de Wesley Sneijder del Galatasaray. Vale que el holandés no está al mismo nivel con el que triunfó precisamente en el Inter de Milán, el máximo enemigo juventino, pero es un jugador que ha dejado bien claro durante todos estos años su enorme calidad y la influencia que tiene en los equipos en los que ha estado, sobre todo con Holanda, a la que lideró para ser subcampeón del mundo en 2010 y bronce en 2014. Es decir, la Juventus ficha a un fantástico jugador.

Y eso no es algo novedoso porque la Vecchia Signora lo viene haciendo y mucho desde hace varios años. Todo empezó en el verano de 2011. Ese fue el año en el que la Juventus se cansó de llorar por el descenso del Calciopoli y decidió volver a convertirse en el club más grande de Italia. Entonces no fue fácil, porque tenía rivales de muchísima calidad como el Milan, el Napoli y el Inter de los restos de Mourinho, pero la dirección deportiva que encabezan Beppe Marotta y Pavel Nedvěd empezó a trabajar con muchísima cabeza, con previsión. Así es como se construyen los equipos, teniendo paciencia y olvidando el presente. De lo contrario se podrá triunfar un año, pero no se podrá instaurar una era.

Lo primero fue pensar en un entrenador, alguien que supiera cómo se trabaja en la Juventus y Marotta lo tuvo claro: Antonio Conte. No había tenido hasta entonces una responsabilidad del nivel de la Juve y su máximo éxito había sido ascender al Siena a la Serie A justo antes de llegar a Turín. La inexperiencia no fue un problema ni para la dirección deportiva ni para el propio Conte.

Dio una lista de nombres, y sus deseos se cumplieron de buen grado. Se fichó a tres delanteros, Matri, Vucinic y Quagliarella y se completó una plantilla con jugadores de calidad en todas las posiciones. Pero dos de ellos fueron y son más que cualquier otro: Andrea Pirlo y Arturo Vidal. Y para fichar a los dos, Marotta se gastó 12 millones, los que le dio al Bayer Leverkusen por el chileno. Sí, Pirlo llegó gratis.

La Juventus se ha construido sin ni una sola operación desmedida, sin un fichaje que se saliese del tope económico no escrito que se puso Andrea Agnelli. Ni una contratación se ha pasado de los 20 millones de euros (los pagados al Real Madrid por Álvaro Morata) y hablamos de un equipo que ha ganado y con muchísima claridad (ascendente cada año) la Serie A las tres últimas temporadas. Todo medido, sin locuras. Por nadie se rompe la banca, si no se puede contratar a un jugador, se busca a otro con características similares que pueda tener el mismo papel. Y si se puede conseguir sin pagar un duro, mejor.

Ahora mismo, uno de los jugadores más deseados por toda Europa es Paul Labile Pogba. Cualquier club desearía romper la hucha y pagar una millonada por el internacional francés, porque pocos dudan de que será, sino es ya, uno de los mejores interiores del mundo. Pero nadie supo ver como sí vio la Juventus a esa perla del Manchester United que buscaba a gritos ser importante en un club de élite a sus 19 años. Acababa contrato en 2012 con el United, y aunque Alex Ferguson le intentó convencer hasta la última instancia, pero Pogba se marchaba a la Juventus sin dejar dinero en Old Trafford. Ahora, dos años y medio después, es básico para Allegri.

Año a año siempre llega un jugador de primerísimo nivel al Juventus Stadium. Primero fue Pirlo, luego Pogba y después Fernando Llorente. Como decimos, la Juve tiene mucha paciencia a la hora de armar la plantilla. Quería cerrar al delantero riojano en el verano de 2012 por poco dinero, aprovechando que acababa contrato al año siguiente con el Athletic Club, pero los rojiblancos se enrocaron y se negaron a negociar. Lo intentaron de nuevo en enero, pero no hubo cambios. Entonces, Conte y Marotta llegaron a una conclusión: no hay prisa, mejor gratis para el año próximo. Y a pesar de que Llorente tenía otras muchas ofertas, se decantó por la de la Juventus.

Donde la Juve se ha dejado realmente dinero ha sido contratando a jugadores que completaran la plantilla, no a los de primera fila, sino a los que los tienen que acompañar. Son esos jugadores lo que hacen de una plantilla un verdadero equipo. Pagó más de 18 millones por Kwadwo Asamoah, 10 por Stephan Lichtsteiner, 13 por Angelo Ogbonna, 11 por Giovinco y 12 por Martín Cáceres, además de los ya mencionados 20 kilos por Morata, por poner algunos ejemplos. Y si hace falta fichar mediante cesiones con opción a compra, a la Juve no se le caen los anillos, como ha hecho esta temporada con Roberto Pereyra.

Sneijder sería el fichaje bomba del mercado invernal italiano, lo cual hasta ahora era cosa de Cerci. No tanto por lo buen jugador que es sino también por lo que significa. Casualidades de la vida, este martes se enfrenta la Juventus al Inter de Milán en el derby d’Italia. No estará aún Sneijder, claro, pero habrá un sentimiento extraño en los aficionados nerazzurri.

No será en absoluto el último de los fichajes asombrosos de la Juventus. El siguiente que está por confirmarse es el de Neto Murara, el portero internacional brasileño de la Fiorentina. Termina su relación con la Viola el 30 de junio y ya ha acordado su traspaso a la Juve, lo cual por cierto ha sentado bastante mal a la afición florentina, especialmente anti-Juve. Se prevé como un verdadero competidor para la titularidad con Gianluigi Buffon, aunque el capitán bianconero renovó hasta 2018 hace bien poco.