Es noticia
La Juventus amenaza con perpetuar su supremacía ante la debilidad de sus rivales
  1. Deportes
  2. Fútbol
ganó su tercer 'scudetto' consecutivo

La Juventus amenaza con perpetuar su supremacía ante la debilidad de sus rivales

Los de Antonio Conte sumaron su tercer 'Scudetto' consecutivo y 30º en total después de que ningún otro club pudiera aspirar a disputarles el título de la Serie A

Foto: Buffon seguirá levantando títulos si no cambia el panorama de la Serie A (Reuters).
Buffon seguirá levantando títulos si no cambia el panorama de la Serie A (Reuters).

La goleada infligida por el Catania sobre la Roma no hizo más que confirmar una tendencia futbolística en Italia que tiene visos de perpetuarse. Esto es, el imperial dominio de la Juventus de Turín sobre el resto de squadre de la Serie A. Tres Scudetti consecutivos que permiten a la Vecchia Signora alcanzar la cifra legal de 30 títulos de Lega, 32 según los cálculos juventinos, puesto que no dan por perdidos los campeonatos de las temporadas 2004-05 y 2005-06, retirados por las tramas arbitrales conocidas como Calciopoli, por las que descendieron a la Serie B.

Antonio Conte volvió a su casa en 2011 y desde entonces no ha hecho más que ganar en la Serie A. Su filosofía de juego cuando todavía se vestía de corto la logró trasladar a un equipo con enorme potencial tanto ofensivo como defensivo y que utiliza su grinta, vocablo italiano que define la combinación de coraje, ambición y capacidad de sacrificio, para ser invencible en su territorio. Venció por primera vez hace tres temporadas con cierto sufrimiento, puesto que las piezas todavía no estaban al cien por cien ensambladas y jugadores como Arturo Vidal y Stephan Lichtsteiner, hoy imprescindibles, no habían alcanzado el cénit de sus carreras deportivas. Sin duda influyó a su vez la potencia de un Milan aún con jugadores de calidad mundial, como Ibrahimovic o Thiago Silva.

Cada temporada, la Juve ha sabido reforzar las posiciones en teoría más endebles de su plantilla. En el verano de 2012, Conte requería un jugador para cada banda, que pudiera desempeñar el rol de carrilero que finalmente el técnico impuso en el esquema bianconero, y firmó a Kwadwo Asamoah y Mauricio Isla del Udinese. Dos de una tacada y a cuál más prometedor en su momento. Isla partía como el mejor fichaje de ese verano para la Juventus, pero finalmente fue Asamoah el que se ganó el corazón de la hinchada juventina a pesar de jugar pegado a la cal y no en la medular, donde había destacado en Udine. Repescó Conte a Sebastian Giovinco del Parma para que se alternase con los delanteros del equipo en esa posición de enganche que carecía de dueño. Y el que resultó ser la estrella naciente de ese verano fue Paul Labile Pogba, transferido a la Juve a coste cero del United. Negocios todos ellos por ahora rentables.

placeholder

Algún fiasco ha tenido, claro está. Lúcio salió del eterno rival, el Inter, y aterrizó gratis en Turín como alternativa muy fiable a los tres centrales titulares, pero nunca se aclimató al equipo, Conte no le dio confianza y acabó yéndose antes de que llegase el mercado de invierno al Sao Paulo. Y el caso más extraño son las cesiones de Nicklas Bendtner y Nicolas Anelka. Ninguno tuvo ni oportunidades ni un buen papel cuando jugaron. Eso sí, no les fue nada mal en cuanto a títulos se refiere, porque revalidaron la Serie A esta vez sí con una suficiencia asombrosa que no se veía desde el Inter de Mancini. Si bien es cierto que la competencia ya no era la misma. El Inter había perdido a todo buen jugador que tenía, el Milan se introdujo de lleno en un proceso de regeneración del que todavía no tiene visos de poder escapar y el Nápoles, única alternativa real, perdió comba a final de curso.

Esta temporada, en cambio, acertó de pleno en los fichajes realizados, pero se dejó unos deberes, los más difíciles, sin terminar. Contratar a Carlos Tévez y Fernando Llorente por un montante total de 9 millones es no menos que una jugada maestra. Ambos suman 19 y 15 goles respectivamente en la Serie A, siendo la Juve el único equipo que cuenta con dos jugadores en la lista de los diez mejores capocannonieri de Italia. Además, la directiva presidida por Andrea Agnelli cambió de bando a uno de los mejores centrales jóvenes del calcio, el ex del Torino Angello Ogbonna. Y en invierno añadió más madera a la parcela ofensiva con la cesión de Pablo Daniel Osvaldo. El inconveniente de esa llegada es que nadie salió de los de arriba. Quagliarella, Giovinco y Vucinic siguen en la plantilla y cada vez cuentan con menos minutos. Pero falta el sustituto de Pirlo. En un principio se pensó en Pogba como tal, pero sus características de llegador no le benefician para ser pivote creativo. El nombre que está en la mente de toda la tifoseria bianconera es el de Marco Verratti, pero el del PSG ya dijo hace meses que “fichar por la Juventus sería un paso atrás en mi carrera”.

Sin alternativas reales

El Scudetto era ya de la Juve casi antes de empezar la Serie A. Ni siquiera el más optimista aficionado de cualquier otro equipo imaginaba que los de Conte pudiesen perder el campionato. El mérito juventino es evidente, nunca es fácil acumular tres ligas consecutivas, pero la diferencia de calidad con respecto al resto de entidades es abismal. Sólo hay que ver por lo que lucharon este mismo fin de semana los dos equipos de Milán en el Derby della Madonnina de San Siro. El Inter es quinto, en puesto de Europa League, mientras que el Milan aspira a entrar en dicha competición. Ninguno se planteó en ningún instante la posibilidad de luchar por la liga. De nuevo partía el Nápoles de Higuaín, Callejón y Hamsik como alternativa, pero de nuevo el intento fue fallido y se conformaron con aguantar el puesto de Champions League. Y ni siquiera la mejor Roma de su historia ha logrado hacer temblar los sólidos cimientos juventinos.

placeholder

El panorama es, cuanto menos, desolador en el futuro del calcio. No hay ahora mismo una posibilidad fidedigna de que aparezca un equipo con aspiraciones de quitarle el cetro reinante a la Juventus. La entrada del magnate Erick Thohir al Inter de Milán no ha supuesto por ahora un gran desembolso en fichajes de relumbrón que puedan realzar la figura de un club nerazzurro a la deriva. En cambio, las posibilidades para la Juventus son cada vez mayores. Al ser el club más potente, es el que recibe más emolumentos por derechos de televisión. De hecho, por ese motivo obtuvo más ingresos de su participación en la Champions League del curso pasado que el propio campeón, el Bayern Múnich. Es decir, que no sólo su capacidad adquisitiva se mantiene, sino que seguirá aumentando y fortificando todavía más una plantilla ya potente.

Potente para el calcio, porque hasta la fecha la Juve ha fracasado en todas las demás competiciones. Perdió la primera final de Coppa Italia que disputó bajo el mando de Conte contra el Nápoles en 2012, cayó en semifinales el año pasado y en éste fue la Roma la que la apeó en cuartos de final de una competición que no gana desde 1995. Pero más doloroso fue sin duda su eliminación en la fase de grupos de la presente Champions League. Fue superada por el Real Madrid, finalista de la competición, y el Galatasaray. De ahí pasó a la Europa League, cuya final se disputa en el Juventus Stadium. Ese motivo hacía pensar un gran papel de la Juve para conseguir jugar la final en casa, pero el Benfica le despertó del sueño en semifinales. Ese es el siguiente paso para la Vecchia Signora. Necesita subir un par de peldaños en Europa, porque la Serie A empieza a quedarse pequeña.

La goleada infligida por el Catania sobre la Roma no hizo más que confirmar una tendencia futbolística en Italia que tiene visos de perpetuarse. Esto es, el imperial dominio de la Juventus de Turín sobre el resto de squadre de la Serie A. Tres Scudetti consecutivos que permiten a la Vecchia Signora alcanzar la cifra legal de 30 títulos de Lega, 32 según los cálculos juventinos, puesto que no dan por perdidos los campeonatos de las temporadas 2004-05 y 2005-06, retirados por las tramas arbitrales conocidas como Calciopoli, por las que descendieron a la Serie B.

Roma
El redactor recomienda